¿Realidad o serie?

Capitulo 5: La granja y el granjero

Al otro día decidimos alejarnos de la ciudad para ir al campo. Encontramos una granja con una casa muy grande a su lado, preguntaríamos si podíamos pasar la noche allí.

Todos nos bajamos de la camioneta al llegar a la granja. Habían unas rejas de metal que no dejaban pasar a la casa.

Un chico de mi edad se acerco a Lincon, era bastante guapo pero en medio de un Apocalipsis quien piensa eso.

-¿Quienes son?- su voz era fuerte, estaba serio mirándonos a cada uno.

-No tenemos donde pasar la noche- dijo Andrew-. ¿Puedes dejarnos quedar hasta que encontremos un lugar?

-¿Como se si son de confianza? El Apocalipsis apenas ha empezado y ya he matado a diez personas.

-No son personas- dije con firmeza captando la atención del desconocido.

-¿Te conozco?- trago saliva mirándome fijamente de arriba abajo.

-No lo creo, te hubiera recordado.

-Es actriz, la pudiste ver en la tele- dijo Chandler fríamente-. No se si tienes televisión aquí pero somos actores de The Walking Dead.

-Y ¿eso que?

-Si no tuvieras donde pasar la noche y encuentras una gran casa con alguien viviendo allí, ¿pedirías que te dejaran quedarte por un tiempo?- mi tono de voz era seco y frio, no era yo era Skyler la que pronunciaba aquellas palabras.

-Esta bien, por mi se quedan pero tal vez mi jefe los haga dormir en el granero.

-¿Puedes llamarlo?- dijo Andrew.

-Esta bien- entro a la casa y luego nos abrió la puerta-. Los espera adentro de nuestra casa.

-Gracias.

Estacionamos la camioneta y luego entramos a la casa.

Un hombre de aspecto mayor se encontraba sentado en una silla, tenia puesta una camisa de cuadros roja, un cinturón marrón y unos vaqueros negros. Al notar nuestra presencia se levanto lentamente hasta quedar recto y tomar su bastón de madera.

-Max, llévalos al granero- dijo débilmente.

-¿Perdón? ¿cree que somos caballos?- dijo Norman sorprendido.

-Cálmate, Norman- lo tranquilizo Andrew- gracias por darnos un espacio.

-Abuelo, tenemos muchas habitación- el anciano fulmino a su nieto al oír aquellas palabras.

-Esta bien, pero si llegan hacer algo inapropiado les apuntare la escopeta en la cabeza- empezó a toser- llévalos a las habitaciones, Max- él asintió.

Norman suspiro tratando de contenerse, su hija lo abrazo y lo calmo.

Dejamos nuestros bolsos en cada una de nuestras habitaciones. Norman y Magnus estaban encerrados en sus habitaciones, Rick y Steven hablaban con el anciano, y yo veía el atardecer, siempre lo hago.

-Hola- mire hacia atrás y estaba el chico desconocido.

-Hola- volví a ver los anaranjados cielos.

-¿Como te llamas?- se acerco a mi y se sentó a mi lado-. Soy Max, Max Brooks.

Tenia el cabello alborotado, sus ojos claros me miraban fijamente con una media sonrisa en el rostro.

-Soy ___ -él me miro sorprendido-. ¿Por qué esa cara?

-¿Ese chico de cabello negro es tu novio?- cambio rápidamente de tema.

-No, es un amigo- Max suspiro y me sonrió.

-¿Sabes cazar?- moví mi cabeza en signo de no- podría enseñarte si quieres.

¿Ir al bosque con un desconocido en pleno atardecer y solos? No, gracias, no soy una presa tan fácil.

-Estoy cansada, podría ser despues.

-Esta bien, er...- dejo de hablar al notar la presencia de Chandler.

-Hola Riggs- le dije con una sonrisa, él me la devolvió.

-Hola __.

-Chandler, él es Max.

Chandler no lo saludo, solo se quedaron mirando entre si como dos estatuas de cera una en frente de la otra.

-Pensándolo mejor Max, ¿tienes algo de beber?- mentí.

-¿Te agrada un jugo de naranja?

-Claro- Max se levanto y entro a su casa.

-¿Que fue eso?- dije entre risas.

-No lo se- dijo sentándose a mi lado-. Me siento sucio y no es el maquillaje.

Los dos sonreímos.

-Oye, y pensar que estábamos apunto de besarnos- él se sonrojo.

-Cuando había sentido el roce de tu respiración en mis labios escuchamos el grito y la escena no se grabo- tomo una pequeña flor y me miro por unos segundos-. Conocerte en un mes me hizo saber mucho de ti.

<<¿De dónde ha salido eso Chandler Riggs?>>

-¿Por qué lo dices?

-Porque eres tan...- sentimos el ruido de la puerta. Max salió de su casa.

-Gracias- tome el vaso con delicadeza.

-De nada... Yo.... Los espero adentro para cenar- me sonrió y se fue.

-Eso fue extraño- dijo Chandler.

-Oye, ¿qué me ibas a decir?

-No lo recuerdo- dejo la flor en mi regazo-. Quiero ver a mis padres, necesito saber si se encuentran bien.

-¿Por qué no le diste la dirección a Andrew?

-Mis padres viven en Inglaterra...

Quede en completo silencio, se debe sentir horrible estar lejos de tu familia mientras estas en el borde de la muerte.

Acaricie el cabello de Chandler suavemente con mi mano y lo mire a los ojos. Sentí que su mirada me decía miles de palabras sin poder expresarlas a través de sus labios.

-Todo estará bien, no te preocupes, la realidad y la ciencia ficción tienes sus propiedades- él tomó mi mano y me tomo delicadamente del mentón.

Sentí un escalofríos de pies a cabeza, hace un mes conocí a Chandler y estoy empezando a sentir cosas por él.

-Eres una chica increíble- nuestros ojos no se separaban-. Y también la mas hermosa- no pude evitar sonrojarme al igual que él, mis mejillas se ruborizaron e inmediatamente separe mi mano, no pude contenerme y salí corriendo a la vez que hablaba.

-Es mejor que entremos....ehm.... Se está oscureciendo- entre rápidamente a la casa.

Vi a Magnus sentada en el sofá de cuero, estaba sola mirando por la ventana mientras se abrazaba así misma. Me acerqué a ella y le hable.

-Hola Magnus- le sonreí a la rubia.

-Hola- me sonrió.

-¿Por qué tan sola?

-Estoy recordando la muerte de mi madre, ella solo trato de protegerme y la mordieron.

-Mientras que yo no encontraba por ninguna parte a mi hermano y a mi madre en mi propio hogar, odio este día aunque ¿quien no? Nadie sabe si el mundo entero está sufriendo esto, además el gobierno no dio ninguna información- ella asintió.

-Me nos mal que hay otra mujer entre nosotros o estaría en silencio todo el tiempo.

-Podemos ser amigas.

-Esta bien- me sonrió.

Los pensamientos malos y tormentosos dejaron ver una sonrisa de felicidad, se sintió bien ayudar a alguien.