Capítulo 22: Emily, la niña del bosque

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Desperté con nauseas, dolor en el abdomen y mareo, me sentía asustada ya que la herida de la bala no estaba sanando como antes.

-Mierda.

La única palabra que se escapó de mi boca cuando estaba apunto de salir, me toque el abdomen y caí al suelo. Chandler me ayudó a levantarme inmediatamente con ayuda de Harry, me llevaron a la camilla y levantaron mi pollera.

-La herida- dijo Harry. Los puntos se estaban saliendo-. Chandler, tráeme alcohol, aguja e hilo.

-Dios, ¿qué ocurre?- mire mi herida y no había cicatrizado-. Antes de ayer me di un baño en el río y estaba perfecta.

-Creo que te di de alta muy temprano, ¿te has golpeado últimamente?

Intenté recordar los días anteriores, me acorde cuando estaba con Max cosechando trigo, y la vez que estaba con Chandler en el río; La guadaña paso a llevar mi abdomen pero no le tome importancia, al día siguiente sentí el dolor.

-Cuando cosechaba trigo sin querer roce bruscamente la guadaña en mi abdomen- Harry elevó su vista y movió su cabeza de arriba abajo.

-Entonces eso es- Chandler le pasó los objetos pedidos y este empezó el procedimiento-. Muerde esto y grita todas las groserías que quieras.

Mordí un paño y Harry enterró la aguja en la piel.

-¡PUTA MADRE!- el ardor en la carne era insoportable, lo decía por el alcohol mezclado con la sangre-. A LA MIERDA- sentía que Gibson no terminaría nunca.

-Listo- dijo después de un minuto y medio.

-Gracias...

-Tienes que descansar hasta que se cicatrice de verdad, puedes hacer lo que quieras menos levantarte.

-Esta bien, gracias- Andrew, Norman y Steven entraron confundidos a la habitación.

-¿Qué sucedió?- preguntó Andrew.

-Los puntos de ___ se abrieron- Steven abrió la boca en signo de dolor.

-Entonces tiene que descansar.

-A veces siento que soy una carga- los cinco me miraron horrorizados-. No puedo ayudar en la cosecha, nada.

-Repites eso otra vez y te disparo- dijo Andrew.

Sonreí y tome el libro que me obsequió Harry.

-Esto me va a entretener.

Harry me sonrió y salió de la habitación.

-___, ¿te molesta quedarte con Harry? Tenemos que ir al supermercado a sacar unas cuantas cosas.

-Esta bien.

Chandler me pregunto si estaría bien y yo asentí. Todos salieron de la habitación y salieron de la clínica, Harry fue a su laboratorio.

Después de unas horas el sueño se presentó en mi, deje el libro a un lado y me arrincone en la cama. Sentí una voz pequeña al exterior de la clínica, lamentablemente no podía levantarme así que no le di importancia.

-¡Mamá!- abrí los ojos rápidamente y me levante cojeando. Mire por la ventana y pude divisar a una pequeña niña de seis años corriendo por el bosque.

-Oh dios- agarre mi rifle y le grite a Harry, pero no me escuchó-. ¡Harry!

Deje de llamarlo y salí yo misma de la clínica, abrí las puertas y corrí apenas por el bosque. Gritaba de dolor por la herida pero necesitaba salvar la vida de esa pequeña.

-¡Niña!- grite dos veces hasta que se acercó a mí-. No tengas miedo pequeña, salgamos de aquí.

Era una niña de seis años, de cabello castaño claro y ojos azules como el mar. Se veía traumatizada, puedo imaginarme lo que le acaba de ocurrir.

-Mi madre... No sé qué le sucedió- su mirada bajo y una lagrima cayó al suelo-. Le caía sangre por la pierna y me dijo que huyera.

Tome a la menor de los brazos y la lleve a la clínica. Podía sentir el dolor en mi abdomen pero lo olvide para no asustar a la pequeña.

-Cuéntame, ¿solo estabas con tu madre?- pude ver a un caminante vagando, todavía no se daba cuenta de nuestra presencia pero lo haría pronto.

-Si.

-Quiero que me mires al rostro, ¿cuál es tu color favorito?- la niña miró mis grandes ojos y se concentró en ello, tal como le dije.

No pasaron dos minutos y el zombi corrió hacia nosotras, eleve mi rifle y le dispare a la vez que le sonreí a la pequeña, esta cerró sus ojos y se aferró fuertemente a mi.

-El celeste.

A la vez que mis pasos se aceleraban sentía que los puntos se volvían a salir, qué suerte la mía. Abrí el portón y lo cerré rápidamente para después entrar a la clínica.

Me tiré a los fríos suelos de la entrada y toque delicadamente mi abdomen, podía sentir el dolor.

-___, eres es...- Harry se quedó sin palabras al verme con una pequeña gota de sangre en mi pollera y a mi lado una pequeña niña sin rumbo-. ¿Quién es?

-La oí desde mi habitación, le salvé la vida.

-¿Cuál es tu nombre?- le preguntó Harry mientras se arrodillaba a su altura.

-Emily.

-Necesito... que me cures, por favor, necesito ayudar a Emily.

Harry asintió y me llevo a mi habitación. Tome de la mano a la pequeña y le sonreí, pude sentir que la menor se sentía protegida a mi lado.

¿Realidad o serie? Where stories live. Discover now