¿Realidad o serie?

Capitulo 26: Mas sangre y ¿Muerta?

Podía sentir luces de linternas en las ventanas, no sabía de dónde venían. Me levante apenas y mire curiosamente; eran rayos. Mire mi reloj un poco asustada por los fuertes ruidos, eran las siete y media de la mañana. Estaba cansada, me quede dormida a las una de la madruga pensando y reflexionando sobre lo que sucedió ayer.

Andrew y Norman encontraron el rifle de Danai, ¿cómo supieron que era de ella? Pues estaba marcada con su nombre.

Camine por los pasillos para asegurarme si alguien estaba despierto. Solo pude oír gritos desde el laboratorio de Harry, rápidamente me dirigí al lugar mientras corría descalza, podía sentir clavos en mis pies de lo frío que se encontraba el suelo.

-¿Harry?- mi cabeza se asomó en aquellos vidrios transparentes y pude divisar al científico sentado, con las manos en el rostro.

Levanto rápidamente su cabeza y me miró paranoico.

-¿Que haces despierta a esta hora?- dijo nervioso.

-Los relámpagos me despertaron, ¿que te sucede?

-No quieres saberlo.

-Si quiero.

La manía que sufro la mayoría de las veces, es que la curiosidad nunca se va de mi.

-Ve a recostarte.

-No quiero- le respondí.

Harry me abrió la puerta de su laboratorio y entre sin previo aviso. Por la rapidez que lo hice no me fijé en los vidrios que estaban en el suelo, ya era demasiado tarde... solo sentí la punta del vidrio entrando en la planta de mi pie y un grito ahogado.

-___, ¡puedes tener más cuidado!- dijo Harry desesperado-. Tendré que curarte, como cada día.

¿Que me sucede? Siento que la sangre quiere huir desesperadamente de mi cuerpo estos últimos días.

Harry me tomo y me llevo a mi habitación. Sacó la caja de medicina y posó un cojín bajo mi pie.

-A la cuenta de tres- dijo mirándome fijamente.

Mire el techo para tranquilizarme pero no funcionó, la lluvia contra las paredes me hacía temblar.

-Uno...Dos...- sin contar tres saco rápidamente el vidrio provocando mi segundo grito, creo que desperté a todos.

-Oh dios, ¿sabes contar?

La herida no fue intensa así que no eran necesarios puntos ni nada por el estilo, y tampoco desperté a alguien con mis gritos. Harry se sentó a mi lado con el diario New York Times, su favorito aunque viviera en otro lado.

-¿Me contarás que fueron esos gritos de la mañana?- le pregunte con confianza.

Me miró lentamente, cerró el diario y dejo el papel en una mesita de centro.

-Es que... es complicado.

-Está bien, mejor no me entrometo.

-Bueno, te contaré- su tono de voz bajo por la lluvia que iba desapareciendo poco a poco-. Tengo una enfermedad, no está relacionada con los muertos.

Se aclaró la garganta.

-No tengo idea de cuál es, como médico diría que no se ha visto..

Mi mirada fue de completa impresión, ¿era contagiosa.

-¿Es contagiosa?

-No lo creo, ustedes estarían de la misma manera que yo hace bastante tiempo.

-Está bien, pero ¿por qué los gritos?

-Esto me afecta al sistema nervioso, con algunos dolores musculares y vomito.

-¿Por que no me dijiste antes?

-No lo sé.

-No te preocupes, estaré si me necesitas.

-He intentado alguna cura pero nada sirve, menos a estas alturas- dijo con tristeza-. No durare demasiado, no tengo tratamiento alguno.

-No digas eso.

Harry me sonrío y se fue de la habitación.

Emily y Chandler me hacían compañía en los jardines mientras tomábamos un descanso.

-¿Que pasará con la búsqueda de Danai?- le pregunte a Chandler.

-Cuando encontraron su rifle las posibilidades de supervivencia eran escasas, ¿con que se defendería?

-Que lastima, ¿cuál será la verdad de todo esto?

Mire a Emily y estaba jugando con unas muñecas entre el trigo.

-Ten cuidado, Emi.

Ella me miró y sonrió.

-¿Como está tu pie?- me preguntó Chandler.

-Mucho mejor, no fue para tanto-Él me sonrío y me besó.

-Será mejor que te quedes un rato más antes de ir a buscar a Danai, este día será una larga búsqueda.