Desperté en la camilla de un hospital. Sola. Con la cabeza martillándome por dentro. Sentía un olor a humo horrible y mi ropa estaba un poco negra.
— Hola, ¿Puedes decirme tu nombre? — preguntó un señor, que a juzgar por su ropa era doctor.
— Gabriela — dije sin vacilar y me quejé.
— Quizás esto sea difícil... Es el año 2023, llevas en coma un tiempo y...
— ¿QUÉ? — grité y lo miré entera asustada.
— Es broma, te desmayaste por el humo del incendio
PERO FUDBDKFSIF AHHHH, VIEJO RE CULIAO QUE WEA SE CREE ASUSTÁNDOME ASÍ QUE PIENSA QUE UNO-
— ¿Incendio dijo? — mi voz cortó a mis pensamientos. ¿Qué wea pasó?
— Sí, hace unas horas.
Cerré mis ojos intentando acordarme de algo.
Flashback
Los cabros habían llegado y estábamos dispuestos a cocinar. La Arlett había traído papas pre-fritas, que cocinaríamos con fideos spaguetti y carne al horno.
Todo bien, el Fabi y Dylan y frieron las papas en el patio, Arlett e Ignacio la carne, finalmente Julia y yo los fideos. Pusimos a calentar el agua con aceite y todo bacán hasta que la Julia llegó y echó los fideos sin partir a la hoya, fue ahí cuando me di cuenta que había dejado la llama de la cocina muy alta y empezó a hervir el agua rápidamente, como mentitas en coca-cola. En un intento desesperado por no dejar la cagá tapé la olla rápido mientras la Julia se cagaba de la risa. Error. Chiquillos nunca, por ningún motivo, tapen fideos hirviendo.
De la nada a los fideos crudos por la punta que salia de la olla se les prendió fuego y agarró un mantel que estaba muy cerca.
— cONCHETUMARE IGNACIO TRAE EL EXTINTOR — dije desesperandome. Saque agua de la llave en un vaso y se la tire pero la wea prendió más y cada vez se incendiaban más cosas. El humo cada vez era más denso y el calor insoportable. Todos habían salido de la cocina menos yo, esperando que el Ignacio trajera el extintor.
El weon se veía como héroe pateando la puerta de la cocina, entrando con el extintor en una mano. Cuando lo uso me di cuenta por qué.
La wea estaba vacía.
— ¡Gabi tienes que salir, eso está vacío! — escuché a la Julia gritar en inglés, desesperada.
— LLAMEN A LOS BOMBEROS CONCHETUMARE
— QUE WEA ESTA PASANDO AQUÍ
— HAY FUEGO WEONA
— BOMBEROS BOMBEROS, MI CORAZÓN ESTÁ QUE ARDE
— CÁLLATE AWEONAO Y LA CONCHETUMARE
Me había resbalado con el agua que cayó al piso de la olla y el Ignacio en un intento por rescatarme, me pegó con el exitintor en la cabeza y no supe nada más.
Fin flashback
— Conchetumare — murmuré y me apoyé en la camilla — ¿Qué pasó después? ¿S-se quemó mi casa? — estaba apunto de ponerme a llorar. Gabriela culia como tan tonta por la conchetumare.
De repente sentí unos brazos rodeandome mientras yo lloraba.
— No cabra tonta — susurró dejando besos en mi pelo pasado a humo — Solo unos muebles — era mi mamá.
[...]
A la hora siguiente ya estaba fuera del hospital, con todos esperándome. Julia y Arlett tenían la cara hinchada de tanto llorar y apenas me vieron corrieron a abrazarme.
— Weona me asustaste más que la chucha — lloriqueaba la Arlett, mientras Julia decía cosas en inglés que no lograba descifrar por el dolor de cabeza.
— Chiquillas, cálmense — les dijo mi mamá — La Gabi aún no se siente bien del todo — La Arlett se apartó llevándose a Julia con ella y los otros tres simios me miraron preocupados. — Vamos a casa.
*****
-deja esto y sale corriendo-
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Weona yeta 2: Yetecidad al doble.
Teen FictionEl caso de Gabriela Gómez era increíble, la manera en que la mala suerte, mala cuea, yetecidad o como quieran decirle, la perseguía no era normal. Al terminar farreándosela con su beca, debe volver a terminar cuarto medio a Chile en su antigüo cole...