CAPÍTULO 10

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No puede existir un tu y yo



Luego de ser sacada de la pista de baile, el gran señor me había dejado en la entrada de los boxes VIP, mientras el se iba a sentar en uno de los sillones. Además me miraba con una mirada super fría. 

Me acerco a él lentamente y  con ello puedo darme cuento que se encuentra un poco alcoholizado, por ello su hermoso cabello está desordenado. Un millón de formas de como desordenar más su cabello llegan a mi mente, las omito porque ahora no es momento para pensar en eso.

Dios que hormonal ando estos días

—¿Vas a seguir mirándome así?—dije viendo su póker face que tenía— No pienso sentirme culpable por lo que viste, solo me estaba divirtiendo y yo te deje las cosas muy en claro.

—Ya lo sé, y me lo repites todas las veces posibles, pero me sigo rehusando a entender el por qué no puede existir un "tu y yo".

—Porque claramente está que no conjugamos bien, no somos almas gemelas y mucho el amor de nuestras vidas. Y eso lo pudimos confirmar esa vez que me pediste unos días contigo, todo termino un desastre. No nos hablamos por las siguientes dos semanas. Ahora si puedes entender porque no puede existir un tu y yo.

Se levantó de su asiento y me agarró las muñecas bruscamente. 

Eso no me estaba gustando, justo ahí me di cuenta que por lo visto había ingerido algo más que alcohol. Pero sé que este chico que conozco no sería capaz de dañarme. 

—Lo único que entiendo es que eres una cabeza dura, que piensa que todos los hombres son tal como tu maldito ex, que te harán daño pero ¡NO! Y por esa razón te convertiste en este personaje, que anda con uno y otro, pero cuando el personaje se va, recurre a quien sabe que no le dirá que NO a sus caprichos y sin importarle si después queda echo mierda. ¡Eso es lo que entiendo!

"Como se atreve a decirnos personaje, acaso se cree que estamos en una serie de Netflix".

—Pero...—fui cortada inmediatamente por sus gritos.

—¡Nada de peros! No te das cuenta que me lastimas, hasta con la más minima de tus acc...

Sin pensarlo me lance a sus suaves labios, primero se resistió a corresponder mis besos pero eso no duró por mucho tiempo. Logre safar el agarre de sus manos en mis muñecas y coloque mis manos en su cabello que tanto me fascinaba, él colocó las suyas en mi cintura. Se alejó un rato para susurrarme algo.

—Te odio ¿Lo sabes?—dijo acariciando mi mejilla.

—Sé que no sientes eso.

—Pero quisiera hacerlo. 

—¿Que te parece si vamos al castle? y me enseñas cuanto me odias con acciones.

El castle era el departamento del hermano de katy, pero como él no se encontraba en el país, katy se lo quedó "cuidando" y como toda princesa merece tener un castillo, ella tenía el suyo, por eso el nombre. Como gran amiga lo comparte con Logan y conmigo. Era un refugio cuando nos queríamos mantener alejados de todo, cada uno contaba con su propio cuarto porque se trataba de un penthouse, claramente era ahí donde llevábamos a algunos encuentros.

—Pues ya verás lo que te espera—respondió acercando sus labios a los míos.

Yo me acerqué más rápido para volver a besarlo y esta vez abrí paso para que su lengua se encuentre con la mía y así entrar en conexión.

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Luego de tratar de no besarnos en todo el camino ya nos encontrábamos en el taxi. Pero aquí ya no pudimos aguantar más así que empezamos con el pre-calentamiento. El transcurso se hizo muy largo pero no desaprovechamos ni un segundo. Pagamos como sea al taxista sin importar el cambio. Ahora nos esperaba subir unos 20 pisos, el viaje en el elevador sería muy largo y pueda que se pare el elevador, solo digo. Así podríamos empezar con un poco del calentamiento oficial.

—Estoy loco por querer llegar ya a ese maldito piso—dijo besándome en el cuello, mientras yo introducía el código del penthouse. Una vez cerradas las puertas del elevador voltee y empecé a desabrochar su camisa.

—Si tú estás loco, entonces yo soy una maldita desquiciada. Aunque podríamos ir empezando ahora—dije en un tono pícaro. E inmediatamente paró el ascensor, luego llevándome a la esquina, cosa que nos manteníamos muy juntos.

—Hoy te volveré a mostrar la perra en la que me convertí, y tienes que admitir que te gusta un poco de ella.

—No solo me gusta un poco, me gusta todo de ti y eso incluye tus defectos.—empezó a colar sus dedos por la cinturilla de mi short— Desearía que trajeras falda en estos momentos, me facilitaría las cosas, pero eso no lo hace imposible.

Desabrocho mi short y su mano fue bajando lentamente hasta encontrarse con mi feminidad, territorio que él ya había explorado. Nos besábamos como si no hubiera mañana, mientras su mano siguió su recorrido hasta encontrar el punto, ese punto, con el cual él sabia volverme loca, hizo unos movimientos con sus largos dedos. Todo era perfecto sin importar el hecho que era en un elevador con posibles cámaras, pero todo se fue a la mierda cuando mi teléfono empezó a sonar en mi cartera.

Me separé de él para ver quien había osado interrumpir mi hermoso momento, busco mi teléfono en el elevador, lo encuentro y veo que es Katy, enojada contesto.

— Qué se le ofrece señorita— hablo, y hago una seña de pare al ver que el viene hacia mi, a pesar de eso no me hace caso.

— quiero reportar a mi mejor amiga, la he perdido y prometí llevarla a su casa sana y salva— empieza a besar mi cuello, donde él sabe que soy débil.

— Pues ella regresará a su casa sana y salva lo más rápido posible, si es que usted no me hubiera llamado— digo entrecortado ya que alguien no me deja pensar bien las cosas.

— ¿Estas follando?— por qué derrepente se volvió tan lista.

— No— junto a ello solté un pequeño gemido.

Él sin vergüenza empieza a morderme el cuello ¿Acaso no se puede quedar quieto?

— Y eso fue un "Por supuesto, yo nunca pierdo el tiempo"— suelta una risa— solo trata de volver a tu casa sana y salva ¡Disfrútalo!— grita antes de cortar la llamada. 

Al ver que la llamada se corta él se aleja con una sonrisa y presiona el botón para activar de nuevo el elevador. Trato de arreglar mis vestimenta.

— No sabes quedarte quieto, después dices que yo soy la rebelde—cruzo mis brazos.

— No sabes como me pones cuando estas enojada —se acerca a mi para agarrarme de la cintura.

—Hubiera aceptado la propuesta del Carlos— me muerdo el labio — Se mueve de una manera tan peculiar que te hace llegar a la cima de una manera...—se voltea rápidamente y me besa con posesión.

"Que lindo se ve celoso"

¿Tú no te habías ido?

"No puedo si hay esta tentación, querida"

No lo voy a negar, él también tiene lo suyo.

— Tu sabes que como yo ninguno— se abren las puertas del elevador y me suelto de su agarre para poder caminar tranquila— ¿Ya te enojaste?

— Para nada— digo con sarcasmo— ahora ven y hagamoslo

— Woo que romántica— se me acerca— me encanta tu tipo de romanticismo— me envuelve con sus brazos alrededor de mi cuerpo— bueno que empiece el juego— juega con mi blusa— a por esparta.


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Intento abrir mi ojos y solo logro captar la oscuridad de la habitación, y de pronto tengo calor. me volteo y me encuentro con un gran cuerpo abrazándome. Logro salir del agarre, así que busco mi ropa y me cambio rápidamente. Lista para irme volteo a verlo. Parece un ángel cuando duerme, tan tranquilo, con sus cabellos tapando esos hermosos parpados que por ahora esconden esos bellos ojos que logra conquistar. No sé por qué pero acerco mi mano a su rostro para ordenar un poco su cabello. Se mueve ligeramente y lo que dice me sorprende.

— Te amo— juro que si no estuviera sentada me hubiera caído de culo, pensándolo bien se puede estar equivocando de persona— Te amo.... Mia Monroe.

Sin poder soportarlo más salgo literal corriendo de la habitación, olvidándome mi cartera.

Amar es para tontosWhere stories live. Discover now