Capítulo 124

38 6 3
                                    



Jon no se sorprendió demasiado cuando vio aparecer a sus dos amigos por la casa, esa tarde. Sabía que el desliz que había cometido con Meg, llegaría a Stu rápidamente. Al principio le causo un poco de gracia. La forma en que se lo llevaron a la habitación y cerraron la puerta, con gesto cómplice, como cuando eran adolescentes. Y ese mismo gesto de entonces en sus caras. No... solo en la de Charly. Stu parecía... preocupado.

-A ver... ¿que demonios es eso de que tienes una amante?-empezó Charly tirándose sobre la cama con gesto divertido.

Pero antes de que Jon pudiera contestar, Stu intervino secamente.

-No es una... son varias. Al menos eso dijiste, ¿o no?

Jon se volvió algo sorprendido por el tono, le agradaba bastante mas lo bromista del médico...

-¿Como que varias?-intervino este asombrado- Vaya... ese es mi muchacho!

-Yo no me alegraría tanto si fuera tú.

-¿Porque? ¿Que tiene de malo?

-Espero que nada. Espero que lo que escuche hace un tiempo... y a lo que no hice caso, porque pensé que no podías ser tú... espero que no sea cierto.

Jon le sostuvo la mirada un momento y luego fue a sentarse sin responderle.

 -No comprendo nada... ¿me quieren decir que pasa?-dijo Charly sentándose sobre la cama.

-Hace un par de meses, escuche una conversación... un chisme, sobre la esposa de un juez... Decían que tenia un amante, y aunque no precisaban quien era... dijeron que era alguien de la Universidad, alguien en un cargo alto... y que la mujer del juez no era su única conquista. No me imagino al rector haciendo de Romeo por ahí, esta algo mayor... Ahora dime Jon, ¿estas seduciendo mujeres casadas?

-Seducir no es la palabra... no es eso.-dijo lentamente.

-Dios santo...-murmuro Stu sentándose a su vez, mientras Charly se quedaba con la boca abierta.

-No dramatices, ¿quieres? No hago nada de malo, se supone que soy un hombre libre. Y no creo que tenga que estar dando explicaciones de cómo manejo mi intimidad...

-¿Mujeres casadas? ¿De cuantas mujeres estamos hablando, exactamente?-intervino Charly, pero nadie le presto atención.

-Yo no pretendo meterme en tu cama Jon! Por supuesto que eres un hombre libre... solo me preocupa que algún esposo celoso te pegue un tiro por la espalda... ¿porque mujeres casadas?

-No tiene que ver con eso! ¿Te crees que ando eligiendo que tengan esposo?

-Entonces... ¿que estas haciendo?

-Divirtiéndome... desahogándome... relacionándome. Llámalo como quieras... no se que nombre ponerle. ¿Que quieres que haga? ¿Que no vuelva a ver una mujer el resto de mi vida?

-Claro que no. Me alegra que quieras volver al ruedo, pero... ¿mujeres casadas, Jon? ¿Porque no te buscas una prostituta, si tus necesidades son tan urgentes?

-Porque no tengo diecisiete años! Y porque no me satisface Stu, no me gusta! Esto es otra cosa. Es ver a alguien y que te guste y que le gustes y... solo pasa.

-¿Cuantas? ¿De cuantas estamos hablando?-volvió a preguntar Charly intrigado.

-No se... no llevo la cuenta-dijo con aire casi culpable.- y no todas están casadas... Además, es solo eso, pasarla bien. Casi siempre... es solo una vez. No permito que las cosas pasen a mayores.

Otra vida, otra historia.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant