Temporada 1. Capítulo 10

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Es solitario, y Sasuke puede sentir el ambiente pesado comiéndole, llenándolo de pensamientos que lo van atormentar por un largo tiempo. Su marca arde, suplica tener a su alma gemela a un lado suyo, calmando sus nervios y aliviando el frío que su delgado cuerpo siente.

No hay nadie ahí. Los ojos le arden por llorar tanto tiempo, intenta calmar el frío que tiene acariciando sus brazos, pero esto lo hace sentir más solo que antes. El sentimiento sofocante de tristeza lo abruma, no puede procesar todo lo sucedido. Solo siente como su vida ha sido arrebatada en cuestión de segundos.

En su mente se repite la imagen de Minato sonriéndole, con vendas en su cabeza y el eco del pitido que hacen las máquinas a su alrededor. Aún siente el suave toque de la mano del hombre en su mejilla, y como se aferra a esa mano suplicándole que se quede.

Respira con dificultad y puede ver como los ojos del rubio se cerraban en contra de su voluntad, era sus últimos minutos, su último suspiro y su última petición.

"Cuida a Naruto"

Se escuchó tan claro para el Uchiha, que rompió en llanto cuando los ojos de su salvador se cerraban, y el gritaba sin creer que una persona tan maravillosa se había ido. Lo peor, lo más complicado de procesar, era un pequeño ángel que perdió a su padre, ¿Cómo podría explicarle?.

El mismo niño que atrás de esa puerta grande, luchaba para mantenerse en vida. Sasuke siente como una cálida lágrima se resbala por su mejilla, y tiembla viendo el pasillo solo, su pierna hace la misma acción  sin siquiera darse cuenta.

Levanta su vista mirando el reloj que se encuentra en las paredes blancas del hospital.

3:00 am

Cada segundo que pasa le parece tortuoso, y no sabe qué duele más, si su desdichada alma o su marca ardiendo.

Su corazón tiene ese punzante dolor, tiene el desagradable presentimiento que las cosas están por empeorar y no puede dejar de sentirse agobiado por el estrés que tiene. Puede jurar como las paredes similares se acercan y lo sofocan.

Cree que está en un laberinto y está corriendo, pero no sabe porqué lo hace.

Suplica a un ser místico del cual hace años perdió la fe pero sólo pide un deseo para un infante que tiene toda una vida por delante.

Sasuke conoce ese sentimiento a la perfección, hasta su cuerpo reacciona ante el momento, pero no es capaz de pensar en otra cosa más que en Naruto y su sonrisa. Daría lo que fuera por salvarlo, está seguro.

En el silencio abrumador qué hay en el lugar, el sonido de la puerta abriéndose fue demasiado fuerte para los sentidos alertas de Sasuke que inmediatamente levantó su cabeza.

La doctora rubia le miró y sintió lástima del estado del azabache.

-El pequeño está bien por el momento.-una frase que hace liberar el aire que contuvo por momentos. Sonríe a causa de la tranquilidad que su corazón tiene.

-Pero desconocemos las consecuencias que puede sufrir.- Sasuke no le interesa realmente eso, porque esta muy feliz que su niño esté aquí, que Dios hubiera tenido compasión y lo haya dejado luchar un poco más.

-¿Puedo verlo?- cuestiona, necesita verlo y que sus manos lo tocaran para comprobar que aún seguiría a su lado.

-Tendrás que esperar a que sea transferido a su habitación.- le regala una pequeña sonrisa, palmeando su espalda y retirándose del lugar.

Mientras esperaba una respuesta para ver a Naruto, no podía dejar de caminar de un lado a otro, está ansioso, pero se siente relajado cuando la enfermera le permite verlo aunque sea poco tiempo.

¡Papá-teme es mío~ttebayo!    |NaruSasu/ EDITANDO| Kde žijí příběhy. Začni objevovat