¿Realidad o serie?

Capitulo 10: Julio

Desperté por los ruidosos truenos. Mi alarma sonó, eran las seis de la mañana del 23 de julio, el esperado día en que saldré de esta jaula.

Me puse una chaqueta de cuero, una pollera,unos jeans y zapatillas. Sentí que alguien tocó mi puerta, era Steven.

-¿Estás lista?- también estaba abrigado. Traía su mochila en la espalda y una pistola en la mano.

-Si- tome mi diario, ropa y lo puse dentro de mi mochila.

-Te espero abajo.

Cuando estaba apunto de salir, Chandler se interpuso.

-¿Qué haces despierto a esta hora?

-Sabia que te irías temprano.

Estaba vestido; su pollera blanca, jeans, zapatilla y su gorro.

-Mejor, así podemos despedirnos sin cartas- su respiración era lenta, creía que en cualquier momento dejaría de hacerlo.

-No te vallas, pasaría mis días en soledad.

-Esta Magnus, es una chica de casi tu edad, se llevarán bien con el tiempo- tomo delicadamente mi mano.

-No te vallas, hazlo por mí...

-Dame una razón para no hacerlo- él sonrió.

Chandler me tomo de la cintura a la vez que sus labios rozaron con los míos, por primera vez me sentía en el paraíso. Cerré mis ojos y le seguí la corriente. Jugaba con su cabello y no me separaba, no quería hacerlo jamás.

-¿Esa es una razón?- yo asentí.

-¿Por qué me haces las cosas más difícil?- lo abrace y cerré mis ojos-. Ahora no podré dejarte.

-Si te vas te extrañare por el resto de mi asquerosa vida, te amo.

-Te amo, Riggs.

Todo estaba en silencio, podía oír los latidos de nuestros corazones... No quería separarme de él jamás.

-Necesito que estés a mi lado por siempre.

-Después de esto no te dejaré, maldito.

-Iremos contigo; Norman, Andrew, Max, Morgan, Steven y yo.

-Los demás no querrán.

-¿Tú crees?- Max apareció detrás de Chandler con el rostro serio.

-Estuve obligado a decirle.

-Ya se porque me dijiste eso aquella noche- me dijo Max tirando la mochila de Chandler a sus pies-. Los demás se están vistiendo.

-¿Los demás?- dijimos yo y Chandler al unísono.

No pude evitar sonreír.

-Les dije a los dos.

Nos reunimos en el primer piso, con todos los bolsos.

-¿Vendrán con nosotros?- preguntó Steven.

-Si, Chandler y Max ya sabían.

Mire a Chandler y me dio un pequeño beso que dejó confundidos a todos.

-Y ¿eso?- dijo Magnus entre risas.

-Ese tema lo dejaremos para después- dijo Norman.

-Opino que salgamos mañana en la mañana para que tengamos más tiempo de arreglar las cosas- expresó Max entre dientes.

-Esta bien, solo porque aceptaron ayudarnos.

Todo el día ensayamos disparos con diferentes armas. Max fue el encargado de guardar la mercadería en algunos bolsos, Andrew de la ropa, Norman de las armas, Magnus de las radios y mapas.

-Puedes llevar un bolso lleno de libros- le dije a Max mientras sacaba bolsos de su armario.

Él me miró fijamente y después me corrió la mirada.

-Estoy ocupado.

-¿Entonces por qué piensas ayudarme?

-Porque sé lo que significa sufrir la pérdida de alguien.

Tome Romeo y Julieta y se lo puse a su lado

-¿Para qué me sigues hablando? Sabes que me gustas... Me hieres aún más cuando haces como que no ha sucedido nada.

Quede en silencio.

-Solo quería desearte las gracias, por acompañarme y decirle a los demás.

-Esta bien...- tomo los bolsos y salió de la habitación.

Fui al jardín con un arco. Magnus estaba disparando a las latas de bebida erróneamente.

-¡Por la puta mierda!- al escuchar mi risa se sonrojó por decir aquellas palabras frente a mi-. Disculpa, no sabía que estabas aquí.

-No importa, ¿te cuesta disparar?

-No sabes cuánto, he estado intentado más de diez minutos.

-Por más tormentoso que suene, dispara a tu punto como que fuera el infestado que mordió a tu madre.

Se quedó en silencio con ojos de cristal. Podía sentir su respiración y como apretó el gatillo... Acertó.

-Has pasado la lección dos.

Ella sonrió.