Capítulo 174

41 6 2
                                    




Entro a la casa a toda velocidad, llamando a Rutie casi a los gritos, mientras subía las escaleras rumbo a la habitación de Nat, y casi se la choco en la puerta.

-¿Qué pasa?-dijo alarmada.

-Tiene fiebre... o eso creo.-contesto depositando al niño sobre la cama.

Rutie toco la frente de Nat, y coincidió en que estaba afiebrado, pero a diferencia de él, reacciono con tranquilidad, empezando a desvestir al niño.

-Sí, tiene algo de fiebre. Vamos Nat, quítate eso, te pondremos la pijama otra vez y te vas a meter a la cama...-le dijo con dulzura.

-¿Qué hago? ¿Voy por el doctor?

Rutie se volvió hacia él. Parecía auténticamente asustado, así que lo tranquilizo, con una palmada en el brazo.

-Tranquilo Jonathan... todos los niños tienen fiebre alguna vez. Seguramente está pescando un resfriado.

-Pero él nunca ha tenido fiebre Rutie... jamás.

-Es cierto... Pero alguna vez tenía que pasar, es normal. Pero si con eso se va a sentir más tranquilo, envié por el doctor.

Jon bajo las escaleras otra vez y llamo a Benny. Cuando tuvo al muchacho delante, dudo un momento... y luego lo envió por Jonás.

Cuando regreso después de un rato, le comunico que el doctor vendría apenas se desocupara, lo que a Jon no le causo ninguna gracia.

-¿Como que cuando se desocupe?

-Si... en unas dos horas, cuando termine su turno en el hospital, eso me dijo...

-¿Dos horas?!

-No exagere hombre!-intervino Rutie- No es una urgencia, el niño solo tiene algo de fiebre... cálmese Jonathan.

Pero no se calmó hasta que el médico llego, dos horas después. Dos horas que le parecieron eternas, tan preocupado estaba.

Jonás reviso a Nat, y coincidió con Rutie en que probablemente había tenido un enfriamiento y había pescado un resfriado, aunque de momento no se vieran otros síntomas. Recomendó reposo y comida liviana, y dijo que volvería en la mañana, antes de entrar al hospital. Si se presentaba algo, podían buscarlo en su casa y vendría enseguida, les dijo.

Cuando se marchó Jon se quedó más conforme, aunque no más tranquilo.

Nat tomo a duras penas un plato de sopa, y durmió el resto del día. Para la noche seguía igual, pero esta vez no quiso comer. Solo tomo algo de té, y siguió durmiendo. Jon se pasó la noche yendo de su cuarto al cuarto de Nat, donde Rutie dormitaba al lado de la cama del niño.

No podía evitar sentirse temeroso, a pesar de lo que dijeran los demás. Nat nunca había estado enfermo, igual que él durante toda su niñez... Nunca había pensado en eso hasta ahora. El niño siempre había sido tan sano y vital... y ahora verlo así en su camita, le daba miedo.

Cuando Jonás llego por la mañana, todo seguía igual. No había otros síntomas visibles y a Jon le pareció que el médico se veía algo desconcertado. Pero solo le dijo que debían esperar otras veinticuatro horas. Tal vez no era un resfriado común, tal vez alguna enfermedad infecciosa y esas a veces tardaban más en manifestarse.

Durante el resto del día, Jon no se movió del cuarto. Se llevó sus papeles allí, y se instaló en un rincón, trabajando de a ratos, pero principalmente vigilando el sueño de su hijo, mientras Rutie iba y venía.

Otra vida, otra historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora