10. La maraca ha vuelto.

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La Gabi no podía creer lo que acababa de escuchar.

No voy a olvidarte, Gabriela.

Esas habían sido las palabras del Ignacio. Cinco palabras, una coma y un punto; todo eso bastó para paralizar completamente a la Gabi.

— No pongai esa cara. Gabriela, no lo voy a hacer, no voy a renunciar a ti y a lo que siento — le dijo él al ver que la Gabi no lograba decir nada.

— P-p-pero Ignacio q-que estai diciendo — tartamudeó nerviosa.

— Estoy diciendo que no te voy a olvidar, porque no quiero y porque puedo. Me puedes ver cómo un obsesionado de mierda y todo lo que quieras, pero yo de verdad te amo y no por las actitudes de otras personas voy a traicionarme a mi mismo dejando que te me escapes nuevamente — le contestó tranquilo.

¿cÓMO MIERDA NO ESTÁ ALTERADO? ALÓ AMBULANCIA AQUÍ UNA PACIENTE QUE ME DA UN PARO.

Pensó ella.

— Ignacio escúchate, escucha las weas que estai hablando no sea-

— No son weas — le cortó — Es lo que siento — le sonrió con esa sonrisa suya que irradia luz, pero la sonrisa que le estaba regalando brillaba mucho más de lo normal, cómo si no hubiera sonreído en mucho tiempo — Voy a volver a enamorarte, así que prepárate — sentenció seguro de si mismo.

[...]

Narra Gabriela.

— Me estai weando — fue lo primero que dijeron los cuatro cuando les conté lo que pasó con el Ignacio.

— Ojalá — suspiré y me deje caer en la colchoneta — No sé que chucha voy a hacer weon — me tapé la cara con las manos — Ese hombre de verdad me estresa — murmuré lo último.

Última hora de la mañana de un día Jueves. Había pasado una semana de mi conversación con el Ignacio y recién les estaba contando a los cabros.

— ¿Cómo que no sabes que hacer? Gabriela, yo creo que deberías darle otra oportunidad — me dijo la Génesis mientras que el Fabian la abrazaba por detrás.

— Lo suyo fue tan rápido que creo que no tuvieron tiempo pa conversar algunas cosas cachai. Tenis que hablar con él — me aconsejó mi prima sentándose en la colchoneta de al lado.

— Pero sin ponerse a pelear si po, no vei que eris manda a hacer pa discutir por too' — me advirtió la Arlett como si fuera mi mamá.

El Fabian iba a decir algo pero el sonido del silbato llamó nuestra atención.

— Tres vueltas a la cancha y después elongamos ¡Rápido! — la profe aplaudió y nos pusimos a correr entre los cuatro. La Manu terminó de las últimas porque se cansaba entero rápido la floja culia.

Hicimos los típicos ejercicios de elongación individuales y luego en pareja. Mi opción más cerca era la Manu así que la agarré de la muñeca y la tiré hasta donde estaba yo. No quería que me dejaran sola y llegara el Ignacio.

Miré y el Fabian estaba con la Génesis mientras que la Arle... oh chutcha, cómo agarró tanto vuelo.

Estaba con el Julián.

La miré y le hice una cara al estilo emoji de luna y articuló con sus labios sin que ningún sonido saliera la palabra "weona". Ay si es tan tierna, yo igual la amo.

Weona yeta 2: Yetecidad al doble.Where stories live. Discover now