Capítulo 103

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Se topo con el mayordomo apenas cruzo el hall de entrada, y la cara de asombro del hombre fue evidente, pues no había visto arribar ningún coche a la puerta de entrada. Antes de que tuviera tiempo de reponerse, Stu le dedico una amplia sonrisa y lo envió por su patrón.

-Hágame el favor de decirle que el Dr. Swanson desea hablar con él.-le dijo con tono seguro. 

Unos momentos después vio aparecer al dueño de casa con cara de pocos amigos y una rápida ojeada, le dio la pauta de que, al igual que ellos, este hombre no había dormido la noche anterior. Y también de que no era bien recibido.

-Es una hora un poco intempestiva para visitas, ¿no le parece doctor? Sobre todo para visitas sin invitación...

-Lo lamento, de veras. Pero me temo que no es una visita social, aunque me encantaría en otra ocasión...-le contesto con una sonrisa inocente, que se deshizo inmediatamente cuando continuo- Y en cuanto a la invitación... supongo que los asuntos legales no la requieren. Vengo en representación de mi cliente, el profesor Blanchard.

La expresión de Dashwood se endureció y echando una mirada fugaz al mayordomo lo despidió de inmediato. Luego se volvió hacia Stu y lo miro de arriba abajo.

-Esta bien... Sígame a mi despacho.

Al entrar, Stuart encontró algo que no le sorprendió demasiado. Otro hombre estaba sentado allí, y supuso acertadamente que era el abogado de la familia. Dashwood se lo presento brevemente como el doctor Jefferson, y luego los tres volvieron a tomar asiento.

-Yo manejare esto...-dijo el abogado, pero Dashwood lo interrumpió rápidamente.

-Cuando necesite de su intervención se la pediré.-le dijo secamente.

Jefferson hizo un gesto de impotencia con la mano, pero guardo silencio.

-Si ha venido hasta aquí...-comenzó el hombre recostándose en su sillón- me imagino que esta al tanto de los hechos, y se dará cuenta de que su amigo esta en serios problemas...

-Eso creí, y por eso me apresure a venir de Londres... Y créame que lo entiendo Sr. Dashwood. Entiendo su enojo y preocupación... yo también tengo hijas. Como padre debe ser un momento muy difícil.

Stuart le hablaba con un tono comprensivo y simpático, y al principio Dashwood pensó que venia en busca de un acuerdo o a pedir por su amigo. Pero la impresión le duro poco.

-Le decía que creí que Blanchard estaba en problemas serios, pero... al hacer mis primeras averiguaciones al respecto, me parece que no es tan así. Mas bien parece que la que esta en problemas... es su hija, señor.

Dashwood enrojeció de pronto y se echo hacia adelante, hablándole en un susurro.

-Me temo que no le entiendo.

-Si, tal vez no me explico bien... El caso es... que hay algunas cosas que me extrañan, me extrañan mucho. Por ejemplo, ¿porque en una situación tan grave como esta, no hay una denuncia policial? ¿Porque no denuncio a mi cliente aun?

-Porque esperaba asesoramiento... el doctor también estaba en Londres y acaba de llegar... Y además mi hija estaba trastornada. Quise resguardarla un poco.

-Me imagino... Pero usted es consciente de que en una denuncia de este tipo, por más trastornada que este la victima, las primeras horas son muy importantes...

-Las primeras horas de mi hija son importantes para su descanso, lo demás vendrá después... no lo dude.

Stu advirtió que Jefferson suspiraba y se tapaba los ojos con la mano. Seguramente él si tenia en claro lo que estaba diciendo, lo que no entendía es porque no intervenía.

Otra vida, otra historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora