Amar es para tontos

CAPÍTULO 14

El hombre que siempre amé y el hombre que empecé a amar

GIA POV.

La pesada de Blair otra vez hizo que me enojara con ella. La quiero demasiado pero, como me lo repito un millón de veces, no la soporto cuando se empeña en ser un tipo de anti-amor anti-todo. Sé que en el fondo ella sigue siendo la misma. En los primeros meses que ella se volvió así pensé que le duraría solo unas semanas o tal vez unos cuantos meses. Pero ya pasó un buen de tiempo y sigue siendo así.

Ahora solo tengo miedo de que se quede con esa personalidad para todo la vida. Y solo me quedé aceptando de que sea así, porque se que ella no es así porque ella quiere. Solo es una niña pequeña en un gran mundo tratando de encontrar a alguien a quien amar.

Saliendo de ese tema.

Llamó a Joel esperando a que me conteste rápidamente, pero no lo hace.

Por un momento los celos comienzan a surgir en mi. Sin embargo recuerdo que hoy tenía una cena con su tía.

Si que este chico logró meterse bajo mi piel, lo amo demasiado. No recuerdo el momento exacto cuando me enamoré de él, lo que si sé es que me enamoré perdidamente de él, simplemente lo diferente que es a los demás y también su belleza. Pero amo más su forma de ser.

Estoy de camino para mi casa. Y para matar el tiempo decido llamar al idiota de Logan. Y él me contesta al segundo pitido.

—Hola tú—responde con voz cansada.

—Hello, se ve que estabas aburrido. Porque contestaste inmediato.

—Rose se acaba de dormir y fue difícil que lo haga, porque no podía. Así que tuve que estar con ella tratando de que lo haga. Ahora me iré a mi casa porque mañana me espera un gran día.

—Pero si mañana es domingo de duerme todo lo que puedas.

—Si, pero tengo algunas cosas que hacer—suelta un bostezo.

—¿Como qué?

—Cosas importantes.

—Adivino, seguir cuidando a la odiosa de Rose.—pongo los ojos en blanco y sé que él sabe que hice eso aunque no me vea.

—No le digas odiosa. Y si mañana cuidaré a Rose, pero no es que sea un martirio.

—Eso ni el papa te lo cree. Parece que lo hicieras porque le debes algo o te sientas culpable por algo.

—No, nada eso. Solo lo hago porque es lo que debo de hacer ¿no?

—Una cosa es que sea su novio y otra es que sea su empleado.—digo molesta.

—En la salud y en la enfermedad, es lo que dicen.

—Cuando te casas y yo no veo anillo en tu dedo.

—Ya me entenderás cuando tú amado Joel este en esta situación.

—Lo entendería si es que sintiera que la amas.

—Otra vez seguirás con eso.

—Es lo que dice mi sexto sentido.

—Señorita Salinger ya llegamos—dice Andrew. El chofer.

—Gracias Andrew, ahora bajo.

—Como diga señorita—dice Andrew y se va.

—Bueno adiós Logan, espero que mañana pases un día divertidisimo—digo con sarcasmo.

—Créeme que lo haré. Adiós Salinger.

Cuelgo y entro a mi hogar. Veo que mi padre está en uno de los sillones de la sala dándome la espalda. Está hablando por su celular y solo logro escuchar algo.