Capítulo 26: "Siempre a tu lado...mi príncipe griego" (Fin)

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3 meses después…

-¡Karisa al fin has llegado! Creí que iba a perder la cita- exclamé con el corazón exaltado.

En pocos minutos tenía una cita en el hospital con Aristides, un médico y amigo de Lysander, que había contratado para que supervisara mi embarazo y controlara el desarrollo de nuestro bebé. Ése era el día en el que me iban a realizar mi primera ecografía, y estaba triste porque Lysander no iba a estar presente. Hubiera deseado que mi esposo hubiera conocido el sexo del bebé al mismo tiempo que yo, pero tendría que decírselo personalmente cuando regresara de Londres. Karisa, que había viajado hasta la playa Vlychada, sería la persona que me acompañara.

Mi esposo había tenido que ir a Londres, con mi hermana pequeña, a solucionar los papeles de la adopción de su adopción y el traspaso de colegio, porque la niña estudiaría en Grecia, donde pensábamos quedarnos definitivamente.

Lysander, Alba y yo, llevábamos tres meses en esa casa donde pasamos la Luna de miel y que me regaló con tanto amor...nuestra casa.

Desde la boda, todo habían sido alegrías. El embarazo me estaba yendo muy bien, no había vuelto a sangrar, pero si padecía de mucha fatiga y náuseas, aunque he de confesar que Lysander era un maestro en eliminar todo malestar de mi cuerpo. Con una sencilla y simple sonrisa, caricia o beso hacía que me olvidara de la fatiga. Lysander era mi medicina y tenía el poder de curarme con sólo respirar. El saber que tenía a Lysander a mi lado, me hacia sentir mejor.

Pero, en ese momento no estaba a mi lado, mi esposo había tenido que ir a Londres con Alba, a solucionar los papeles de la adopción de Alba y el traspaso de colegio, porque estudiaría en Grecia, donde pensábamos quedarnos definitivamente.

Lysander quería ocuparse de mi hermana y de su educación...quería ser su padre legalmente. Por lo que tuvo que viajar, hacía dos días, para adoptarla y convertirnos así, como matrimonio que eramos, en sus tutores legales.

Ningún padre mejor para mi hermana que mi amado griego Lysander. Sabia que Alba nunca carecería de nada y mucho menos de amor junto a ese hombre.

-Tranquila Ale-trató de calmarme mi cuñada aunque tenía una sonrisa reveladora, que descubría que estaba igual de ansiosa por ver al bebé en la ecografía-. ¿Te aseguró el médico que puede decirte con exactitud si es niño o niña?- se entusiasmó aún más.

Quisiera poder amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora