PROHIBIDO tener citas

Beneficio de la duda

(Por: Abi)

Cuando piensas que las cosas no pueden ponerse peores, piénsalo de nuevo.

—Hasta luego, señor Cruz. Gracias por el paseo de hoy.

Él dijo algo sobre que no había problema, pero realmente no estaba escuchando después de ver quién esperaba sentada en las escaleras delante de mi casa.

—Hola, Ale —saludé lo más casualmente que pude.

Ella no respondió. Sus ojos siguieron al carro del papá de Axel mientras se alejaba y volvieron sobre mí con la sospecha escrita en todo su rostro.

—Así que saliste con Axel —el desprecio en su tono me puso a la defensiva.

—Sí, Ale, eso hacen los amigos, salen a lugares. No tienes que malinterpretado todo.

Se sentía frustrante tener que defenderlo después de que arruinó completamente el día de hoy, y de que no quería volver a verlo.

—¿A dónde fueron?

—¿Qué? ¿Te han reclutado como reportera en Delossi?

—Estoy aquí porque estaba preocupada por ti —dijo Ale—, ni siquiera has contestado mis mensajes.

—Porque no tengo datos —respondí exasperada mientras sacaba mi celular—, si hubieras estado escuchando cuando lo comenté el miércoles...¿podemos hablar dentro?

Realmente solo quería que se fuera para que pudiera poner las cosas en orden en mi cabeza, pero entendía que Ale estaba preocupada por mí. Me preguntaba si debería contarle que Axel me había besado, si podría quejarme con ella de que me habían robado mi primer beso, y de que quizás debí hacerle algo de caso acerca de Axel.

Solo quería que alguien hiciera constar que intenté ser su amiga y él lo arruinó. De verdad que tenía esperanzas en que todo saliera bien, pero aparentemente Axel Cruz no puede dejar de ser un idiota por más de un mes.

Mamá apenas levantó la vista de la televisión y asintió en nuestra dirección, así que subimos a mi habitación.

—Abi, prométeme que todo está bien —dijo Ale tomando asiento sobre mi cama—, eres la chica más fuerte que conozco, no me gustaría ver que te rompen el corazón. Falta tan poco para acabar la secundaria...y no tienes experiencia en estas cosas.

—Tú la tenías y todavía te hizo caer —quise retirar las palabras en el segundo en el que las dije, pero Alessandra no se molestó conmigo, sino que soltó una carcajada.

—Bueno, eso es cierto. Nunca supe qué hacer con Axel. A veces parecía un chico decente, pero luego escuchaba las historias y no sonaba como la misma persona, quise creer que podría cambiar.

Es la diferencia entre el verdadero Axel y el que trata de vivir a la altura de su estereotipo, pensé.

—Lo he notado —dije evasivamente—, pero él te decía todo el tiempo que se moría por salir contigo, y es algo que yo nunca he escuchado.

—Quizás porque está usando una táctica diferente contigo.

—Bueno, ya era hora de que innovara.

Ambas soltamos una risita nerviosa, sin saber a dónde nos estaba llevando la conversación.

—Abi, yo quería disculparme por lo del otro día, sobre llegar a la universidad siendo una "jamás besada". Creo que realmente estaba exagerando, y por supuesto que tienes todo el derecho del mundo a hacer lo que quieras. ¿Podrías por favor explicarme qué ves en esos dos?