Capítulo 59

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Cuando el lunes por la mañana llego a la casa Dashwood, las cosas no habían mejorado. No había tenido novedades de Amy en todo el fin de semana. No había aparecido por la casa, y cuando su padre no estaba, no pasaba tanto tiempo sin ver a Nat. O estaba enojada por el beso, o estaba enojada por su estúpida e incomprensible reacción. Como fuera... estaba enojada. Eso era seguro. Tampoco se la cruzo en la casa al llegar, y le pareció un alivio. Todavía no se sentía preparado para enfrentarla, porque no sabía que diantres le iba a decir.

Se sentó en su escritorio, con un suspiro, a esperar que llegara Camille.

La noche anterior tampoco había dormido bien. Le dolía la cabeza y tenia un humor de los mil demonios. Solo esperaba que la muchacha tuviera un buen día, como solía pasar últimamente, porque realmente no se sentía en condiciones de soportar tonterías. Hoy no.

Camille llego un rato después, toda sonrisas y buen humor, y Jon le dio gracias a Dios por esto. Parecía tener una excelente mañana y muchas ganas de charlar. Hizo algunos comentarios sobre el baile y bromeo un poco con él, cosa que lo distrajo un poco. "Eso tienes que hacer, concéntrate en la niña y olvida a su hermana", pensó. Por eso se permitió hablar del baile con ella en clase, cosa que de normal no hubiese hecho. El resto de la clase fue transcurriendo con normalidad, con una Camille que se levantaba mas de lo necesario para hacerle preguntas y se acercaba, también mas de lo necesario para mostrarle su cuaderno. Nada de esto fue advertido por Jon, que oscilaba entre tratar de concentrarse en lo que le preguntaba y pensar en Amy cuando ella se alejaba. Tal vez si no hubiese estado tan distraído, habría advertido las miradas cargadas de intención que la muchacha le echaba y no habría correspondido a sus múltiples sonrisas. Tal vez se lo hubiera pensado mejor... Pero su cabeza estaba completamente en otra parte, por mas que se esforzaba, no podía evitarlo. Y el hecho de que se acercara la hora de irse, no ayudaba. Contesto casi mecánicamente a las preguntas de Camille sobre la clase siguiente.

-Profesor, ¿mañana vemos literatura?

-Si, Camille, no hay problema...

-¿Podríamos leer a Shakespeare? Hace tiempo que quiero hacerlo.

-Si, si podemos. ¿Que te gustaría leer?

-Romeo y Julieta!-contesto con entusiasmo.

-Lo supuse...-dijo el con una media sonrisa.

-¿Porque dice eso?

-¿Porque a casi todas las jóvenes les agrada...

-¿Tan previsible soy?-pregunto ella haciendo un mohín que él ignoro por completo.

-No es eso... Es una historia romántica y trágica. Es lógico que te guste...

-Puedo traerla leída para mañana... no me ha dado mucha tarea y el libro no es tan largo... Podríamos comentarlo...-insinuó lentamente.

-Como quieras... no hay inconveniente.

Su mente ya estaba muy lejos, pensando en como salir de la casa sin ser visto. En cambio la de Camille funcionaba rapidísimo, imaginando una situación que solo ella veía. Se retiro saludando rápidamente y cerrando la puerta tras ella.

Jon junto todas sus cosas lo mas rápido que pudo. Bajo las escaleras rápidamente, mirando a los costados como si fuera un ladrón y salio de la casa poco mas que corriendo. Cuando monto el caballo en los establos, estaba maldiciéndose por dentro. Por cobarde y por la forma ridícula en que acaba de dejar la casa. Era completamente estúpido todo lo que estaba haciendo. Mientras atravesaba la puerta del establo pensó que seguramente Amy también trataba de evitarlo y estaría en su cuarto esperando a que se fuera para poder salir. Error.

Otra vida, otra historia.Where stories live. Discover now