Al día siguiente Candy yo quedamos solos para hablar de lo sucedido.
- ¿Se lo has contado ya a tu padre? - pregunté yo.
- Aún no, no sé cómo decírselo, pero lo haré lo juro. - la miré con cara de expectación - Hoy - me relajé.
- ¿Y Holden y Mabel? - me acordé entonces.
- Creo que con ellos va a ser más difícil - dijo Candy. Me paré a pensar.
- ¿Más difícil o más incómodo? - hice una pausa - por Holden digo - noté cómo se empezaba a poner incómoda.
- ¿Sabes? No creo que eso vaya a suponer un problema, en fin Holden ya está al tanto todo el drama de Verónica y de todo eso... - dijo nerviosa.
- Entonces, ¿Qué te preocupa? - dije yo - ¿No confías en Mabel?
- ¿Cómo puedes decir eso? - dijo ofendida - No es que no confíe en ella, solo es que se cómo va reaccionar cuándo se lo cuente... - no se si me lo pareció a mi, pero parecía un poco avergonzada (o más tímida de lo normal).
Estuvimos en silencio lo que me parecieron horas, y yo no paraba de pensar en Holden... Él está en todo este lío y ni siquiera lo sabe.
- Oye... ¿Te preocupa que Holden reaccione cómo yo? - pregunté al fin.
Quitó la mirada del suelo y me miró fijamente:
- ¿Qué piensas que es lo que hiciste Carter?
Esa pregunta me desconcertó: ¿Qué se supone que debería decir en una situación así? ¿Hice bien? ¿O por el contrario, hice que Candy se viese más vulnerable?... No. Hice bien.
- Pues, que te ayudé ¿No?
- ¡Exacto! - dijo sonriendo. Eso me alegró - Si tu no hiciste mal, ¿Por qué razón iba a hacerlo Holden? - me relajé.
Hubo otra pausa un poco incómoda.
- ¿Y a Mark? - me miró triste - ¿Se lo vas a contar a él?
De nuevo pausa.
- ¿Crees que debería?
- Oh, Candy, no lo se... - respondí apenado por no poder darle una respuesta - Es tu decisión.
Ahora que escribo esto, me doy cuenta de lo peliculero que debí de sonar, pero en fin...
Se quedó pensando, mirando a la nada, sin decir nada.
- Vamos a hablar de otra cosa - dijo sonriendo.
Una sonrisa "pícara" se dibujó en mi cara. Una parte de mi aún quería saberlo...
- Vaaale... ¿ De qué hablabais Mabel y tú ayer? - se puso colorada.
- ¡De nada que te interese! - saltó a la defensiva - Que sepas, que no te imaginaba tan cotilla - dijo sonriendo.
- Ni yo a ti tan misteriosa - dije haciendo un gesto raro con las manos.
Explotamos de la risa. El primero en calmarme fui yo. Candy empezó a calmarse también, pero sin dejar de sonreír.
Me encanta su sonrisa, y más cuando lo ha pasado mal y entonces lo arregla todo...
* * *
- Hasta mañana - dije abrazándola.
- Creo que voy a llorar... - dijo preocupada - ¿No puedes venir conmigo y se lo decimos los dos? - me "suplicó".
- Tú puedes Candy - le susurré. Sonrió.
Candy iba a contarle todo a su padre.
😋 😜 😋 😜 😋 😜 😋 😜 😋 😜 😋 😜 😋 😜 😋 😜 😋 😜
¿Voy bien?
Comentad aquí abajo si os está gustando la historia, si queréis que pase algo, si tenéis ideas, dudas o cualquier cosa porfa, comentad ¡QUE EL TECLADO NO MUERDE!😂
ESTÁS LEYENDO
Cómo enredar tu vida
Teen FictionCarter Jones tiene la vida perfecta. Todo le va bien: sus amigos, su novia, el colegio... Pero el día de su 16º cumpleaños todo se empieza a desmoronar.