Parte 4

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"Diablos sí, lo haces tan bien" el alfa gruñó apretando las oscuras hebras del omega, presionando la pequeña boca contra su gruesa entrepierna.

Aquella escena era una de las muchas que habían complementado el último mes del moreno.

La mordida ya estaba completamente cerrada, los detalles aún seguían ocultos bajo tantísimos suéteres que usaba, su cuerpo empezaba a tomarle costumbre al del mayor, el omega dentro suyo le gritaba histérico cuando pasaba más de diez segundos sin el alfa pegado a él, acariciándolo, llenándolo de su aroma; incluso follándolo duramente como el resto de las veces.

Las ojeras eran visibles, pero la cicatriz en su corazón se mantenía oculta, aguardando de ser vista por alguien más que sí mismo y su alma cada vez más vacía.

¿Por qué se sentía de ese modo?
¡Tenía alfa!, ¡Estaba marcado!, ¡Liam complacía a su omega! ¿Entonces qué hacía falta? ¡¿Cuál era la incógnita en aquella dificultosa ecuación que no parecía tener resultado alguno?!

Se la pasaba cada noche, cada día, cada instante pensando en la situación. ¿Qué dirían sus padres? ¿Qué diría Doniya? ¿Qué diría su parte racional cuando tanto drama cayera sobre él? ¿Cuando no pudiese encontrar la manera de escapar? Si es que existía alguna...

Y es que las personas del mundo exterior piensan, creen, ¡Ellos juran! -maldita sea, ¡Juran con todo el descaro del universo!- que la vida de un omega es fácil. ¡Pff, claro! Ya tienes un alfa. ¡Pff, claro! Es millonario. ¡Pff, claro! Ya te marcó como a un maldito trozo de carne, deberías estar contento de haber realizado tu vida.

Y Zayn se preguntaba "¿Eso es todo?" sus ojos se cristalizaban al susurrar: "¿Para eso nací? ¿Para ser marcado y reventado de cachorros hasta la muerte? ¿Para complacer a un ser que no amo? ¿Para desechar mi existencia en algo que no quiero?" lágrimas saladas caían de sus lagrimales cuando llegaba a esta parte: "Se supone que cada día vives para hacer lo que amas. ¿Qué tal si quiero ser pintor o ir a la Luna? ¿Me lo prohibirían por tan sólo hecho de pertenecer a la casta más mínima y pisoteada?"

Dentro de su cerebro habían reventado mil pensamientos, luchando contra sus propios instintos por una salida a tan gigantesco laberinto lleno de mordidas y alfas celosos, de padres sospechando, de hermanos preocupados, de hermanas desinteresadas, de corazones rompiéndose contra el suelo con cada sol que caía... Ser un omega era un verdadero infierno del que su alfa complementario debía librarlo, ¿Pero quién iba a sacarlo a él? ¿Quién pelearía las llamas del reino satánico para salvarlo de quemarse vivo?

Las únicas personas que realmente se preocupaban por él eran sus amigos... Y ni siquiera había tenido el coraje de confesarles su casi agonía ante todo eso.

Trataba de doblegar a las voces en su cabeza, exigiéndole la compañía de quien marcó su piel, pero en cuanto veía un mensaje del mísmo proponiéndole pasar un buen rato estos irritantes chillidos le reventaban los tímpanos y él terminaba en casa de Liam, complaciéndolo y siendo utilizado nuevamente.

¿Era esto a lo que llamaban "lazo"? ¿Estar atado -mejor dirán, soldado como herrería- a otra persona sin importar qué?

Dieciséis años, señores y señoras, y sufría como alguien que ya se acercaba a delirar en silla de ruedas.

Las gemas acarameladas se llenaron de agua salada debido al constante choque de la punta contra su garganta. Le dolía con cada jalón propinado por el adulto, sus manos eran toscas enroscándose entre cada mechón desaliñado.

Mientras tanto, Payne degustaba cada chupetón con el placer mismo tatuado en su expresión. Zayn tenía una boquita tan sucia que amaba follar. Verlo débil, sumiso, liberando todo su aroma para él... El niño le parecía excitante hasta cuando lloraba.

The Bite  [ZIAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora