Temporada 1. Capítulo 5

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Hubiera deseado jamás haber visto aquellos ojos verdes esmeralda, maldecía el día en que sus miradas se conectaron y el corazón de Sasuke latió con fuerza, aborrecía esas pequeñas ilusiones que crecieron en el. 

 Nadie podía llegar a tener la idea de cuánto Sasuke se odiaba, odiaba lo mucho que podía significar alguien para el, porque nunca sabían los sentimientos que provocan en su pequeño corazón, que se agita con muestras de amor demasiadas simples sinceramente para que el azabache le diera mucha importancia. A pesar de que había sido traicionado más veces de las que podía tener memoria, tal vez el motivo de su ilusión era porque jamás recibía afectos de amor de quien suponía le debieron de haber rodeado en su infancia. 

La ausencia de calor y compresión hicieron a una Sasuke fácil de lastimar, bien lo sabia, sabía que él tenía la mayor parte de culpa al permitir que lo lastimaran pero aún seguía ese sentimiento de que algún día llegaría una persona que no lo desecharía, y aceptaría cada defecto y virtud suya, por qué sabía que tenía virtudes a pesar que no podía verlas tan fácilmente. 

Gaara llegó a su vida, precisamente cuando itachi murió, cuando tenía su alma rota y sus esperanzas quebrantadas, cuando su pobre y miserable vida ya no tenía motivos de seguir.

Apareció justo enfrente suyo, presentándose en la clase en donde el estudiaba, y en el momento en aquel nombre saliera de los labios, de un chico alto, de piel pálida y cabello rojizo, de mirada profunda color esmeralda, fue imposible para Sasuke no tener el nombre de "Gaara no Sabaku" en su mente. 

Le había atraído desde el primer momento en que lo vio entrar al aula. 

Gaara había sido lo más cercano a sentir "a su alma gemela", porque ningún varón había hecho revolver su estómago, nadie había sido capaz que en su pecho se formará un cálido color y una opresión de tal forma que podía hasta doler. 

Sasuke había sido una luz entre la oscuridad en que vivía el pelirrojo, el azabache tenía algo distinto, un aura comprensible alrededor suyo, un cuerpo pequeño que deseaba ser protegido, un alma adolorida que anhelaba ser amada. Gaara está lleno de defectos, todo lo que él era, no era bueno para un persona tan sencillamente perfecta que era Sasuke. 

Y aún que las intenciones de Gaara no era estar presente en la vida del ojinegro, había sido muy tarde echarse para atrás, porque el pelirrojo ya lo había proclamado como suyo en el momento que lo olió, cuando una aroma dulce entró por sus fosas nasales, el instinto posesivo de Gaara se apoderó de su compresión. 

Sasuke era suyo y de nadie más. Marcaría esa piel pálida hasta el punto que el azabache ya no sería capaz de vivir sin el, quería que el Uchiha solo pensara en el y que su prioridad fuera el. 

No había amor, no había ni una sola pizca de sentimiento en Gaara, solo era su instinto posesivo y cuando supo que Sasuke tenía los ojos en el, que se estaba volviendo importante en la vida del Uchiha, aprovechó para satisfacer su necesidad. 

Pero había algo que nadie le advirtió a Gaara, nunca hubo una persona que le dijera, lo hermoso que era Sasuke, no solo físicamente, todo de él era perfecto y bello. Nadie le advirtió que podía caer enamorado de un chico azabache con el alma rota. 

Pudo haberse quedado con el Uchica, tal vez en un tiempo lejano, hubiera cambiado su mal carácter y su enferma posesividad por Sasuke, tan solo viviría para la felicidad de este, si tan solo su padre no se hubiera enterado del amorío que tenía con un doncel. 

Por qué estar con un doncel, era la peor humillación existente. Los donceles eran una especie inferior que no son catalogados como personas, sino como monstruos.

Los rumores aparecieron, la gran y reconocida empresa Sabaku, el próximo heredero de esta inmensa corporación teniendo un amorío con un doncel, pero para la sorpresa de todo el mundo, no era un doncel cualquiera, era el hijo del gran empresario Fugaku Uchiha, y el mismísimo nieto de Madara Uchiha, era miembro de la rama principal de la poderosa familia Uchiha, fue un enorme rumor que no podías caminar por las calles sin escuchar a dos personas o más comentando de este tema. 

¡Papá-teme es mío~ttebayo!    |NaruSasu/ EDITANDO| Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum