#FinDelTerror

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Hoy era el día. Hoy Candy iba a acabar con todo. Su padre la acompañó al instituto porque tenía la reunión con la directora a primera hora. Mr. Thomphson me pidió que fuese a la reunión, ya que yo fui testigo de la agresión. También vinieron a la reunión Holden, Verónica y su madre.

Nos llevaron a la sala de reuniones, que era un poco más grande que el despacho de la directora, y ésta comenzó a hablar:

- Mrs. Websler, la he hecho llamar por un asunto de máxima urgencia - parecía que la madre de Verónica tenía prisa por que era la única que estaba de pies y no paraba de mirar su reloj - si hace el favor de sentarse - se sentó a regañadientes al lado de su hija. - Gracias. Antes de empezar  ¿Quiénes saben porqué están aquí reunidos?

Todos levantaron la mano menos Mrs. Websler:

- Bien, cómo iba diciendo, la he hecho llamar porque su hija ha agredido a Candy - dijo la directora Gómez. Mrs. Websler la miró atónita. - Y sabemos que no ha sido una pelea cualquiera: Verónica le hace bullying a Candy.

Mrs. Websler miró a su hija con sorpresa y enfado:

- ¡¿Eso es lo que has aprendido de mí?! ¡¿Eso es lo que te he enseñado?! - dijo casi gritando. Verónica negó avergonzada - ¿Entonces? Explícame PORQUÉ - se encogió de hombros y eso la enfureció más.

- Cómo usted entenderá, Mrs. Websler, su hija será expulsada del centro por una semana y se le abrirá un expediente ¿Está de acuerdo? - asintió.

- Miranda, si no le importa - dijo recuperando la compostura y lanzando una mirada de desprecio a su hija seguido de un "ya verás cuando se entere tu padre".

Después del papeleo volvimos a clase, pero algo inimaginable sucedió. Una vez que su madre se fue, Verónica (qué iba a hacer ese día lectivo y la siguiente semana estaría expulsada) se dirigió a Candy y casi con un hilo de voz le dijo:

- Candy, lo siento mucho, de verdad... - una lágrima rozó su mejilla. - De verdad que lo siento. No debí hacerte eso ni aunque me cayeses mal.

Candy la miro apenada pero enseguida se le pasó:

- Estoy segura de que no vas a volver a hacerlo, pero aún así no te voy a perdonar. - dijo muy segura y firme.

Holden la miro sorprendido. Antes de irse a clase Verónica se dirigió a Holden, y esta vez con más lágrimas en la cara, le dijo: 

- Siento haberte metido en esto - y acto seguido se fue bajo la mirada de desprecio de Holden.

- Creo que no he visto a Verónica tan vulnerable en toda mi vida - dijo Mabel. Todos estuvimos de acuerdo. El resto del día paso rápido, al menos para mí.

*                      *                        *

Llegué a casa y Leo me saludó tirándose, como siempre, encima mío. Vi a mi padre y a mi madre a los pies de la escalera. Los dos estaban de brazos cruzados y mirándome fijamente, como si me quisiesen volar la cabeza con sus poderes telequinéticos.

- Carter, intenté avisarte - dijo mi padre. No entendía nada.

- Nos ha llamado la directora Gómez - dijo mi madre.

- Otra vez - añadió mi padre para rematarlo. Pude adivinar, por la cara de "serenidad" de mi madre que mi padre le contó todo lo sucedido unas semanas antes.

- Vas a dejar tres asignaturas este trimestre. - Cuando mi madre dijo eso me sobresalté. ¿Tres? Ahí fue cuando me empezaron a soltar la chapa durante 20 largos minutos. En esos 20 minutos hicimos un house tour  por la cocina y por el salón.

- Hijo esto no puede seguir así. Te quedas sin el partido del fin de temporada - abrí los ojos como platos. Si no iba a ese partido probablemente me echarían del equipo, ya que era uno de los partidos más importantes de la temporada.

- ¡No! Castigadme sin salir, sin móvil... ¡Sin comer! - a mi madre no le hizo mucha gracia esa broma. - Sé que me he distraído, pero han pasado muchas cosas, os prometo que remontaré, tenéis que creerme de verdad... si antes podía ahora también.

- Precisamente eso es lo que queremos hijo, que te centres. Una temporada sin el hockey no te va a hacer daño. ¡Y no quiero réplicas! - eso me enfadó. Mi padre siempre me había apoyado en el hockey, incluso cuando aceptaron a John antes que a mí (y eso que lo dejó a los dos meses) pero esta vez se ponía de parte de mamá. Me enfadé tanto que subí a mi cuarto y cerré la puerta de un portazo.

Cómo enredar tu vidaWhere stories live. Discover now