El primer Amor de una Millonaria. INCOMPLETA

CAPITULO XIX

Días después.

-Avril, tenemos que hablar...

Me llama Pablo, y cuando pronuncia esas tres palabras no me imagino algo bueno y temo que sea algo sobre mi enfermedad, ya me habían dicho que tengo que ir hacerme unos exámenes, luego escuche sobre tratamientos pero no preste mucha atención, mas bien mi mente en esos momentos estuvo ausente en Stive, no sabría como decírselo ni mucho menos se como reaccionaria; y ahora que lo pienso creo que fue mala idea aceptar ser su novia cuando estoy enferma y no llamar luego esto un amor duradero.

-S-si claro-respondo un tanto nerviosa, ni que va, estoy demasiado nerviosa.

-Creo que ya sabes de lo que hablaremos ¿no?.

-Si Pablo... Antier me habías dicho que tenias algo que hablar conmigo, pero la verdad había estado ocupada y se me había olvidado.

-Si, es bueno que lo sepas ya. Hoy tenemos que ir al medico, te lo digo porque cuando...-duda un momento en decirlo pero al final sede cuando le doy una mirada de que prosiga- Cuando nos habían dicho de tu enfermedad-cierro los ojos, es verdad... Parece un baldado de agua fría caerte y hacerte mas daño, los vuelvo a abrir, retomo mi postura y sigue hablando- sabia que te habías quedado en shock y quise decirte que escucharas así que lo deje y escuche yo. El medico me hablo que dentro de unos quince días volviéramos al hospital, para hacerte unos chequeos, se que no es fácil, no soy bueno dando discursos en este tipos de situaciones, pero eres una mujer muy fuerte. Y... ¿ya le has dicho a Stive? Se que es tu decisión pero tengo que hacer saber que es mejor contárselo no es bueno vivir con alguien bajo el mismo techo y estarselo ocultando, y mas si es grave. Es mi hijo, y veo que te quiere demasiado no hagas que sea tarde. No quiero que sea yo el que tenga que contárselo. Ah, a las cuatro es tu cita. Bueno me voy, si necesitas algo llámame, es por tu propio bien lo que te digo querida.-me da un beso en la frente y se va. Me despido de el dándole un abrazo.

-Gracias por estar conmigo aquí e igual a STive se han vuelto parte de mi desde hace mucho.

Lloriqueo pero lo disimulo. El me suelta me da una sonrisa y se va.

Creo que tiene razón, creo que es mejor que se entere Stive de lo que pasa, pero no es el momento, no quiero que sea tarde para cuando se lo diga.

Volteo para ir a las escaleras, llego a mi habitación y cierro la puerta tras de mi. Suelto un suspiro de cansancio y me recuesto en la cama, cierro los ojos pienso en todas las cosas. No le e dicho a mis padres sobre esto, no quiero preocuparles ni mucho menos a mis hermanos, pero el que en verdad me preocupa mas es Stive, la verdad no se como lo tomara me da miedo la reacción que podría tomar... Hace días sangre por la nariz de nuevo pero no dije nada. Desde que me dijeron que tengo esto empiezo a odiar los hospitales, pero que mas da, no creo que pueda evitar ir, tengo que hacerme exámenes, etcétera. Pero de algún modo tengo que decírselo, pero no se... También ya ha pasado un mes que no llamó a mis padres, pero las veces que los llamo manda a correo de voz, ni ellos me llamaron. Deben estar mas preocupados por recuperar lo que queda de esa empresa a que saber de su hija. La verdad me esta dando igual lo de mi pasado, ya eso esta quedando atrás, lo que me preocupa ahora es estos momentos... Y mi futuro.

Miro la hora en no celular y son las doce y cuarto, me levanto a buscar algo de comer ya que no había desayunado tampoco. Stive a un no a llegado de la biblioteca de su universidad. Menos mal hoy no había clase y me dio tiempo de hacer unos trabajos que no e terminado, solo espero terminarlos antes de que llegue a la cita del hospital. Bajo las escaleras y me mareo por un momento, siento un dolor punzante en la cabeza y me arde la nariz, corro al baño y me miro al espejo, veo que empiezo a sangrar y coco papel para limpiarme, la sangre no deja de salir y termino empapando mi blusa de sangre y papel en todas partes por el apuro de estancarla. Me siento en el piso y cierro los ojos, siento pesadez en mi cuerpo, empiezo a escuchar voces del piso de abajo.