Capítulo 6

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—¿Y que desea comer la chica más hermosa?— dice tímido.

Hay que aceptarlo está mejorando en sus piropos. Aunque este no cuente como uno, pero digamos que si.

—no lo sé

El dilema ahora está en que, nose que pedir. No es nuestra primera cita, pero igual tengo nervios. ¡NO!, FUERA NERVIOS. Pediré talvez una ensalada, no, me quería restos en los dientes; carne, ay no la dieta; pescado, ni me gusta el pesacado.

Hasta te pones tonta cuando estás nerviosa, estamos en un restaurante italiano gourmet, y yo no sé q pedir. Ya fue será pasta, aunque después suba unos kilos.

Joel llama al mozo y este se acerca.

—Yo quiero Pappardelle Sulla Lepre—dijo Joel con su italiano bien pronunciado.

—Y la dama va a querer...

Dijo el mozo, mirándome con coqueteo, era muy guapo y joven como para estar trabajando aquí.

—Un Pansotti Alla Genovese sin parmesano.

Lo siento personas que les guste el parmesano, pero yo lo odio, somos como el agua y el aceite.

—su pedido estará listo en algunos minutos, compromiso. —dijo el mozo.

—Se ve que lugar donde vallas, siempre encantas— dijo Joel con ¿celos?

—Seguro usualmente, o sea casi nunca ven a una belleza como yo.—dije retirándome el cabello suavemente hacia atrás.

—Debe ser—dijo.

—Y...

Se formó derrepente un silencio incómodo.

—Cuentame más sobre tí—dije con curiosidad— Perdón pero no te conozco mucho que dijamos.

—Bueno soy el chico que va a heredar una empresa de arquitectura, aunque a mí me gusta la fotografía.

—Enserio, yo puedo ser tu musa que modela para el lente de tu cámara.

No iba a decir para él, sonaría muy grotesco.

—Excelente idea, cualquier día me dices y podemos hacer unas fotos y conocernos más... Y quizás int..

Lo corto.

—Lo siento pero no sé si estoy preparada para esto, quizás solo estás confundiendo las cosas y... —me sudaban las manos de sólo pensarlo—quizás yo también—dije rápido, que apenas se escucho.

—Espera, ¿Que dijiste? —pregunto con interrogante.

—Que yo tam..

—Jóvenes, me permiten serviles sus respectivos pedidos.

Salvada por la campana o... Por el mozo.

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Durante toda la cena hablando y hablando sobre temas que tenemos en común. Aún con más temas para discutir salimos hacia un pequeño parque, donde en el centro había una pequeña pileta y a los alrededores había unos asientos y en cada una de ellos había un árbol dándole sombra a las personas que se sentaban en ellas. Pero ahora era noche, así que ya no había sombra, pero estaba más oscuro. A pesar de la hora, los niños corrían de aquí para allá. Joel y yo decidimos sentarnos en un asiento apartado de los demás.

—Y así fue como mi tía me dió la gran vergüenza, en frente de toda la clase de fotografía.

Me contó que la única que lo apoya en esto de la fotografía es su tía Bertha y que lo llevaba a escondidas a sus clases de fotografía.

—Se ve que adoras a tu tía— dije.

—Adorar no, la amo, ella en realidad me apoya en todo, pero mamá— cambia su expresión a decaído— ella le hace caso en todo a papá es como si la tuviera dominada y ella no puede hacer nada contra su voluntad.

Vuelve a mirarme y dice...

>> Y ahora que me conoces un poco más y yo a tí, que tendrías que decirme.

—No sé si pueda—suelto el aire que tenía contenido—Nunca he hecho todo esto, porque solo me bastaba saber el nombre del muchacho para acostarme con él.

PELIGRO fuiste muy grosera al decir eso Gia- dijo mi maldito subconsciente

>>Pero contigo es diferente... Siento que puedo cambiar, pero nose si pueda, sólo podré... Si me ayudas. Te prometo que lo intentaré.

Se quedó impacto, tanto que no dijo nada y este silencio ya se empezó a hacer incómodo.

Lo llame por su nombre. Y salió de su trance.

—Espera acabas de decir que ¿vas a intentarlo?.

Uy creo que ya malogre este momento, porque todo me sale mal.

—si—digo muy bajito y llevando mirada al suelo.

—Wao, pensé que esto iba a ser más difícil—dijo sorprendido.

—Todo sólo se presenta una vez y está es mi única oportunidad y no quiero por nada del mundo despreciarla.

—Prometo que no te arrepentirás de esto, lo juro.

Y entonces este es el típico momento donde debemos besarnos. Pero... No pasa nada.

—Gia, tu crees que ¿puedo juntar tus labios con los míos?

—Primero, se dice beso; segundo, un beso no se pide se roba.

Y yo me voy acercando lentamente al rostro de Joel. Sus labios son inexpertos y suaves, y los míos ya tienen experiencia.

Todo el tiempo me arrepiento de haber sido así, al principio pensé que solo me iba a durar un rato pero luego se volvió parte de mí.

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Amar es para tontosWhere stories live. Discover now