Mamá, Papá...¿Me olvidaron? [En Pausa]

🐻Capítulo 2🐻

Realmente no entendía que era lo que sucedía, cuando desperté me vi rodeado de una habitación blanca y miles de máquinas que mostraban mis signos vitales. Desvíe la mirada hacia una de las ventanas cerca de mi ubicación sobre la dura y fría camilla, era un día sin nubes, la cálida luz del sol se filtraba a través de las claras ventanas e iluminaban mi rostro, molestándome levemente. ¿Dónde estaba? ¿Un hospital? ¿Pero como llegué hasta aquí?.

La puerta se abrió y una chica con uniforme celeste entró en la habitación, sonriendome con calidez, acción que no correspondí.

—Buenas tardes, señor Plisetsky.— Saludo cortésmente mientras se acercaba y observaba los números en las máquinas junto a mí.— Pareces estar mejor que hace un día, ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?.

Dude unos segundos pero luego respondí.

—Me duele la cabeza... —Murmure tocando mi frente, para dar con algo un tanto áspero pero blando al ser un poco presionado. Deduje que era una venda, ¿Pero porque estaba en mi frente?, ¿me había caído mientras entrenaba?.

—Es normal, después de todo tuvieron un accidente muy feo.— la voz de la chica sonaba triste, así que levante un poco la cabeza para observar su rostro, sus ojos tenían una emoción muy fácil de adivinar: estaba triste, por mi.

—¿Tuvimos? ¿accidente muy feo?.— Murmuré con total confusión, dejando a la chica aún mas triste que antes, ella solo sonrió levemente y dejo un botón en la mesita junto a la Camilla.

—Presiona el botón si no te sientes bien, ¿si?. Vendré enseguida cuando lo hagas.— sin nada mas que decir se retiró del lugar mientras mi mente creaba nuevas y aun más difíciles respuestas de las cuales desconocía la respuesta correcta.

Me mantuve quieto sobre aquella dura y fria camilla, odiaba los hospitales y mas aún si debia estar solo, ¿Dónde está mi abuelo? ¿Y Beka? ¿Porque no venian?.

Lo último que puedo recordar es el banquete de fin de año, Beka y yo nos hicimos amigos mas cercanos por fin, mi abuelo habia prometido ir a verme pero...Hay algo que no está bien, es como si algo mas alla de mi mente me dijera que perdí las memorias de algo mas importante que mi propia medalla de oro...Pero, ¿Qué era? ¿Qué había olvidado?.

Casi dos horas después de que la chica entró, me habia entretenido con el simple televisor encendido en una de las paredes, noticias por aquí y por allá.

«Yura...»

Me sobresalte desde mi lugar al tener ese vago recuerdo en mi mente, era una voz...Grave y tan amable cómo pudiese ser posible, ¿Quién era el propietario de tal habla? No lo sabía, lo único que pude repetirme desde esos momentos fue que quizás la había oído en la televisión o antes de desmayarme, pero entonces...¿Porqué dolía tanto recordar esa voz en mi mente?, mi corazón se contraria y por igual mis manos, como si buscase parar de alguna manera algo, ¿Que era? ¿Porque solo podia escuchar esa voz? ¿Porqué? ¿Porqué?. Me dolía ya la cabeza de tanto intentar recordar algo, necesitaba que alguien me ayudara, me sentía perdido...Como si hubiese perdido algo muy importante para mi. Fue en ese momento que la puerta se abrio revelando a las personas que sobre todo en el mundo hubiese deseado ver, el cerdo y el viejo calvo, aunque venían acompañados de dos niños pequeños, un pelinegro con ojos azules y un rubio de palida piel y ojos esmeralda, espera...¿Porqué se parece tanto a mi? ¿Y porque el otro niño se parecía a los idiotas? No me digas que...¡¿Tuvieron un hijo?!

—Y entonces...¿Es lo único que recuerdas?.— Pregunto Viktor después de que Yuuri se llevará a los pequeños, habia hecho llorar a uno que gritaba a todo pulmón que yo era su madre. Suspire y asienti, no mentía y jamás lo haría, no recordaba Nada.

—¿Tú sabes que me sucedió?.— Pregunté con total curiosidad mientras el sólo bajo la cabeza, no diría nada. — ¿Quién era ese niño?.

—Tú hijo.— Respondió enseguida mientras yo me quedaba sin palabra alguna, ¿Mi hijo?.— No es correcto que te diga aún lo que sucedió, Yurio.— Su mirada era de tristeza pura, podía notarse a leguas.

—Bien, pero aun así...¿Dónde esta mi abuelo?.— Sentí como mi pecho se contraia al escuchar esa frase, pero...¿Porqué?.

— Es mejor que descanses, volveremos mañana para ver cómo te encuentras.— Inquirió con una leve sonrisa mientras se levantaba de la silla juntó a la camilla en la cual estaba sentado.— Por cierto, me dijieron que Otabek está en la habitación de al lado.

Me quede sin habla, solo me despedí con un movimiento de la mano para luego dejarme caer en la dura almohada que tenia la camilla, inspire hondo y comencé a contar para dormir, solía hacerlo desde niño asi qué solo esperaba que funcionará, habían pasado muchas cosas en solo unos minutos.

—¿Entonces...papá no me recuerda porque se pegó en su cabeza?.— Preguntó el dulce niño frente a mi, estaba junto al joven japonés que según recuerdo se llamaba Yuuri, al igual que...Yura.

—Eso parece, Lenya.— Respondió el japonés mientras acariciaba su cabello rubio y lacio, sonreí levemente.— ¿Cómo te sientes Otabek? ¿Recuerdas algo?.

—Bien...Creo, me duele la pierna derecha.— Respondí algo confundido, respecto a su segunda pregunta no sabia cómo responder asi que solo dije la verdad.— No...Solo recuerdo el ultimo día que estuvimos en tu hogar para celebrar el triunfo de Yura.— Mientras pronunciaba cada palabra, leves y muy fugaces imágenes iban de un lado a otro en mi cabeza, no podía entender nada.— ¿Qué fue lo que paso?.

—Tuvieron un accidente.— Levante la mirada sorprendido mientras el pequeño rubio se acercaba hasta una de mis manos (estaba llena de heridas pero a él no le importo) y la tomó entre las suyas mientras la ponia en su mejilla, como si buscará que yo le diera algo...cariño, supuse. Acaricie su palida mejilla mientras escuchaba atento al nipón.— Al parecer ni tú ni Yurio recuerdan nada, ni a su pequeño.

—¿Él?.— Pregunté mientras observaba al dulce niño sonreír ante mis caricias en su tierno rostro.

—Él es su hijo, Otabek.— Mi mente dio un vuelco y me permitió recordar algo, sólo un leve recuerdo y quizás uno de los más importantes...La primera vez que vi a un bebé, un niño que estaba sobre mis brazos a pocos minutos de haber nacido, escuche un sollozo y levante el rostro para ver al dueño del llanto...Era...¿Yura?.

¡Hola! Por fin me decidí a publicar este capítulo después de mucho tiempo ;; Lo reescribi varias veces porque no me gustaba como quedaba pero bueno, aquí esta el resultado TuT ❤🌻 Continuaré con la historia, ya verán su continuación ;) y desde ahora ya les aviso que tendrán que tener pañuelos para el llanto xD

~Los amo ❤😊 Gracias por apoyar esta historia, besitos.~