Capítulo 29: Escuadron Z-21

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Diría que he avanzado dos kilómetros de donde me encontraba. Estaba rodeada por tres hombres altos en el Hummer H1*, sentía que en cualquier instante decaería.

-¿A donde nos dirigimos?- pregunte firme.

No obtuve respuesta. Mire mi pie y había una cicatriz en forma de cruz, luego recordé.

Tres desconocidos de prendas oscuras me habían secuestrado en un coche negro, no podía quedarme de brazos cruzados así que reaccione.

-Suéltame- mi puño se dirigió al rostro de un individuo alto acompañado de una metralleta.

Las dos mujeres empezaron a perseguirme al escapar, una de ellas levanto su arma y me disparo tres veces en el pie y en mi pierna. Al caerme, mi rifle cayó y no alcance a agarrarlo ya que era demasiado tarde... La sangre quedo esparcida en el suelo al igual que mi arma. No sé cómo me dejo en forma de cruz, como cicatrizo tan rápido, ni cómo salió tanta sangre, solo sé que sentía dolor.

-Ya llegamos- dijo el militar en un tono varonil.

Pude ver un campo militar gigantesco, no tanto como el anterior peor era de gran tamaño.

-Una mujer le explicara cada detalle al llegar- dijo el hombre al acercarse a la reja-. Suerte, militar- la ultima palabra me intimido.

Me bajé del Hummer H1, y luego se fueron. Un guardia de seguridad de unos cuarenta y tantos años, alto y de cabello claro me recibió con una sonrisa.

-Bienvenida, Danai, aquí está tu cédula de identidad.

El hombre me pasó un carnet de color blanco, solo con mi nombre completo y datos personales.

-Soy Alfred, para servirte, encargado de la entrada... creo que nos veremos seguido ya que este es tu escuadrón.

-Ehm...Hola, ¿la cédula no tiene fotografía?

-Una mujer te enseñará cada detalle- dijo recordándome al hombre de antes- sigue la luz, te guiara a la entrada.

Su mirada se dirigió al suelo, le seguí el juego y había una luz paralela que tenía una dirección desconocida.

-Está bien, gracias.

Seguí las órdenes de Alfred, hasta llegar a un gran portón metálico. Una mujer idéntica a la anterior me recibió, en realidad era aquella militar.

-¿Larissa?- ella sonrió y asintió.

-Has acertado, mi nombre es Larissa Segunda.

<<¿Que mierda?>>

-Me dijiste que eras Larissa Primera.

-Ella es una de las primeras monitores de todos los campos militares, yo me encargo del escuadrón Z-21.

La mujer posó su dedo índice en la pantalla que se encontraba en la puerta.

-Solo yo tengo derecho a la huella digital falsa, ustedes los humanos tienen que apoyar su dedo índice en el lado izquierdo, luego sentirán una punzada de dolor y la sangre hará contacto con el identificador.

-¿Bromeas? ¿Que son ustedes?

-Somos fuentes de robots inteligentes.

No respondí. La puerta se abrió y pude divisar diversas personas con trajes militares movilizándose de un lado a otro.

-Bienvenida al escuadrón Z-21, cada escuadrón se divide según la edad; tu estás entre las personas de treinta a cuarenta, pero a comienzos del próximo año tienes que cambiarte al escuadrón Z-22 (40-50), tu fotografía será sacada mañana por la mañana por tu comandante de división.

-¿Perdón?

-Cada escuadrón tiene su división, además tienes que aportar a ello con tu comisión del día y peleando a las afueras del campo, con los infestados para salvar vidas.

-¿Hasta qué edad alcanza el campo?

-Hasta los sesenta años, después no se admite- la mujer seguía caminando hasta llegar a una lujosa habitación-. Alice Brooks, ella la nueva integrante de tu división.

La bella mujer de cabello castaño y ojos avellanos se dio vuelta a mirarme, me parecía muy conocida.

-Bienvenida, soy Alice Brooks, jefa de la división 3- tenía un aspecto fuerte e inteligente.

-Soy Danai Gurira, un placer.

-Lo sabía, me habían informado de tu llegada hace una hora- empezamos a caminar por el lugar.

-Supe que vienes de Estados Unidos.

-No sé cómo llegue hasta aquí.

-Te sedaron por oponerte, el viaje dura nueve horas.

-¿Tu eres de aquí?

-No, también era de Estados Unidos- suspiro-. Fue horrible ver a mi madre morir y no saber dónde estaba tu hermano pequeño.

-Lo siento...

-Aquí la fuerza militar es muy dura, pero te hace vivir.

-¿Que es de los pequeños?

-Ellos no combaten a las afueras del campo, solo practican hasta cumplir los doce.

-¿Como llegaste hasta aquí?

-Después de que ni madre murió, fui a buscar a mi hermano y me encontraron- sacó una llave de su bolsillo y la puso en la puerta de una habitación.

-Era muy fuerte, así que me pusieron como jefa de esta división.

-¿Cuantos años tenía tu hermano?

-Veinte...Max era muy joven.

La mire rápidamente, ¿podía ser quien yo creía? Podía ser coincidencia que se parecieran, que se llamara igual que su hermano y que tenga la misma edad. ¿COINCIDENCIA?

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Hummer H1: Coche militar.

¿Realidad o serie? Where stories live. Discover now