Capítulo 15

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Antes de que su amigo tuviera tiempo de reponerse de la sorpresa, Jon empezó a caminar a paso vivo, calle abajo. Stu reacciono rápidamente y fue tras él, alcanzándolo y empezando a hablar atropelladamente.

-Es una broma verdad? No lo dices en serio...

-Muy en serio... por desgracia.

-No puede ser... Debe haber algún error.

-Eso espero, porque si no vamos a tener un serio problema...

-Lo sabia...-dijo Stu sacudiendo la cabeza y apurando el paso- Nada bueno podía venir de esa mujer...

-Ella no tiene nada que ver. Al menos eso dice.

-Y tú le crees?

-No se, Stu. Dice que se mezclo con gente... rara, alli en la Maison. Parece que no siempre iba a alli cuando no estaba con nosotros. Dice que ella le advirtió que no se relacionara con esos tipos... porque sabía lo que hacían y que hasta discutieron por eso... Que si no esta donde nosotros lo buscamos, es el único lugar que se le ocurre. No se que pensar... Pero es la única pista que tenemos, así que apúrate.

De a poco fueron dejando la zona más céntrica y se adentraron en los suburbios. Los cafés elegantes se fueron transformando en tugurios mal iluminados, y en las calles oscuras empezaron a aparecer caras poco recomendables y mujeres que se ofrecían a su paso. A esta altura ya estaban un poco atemorizados, pero la preocupación por su amigo los hizo seguir adelante. Finalmente llegaron frente a la dirección que figuraba en el papel. Se detuvieron en la acera de enfrente, indecisos. El local solo era una puerta de mala muerte, con una luz mortecina sobre ella. De a momentos se veía entrar una o dos personas apresuradamente y solo vieron salir a una tambaleante alejándose calle abajo.

-Y ahora?- pregunto Stu- Que hacemos?

-Entrar. A menos que quieras quedarte aquí todo el día a esperar que salga.

-Entrar ahí?- dijo con aprehensión- Te parece buena idea? Porque a mi no. No sabemos que demonios vamos a encontrar ahí dentro! O tú sabes?

-Tengo una leve idea...

-Si, por lo que has leído o escuchado! Igual que yo... y no estoy seguro de que me guste.

-No se trata de que nos guste, Stuart! Se trata de Charly y de que si esta alli, tenemos que sacarlo!

-Yo no voy a entrar a un lugar como ese... Imagínate si tenemos problemas. Si se arma un escándalo. No quiero ni pensar lo que diria mi familia...

-Entonces quédate aquí! Voy solo, yo no tengo una familia a quien escandalizar!-le contesto Jon algo enojado y empezó a cruzar la calle en dirección al fumadero.

Se detuvo frente a la puerta dudando un momento y se sintió atropellado por detrás. Se dio vuelta bruscamente y se encontró con Stu pegado a él.

-No voy a dejar que entres solo... que te crees... Pero si no lo encontramos aquí, nos vamos directo a la policía, ¿de acuerdo?

-De acuerdo.- dijo sonriendo aliviado. Por mucho valor que pusiera, le daba miedo entrar en ese lugar y con Stu se sentía mas seguro.

-Entonces vamos de una vez...-le dijo este empujándolo- Antes que me arrepienta...

Y por eso mismo, por temor a arrepentirse, entraron apresuradamente. Tardaron unos momentos en acostumbrar sus ojos a la semipenumbra que reinaba dentro. La suave humareda que parecía flotar en el ambiente también dificultaba la visión y al principio los mareo levemente. Cuando la visión se les aclaro un poco y a medida que se fueron adentrando en el lugar, se dieron cuenta de que probablemente nadie iba a molestarlos demasiado. Cada uno parecía enfrascado en su propio asunto. Había camastros desparramados por todo el lugar y contra las paredes se veían otros diferentes, como camas superpuestas. Recostados, sentados, tirados en ellos, una serie de criaturas indefinidas, fumaban tranquilamente, mirando sin ver, ajenos a la realidad... Infinidad de personas, más de las que habían imaginado.

Otra vida, otra historia.Where stories live. Discover now