¿Realidad o serie?

Capitulo 1: El día mas esperado

Abrí mis ojos lentamente y... ¡Auch! Estaba durmiendo en el suelo, ¿Cómo llegue hasta aquí? Me levante lentamente y ahí lo supe; Mi hermano pequeño y su miedo a la oscuridad que lo trajeron hasta mi dormitorio.

Bajé las escaleras y mi madre se encontraba desayunando.

-Buenos días- dijo con entusiasmo a la vez que colocaba el pan en el tostador.

-¿Qué hora es?- le pregunté dormida.

-Las diez de la mañana.

Mis manos se dirigieron a mi boca ante un largo bostezo. Luego, me senté frente a la mesa de vidrio esperando con ansias el desayuno.

-Hablando de tiempos... Si consigo el papel me tendría que quedar bastante tiempo en tu casa.

Ella levanto su vista y sonrió.

-Quédate el tiempo que quieras, me encantaría- decía a la vez que ponía los platos sobre la mesa-. No he podido comprender porque te fuiste de esta ciudad.

-Mamá, soy actriz. Hollywood me daba más oportunidades para lo que quería... Atlanta no mucho.

-Te extrañamos, Tommy y yo, cada día.

-Lo sé, y vendré a visitarlos más seguido.

Después de desayunar, me dirigí rápidamente al baño para alistarme. Tenía el casting a las 12:30 PM. Ni más, ni menos.

Tomé rápidamente el libreto junto con mi bolso para salir en mi auto camino al teatro. Y estaba apunto de cerrar la puerta, cuando mi hermano pequeño tira de mi brazo.

-¿Te vas otra vez?- me preguntó con dulzura.

-Enanito, iré a hacer un casting para quedar en una serie exitosa... Si me aceptan, podré quedarme más tiempo con ustedes.

Él asintió a la vez que me daba un cálido abrazo. Yo cerré mis ojos queriendo congelar el tiempo.

-Adiós- le besé su pequeña cabeza-, nos vemos.

Me subí a mi auto y maneje al teatro.

Mi nerviosismo ahogaba cada parte de mi cuerpo. Sí, tengo buena reputación como actriz, pero irreversiblemente siempre los nervios me comían antes de cada casting. Será por miedo al fracaso creo yo.

Entré rápidamente al teatro para dirigirme a la recepción. Al llegar, le sonreí con entusiasmo al hombre de lentes. Él se limitó a solo hacer su trabajo. Meh, amargado.

-¿Nombre?

- ___ ___.

Tardó unos segundos en buscar mi nombre en el computador.

-Puede pasar- dijo mientras me pasaba una tarjeta de identificación-. Adentro se encontrará con la señorita Willterna, ella le mostrará lo que debe hacer.

La puerta de cristal se abrió de par en par de manera automática. Yo entré en silencio y con la tarjeta puesta en mi pecho.

-¿____ ____?- me dijo una voz fina detrás de mi.

Al girar, observé a una mujer robusta y pelirroja que me sonreía de oreja a oreja. En su tarjeta decía "Willterna De Santiz". Vaya nombre.

-Sí, soy yo.

-Es un placer conocerte, soy Willterna, encargada de la dirección de casting y sus procedimientos. Sígueme.

La seguí atravesando algunos pasillos. El lugar no era espacioso, pero si increíblemente hermoso. La mujer paró al llegar al escenario, donde pude observar a tres personajes que se encontraban conversando.