Jon no se sorprendió demasiado cuando vio aparecer a sus dos amigos por la casa, esa tarde. Sabía que el desliz que había cometido con Meg, llegaría a Stu rápidamente. Al principio le causo un poco de gracia. La forma en que se lo llevaron a la habitación y cerraron la puerta, con gesto cómplice, como cuando eran adolescentes. Y ese mismo gesto de entonces en sus caras. No... solo en la de Charly. Stu parecía... preocupado.
-A ver... ¿que demonios es eso de que tienes una amante?-empezó Charly tirándose sobre la cama con gesto divertido.
Pero antes de que Jon pudiera contestar, Stu intervino secamente.
-No es una... son varias. Al menos eso dijiste, ¿o no?
Jon se volvió algo sorprendido por el tono, le agradaba bastante mas lo bromista del médico...
-¿Como que varias?-intervino este asombrado- Vaya... ese es mi muchacho!
-Yo no me alegraría tanto si fuera tú.
-¿Porque? ¿Que tiene de malo?
-Espero que nada. Espero que lo que escuche hace un tiempo... y a lo que no hice caso, porque pensé que no podías ser tú... espero que no sea cierto.
Jon le sostuvo la mirada un momento y luego fue a sentarse sin responderle.
-No comprendo nada... ¿me quieren decir que pasa?-dijo Charly sentándose sobre la cama.
-Hace un par de meses, escuche una conversación... un chisme, sobre la esposa de un juez... Decían que tenia un amante, y aunque no precisaban quien era... dijeron que era alguien de la Universidad, alguien en un cargo alto... y que la mujer del juez no era su única conquista. No me imagino al rector haciendo de Romeo por ahí, esta algo mayor... Ahora dime Jon, ¿estas seduciendo mujeres casadas?
-Seducir no es la palabra... no es eso.-dijo lentamente.
-Dios santo...-murmuro Stu sentándose a su vez, mientras Charly se quedaba con la boca abierta.
-No dramatices, ¿quieres? No hago nada de malo, se supone que soy un hombre libre. Y no creo que tenga que estar dando explicaciones de cómo manejo mi intimidad...
-¿Mujeres casadas? ¿De cuantas mujeres estamos hablando, exactamente?-intervino Charly, pero nadie le presto atención.
-Yo no pretendo meterme en tu cama Jon! Por supuesto que eres un hombre libre... solo me preocupa que algún esposo celoso te pegue un tiro por la espalda... ¿porque mujeres casadas?
-No tiene que ver con eso! ¿Te crees que ando eligiendo que tengan esposo?
-Entonces... ¿que estas haciendo?
-Divirtiéndome... desahogándome... relacionándome. Llámalo como quieras... no se que nombre ponerle. ¿Que quieres que haga? ¿Que no vuelva a ver una mujer el resto de mi vida?
-Claro que no. Me alegra que quieras volver al ruedo, pero... ¿mujeres casadas, Jon? ¿Porque no te buscas una prostituta, si tus necesidades son tan urgentes?
-Porque no tengo diecisiete años! Y porque no me satisface Stu, no me gusta! Esto es otra cosa. Es ver a alguien y que te guste y que le gustes y... solo pasa.
-¿Cuantas? ¿De cuantas estamos hablando?-volvió a preguntar Charly intrigado.
-No se... no llevo la cuenta-dijo con aire casi culpable.- y no todas están casadas... Además, es solo eso, pasarla bien. Casi siempre... es solo una vez. No permito que las cosas pasen a mayores.
VOUS LISEZ
Otra vida, otra historia.
RomanceJunto con su pequeño hijo, Jon recorre el camino que le lleva desde Londres hacía Sussex. Allí le espera un nuevo empleo, una nueva casa y (espera) una nueva vida. Atrás deja la ilusión de lo que no fue. El amor, la familia, y una prometedora carrer...