🐺Capítulo 5🐺

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Después de llegar a casa, Yurio estaba demasiado afectado por algo que ni él sabía realmente lo que era, sentía su corazón comprimido y un dolor horrible en la cabeza. Dejo al pequeño en el suelo, mientras se arrodillaba y secaba sus lágrimas.

—Lenya, pequeño...No llores.— Pidió dulcemente mientras intentaba calmar su propio llanto, antes de poder reaccionar, unos brazos un tanto mas grandes y músculosos lo atraparon en un abrazo, atrayendo a su pequeño hijo también.

—Perdónenme...Por favor...No lloren.—Suplicó el Kazajo con la voz rota mientras sujetaba con fuerza a los dos chicos que componian su propia familia, esa mujer había lastimado al pequeño y tambien al mayor, ¿Acaso las mujeres no sabian cerrar la boca? Joder, estaba demasiado molesto.

Lo que menos esperaban ambos jovenes,era sentir unas pequeñas manos tomando sus mejillas, cuando levantaron la mirada su pequeño estaba aguantando las lágrimas mientras su labio inferior temblaba.

—N-No quiero que lloren...Mamá, papá, Lenya es fuerte y va a protegerlos.— Intentó sonreír mientras que decía.— Así que, sonrian...¿Si?.

—Lenya...— Murmuraron ambos, aunque se sorprendieron por esto y giraron a verse. Una sonrisa apareció en el rostro de ambos y abrazaron con dulzura al más pequeño.

—Pequeño, aún no necesitas ser fuerte, mamá y papá...—murmuró avergonzado el ruso.— Nosotros te vamos a proteger, ¿Vale?.

—Es cierto Lenya, vamos a protegerte pase lo que pase.— Intuyó Otabek mientras besaba la frente de su pequeño, sonrió levemente mientras mantenía de reojo su mirada en el ruso, quien acariciaba con ternura el cabello de su hijo.

—Otabek...— Susurró Yurio mientras su retoño abrazaba a su cuello.— Se que...sonará muy tonto...pero, ¿Quién era esa chica?.—preguntó avergonzado de los celos que literalmente no debería tener.— Digo...si solo quieres decirme...no es que este celoso o algo...ya sabes...yo...

—Yura.— Llamó suavemente el kazajo a la vez que le sonreía.— Si te soy sincero, no se quien es esa mujer...solo llegó diciendo cosas sin sin sentido.— Soltó un suspiro y se levantó, estirando su mano para ayudar al ruso a incorporarse.— Sinceramente, espero no conocerla...Ni recordarla.

—Aún no puedo creer que le haya hecho eso a un Niño, menos aún si...solo quería alejarlo de ti.— El rubio se levanto con ayuda del otro mientras mantenía a Lenya entre sus brazos, el pequeño no pesaba casi nada.

—Es por esa razón que no creó conocerla...No se, hay algo que no esta bien.—

—¿Enserio solo crees que eso no esta bien?.— Bufo el ruso mientras sonría con dolor por lo que diría.— Te casaste con un hombre...

—Y no me siento mal por eso.—Dijo Otabek, tomó el mentón de Yurio y elevó su rostro.— De hecho me siento feliz de eso.

Y lo logró, el rostro de Yuri Plisetsky volvió a mostrar un sonrojo digno de enamorar a cualquiera y lo hacía de nuevo, con su esposo.

Y lo logró, el rostro de Yuri Plisetsky volvió a mostrar un sonrojo digno de enamorar a cualquiera y lo hacía de nuevo, con su esposo

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Mamá, Papá...¿Me olvidaron? [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora