Temporada 2. Capítulo 2

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—Señorito Sasuke, por el amor de Dios, deje de hacer esto.— habla una mujer mayor, cubriendo algunos moretones en la piel blanca del doncel con un analgésico.

Yuuki es la ama de llaves de la familia No Sabaku desde aproximadamente 28 años, es una persona amable y entregada a su trabajo, a pesar que conoce los errores de la gente a quien sirve, reza todas las noches por la salvación de ellos. También cuida de Sasuke, y soporta la furia cuando observa lo demacrado que se encuentra. Precisamente, sólo aquel ser místico que venera, es el único capaz de saber todas las noches que rogó por el bienestar del joven.

—Solo necesito llegar más temprano, así no se dará cuenta que no estoy y no se pondrá de mal humor.— responde como si fuera fácil lograrlo, pero el reconoce la difícil situación que puede afrontar. Mantiene una gentil sonrisa a Yuuki, agradecido con la gentileza que es tocado, aunque después se queja por el dolor que siente.

—De verdad que eres terco.— exclama con lastima, observando la espalda del azabache, delgado y con los huesos sobresaliendo, marcas rojas que en un largo tiempo no se van a borrar, y entre aquella apariencia rota, carente de energía, una marca negra sobresale. Hay un hoyo en la parte baja de su espalda, abarcando cada vez más espacio en esta, extendiéndose a lo largo con líneas verdes y moradas, siguiendo su espina dorsal.

Es una vida trágica que muchos no conocen. Después de todo es pertubador entender que alguien puede "pudrirse" por tristeza, hasta que su marca negra termine por matarlo, es algo que no puedes creer, la naturaleza es cruel con ellos, arrebatándoles la vida que no escogieron.

—Es alto, muchísimo más de lo que creí que sería, su cabello es un poco largo, tiene un físico fuerte, pero sigue manteniendo esa mirada dulce, inocente de la crueldad y lleno de amor, sigue siendo como un héroe con su personalidad y su gentil sonrisa que entrega.— Sasuke explica, melancólico, observando las acciones de Yuuki, quién soporta el horrible sentimiento de un nudo en la garganta y las terribles ganas de llorar.— Siempre me salva, aunque él no es consciente de ello.— La anciana suspira, observando como el rostro contrario expresa la necesidad de mirar a su alma gemela, así que controlando sus miedos, sonríe cuando ambos conectaron sus miradas.

—Está bien, vaya a verlo, pero por favor regrese a tiempo. Es lo único que le pido.— termina de vendar alrededor de su estómago, cubriendo esa marca.— Sinceramente desearía que los minutos pasaran mucho más lento, para que ustedes estén juntos, por los menos, una eternidad pasajera y corta entre ese tiempo.— Explica, sosteniendo las pálidas manos del Uchiha, depositando un beso entre ellas, y dejando caer unas pequeñas lágrimas encima.— ¿Qué tal si regresa con una enorme sonrisa como ayer?— Sasuke regala un dulce gesto, abrazando a Yuuki.

—Muchas gracias.— responde, separándose y regalándose por última vez una sonrisa.— Prometo no traerle problemas.— se despide, para irse del lugar. Ansioso por encontrarse con unos hermosos ojos azules, que le traerán su salvación.

(...)

Es extraño el sentimiento que tiene, lo reconoce, una parte dentro de su corazón reclama al recordar. Pero no sabe el motivo de la sonrisa gigante mostrando a una persona que no ve totalmente. Ni siquiera del calor desbordante qué hay en su pecho.

Todo pasa muy lento y borroso, sus ojos solamente captan la sonrisa del hombre enfrente suyo, de manos cálidas que lo protegen.

Tiene ojos negros profundos, capaz de mostrar la pureza detrás de ellos, hay vida explotando en su mirada hermosa.

Sus facciones son delicadas, y el cabello azabache se mueve con gracia a causa del suave viento. Una apariencia angelical sin duda alguna, está seguro que si lo toca va a desaparecer como neblina.

¡Papá-teme es mío~ttebayo!    |NaruSasu/ EDITANDO| Where stories live. Discover now