🐏 Capítulo 15🐏

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-¡ELEYN!.- Gritó nuevamente Jean mientras se internaba en la habitación de su hija, buscándola con la mirada y encontrandola en la esquina llorando.- ¡Eleyn!.- Volvió a gritar mientras se acercaba a ella y la abrazaba para que se tranquilizara.- Bebé... Hija, ¿Qué pasó?.

La pequeña no respondió, sólo continuó llorando en brazos de su padre mientras se aferraba a él, Jean podía sentir el cuerpo de la pequeña temblando sobre el suyo.

-Jean...- Llamó Yurio que le había seguido en todo momento pero se encontraba en shock frente a la habitación, mirando la ventana de la misma.- La ventana...

El canadiense se levantó e inmediatamente miró a esta misma, sintiendo un miedo que jamás había experimentado crecer en su interior. Era sangre. Un charco de sangre en la ventana con una foto de un niño rubio poco mayor a su hija pegado con esta misma y algo arrugada, volteó enseguida a ver al rubio mientras recogía a su hija del suelo y casi corría a su lado.

-Yuri, tenemos que irnos, ahora.- El rubio apenas pudo pensar y asentir, más aún bajo la voz de Sara que resonaba en su oído.

<<Sal de ahí ahora, tráelo.

Era... Era Lenya, era mi hijo. Se gritaba el rubio ignorando la voz de Sara y los demás gritando en su oído. Sus manos estaban temblando, su pecho se estaba apretando y ya no pudo más, se desmoronó.

Jean abrió la puerta de un tirón soltando a Yuri y dejando a Eleyn fuera para hablar.
-Vamos a ir a mi casa de pla- - Antes de terminar, el rubio soltó un grito que podría haberse escuchado a dos manzanas del lugar, estaba llorando y tirando su cabello en un estado inestable.

-¡Lenya!.- Gritaba lo más alto que podía, con el corazón apresado por la culpa, sentía una presión horrible.- ¡DEVUELVAN A MI HIJO!.- Logró exclamar entre gritos mientras caía al suelo, no podía detenerse, estaba entrando en una crisis.

Jean se paralizó al verlo así, tras él la pequeña de cabellos negros comenzó a sollozar también, notablemente asustada, el pelinegro se quedó estático, jamás creyó ver al rubio en ese estado. Él era fuerte, era rudo... Pero le habían quitado a su hijo, él también le estuvo haciendo daño, no pudo proteger su sonrisa cuándo lo pudo hacer y ahora lo veía desmoronarse en la entrada de su casa.

-Yuri.- Logró salir de sus labios mientras la pequeña niña se colgaba de su costado, llorando y gritando, ella sabía que ese niño de la foto era Lenya. Él niño que le gustaba, pero los gritos desconsolado del rubio la asustaba, no entendía que estaba pasando.

La puerta de entrada se abrio de par en par, Otabek había pateado el cerrojo para abrir la puerta, había escuchado los gritos de su amado y sin dudarlo fue hasta él. A sus espaldas aparecieron Mila y Sara, la primera con un arma en la mano dispuesta a atacar a quién provocara los gritos del ruso.

-¡YURA!.- Gritó Otabek ignorando el rostro y mirada de Jean, pasó corriendo hasta llegar a su lado para tomarlo en un abrazo, evitando que siguiera haciéndose daño.- Yura no grites, estoy aquí, calma.

El rubio continuó gritando el nombre de su hijo mientras Otabek lo apoyaba en su pecho, sosteniendo su cabeza con una mano y rodeando su cuerpo con su brazo libre. Otabek sentía un nudo en su garaganta, nunca imaginó que eso pasaría, de saberlo jamás habría dejado que ese plan se llevará a cabo.

-Otabek...- Murmuró Jean mientras entraba en consciencia, agachandose para ver a su pequeña que aún lloraba pero no tan desesperada cómo antes.- Eleyn, mi amor ya no llores porfavor, aquí esta papá.- Susurró abrazandola y besando su cabello.- Por favor no llores...

Sara observó al canadiense con una mueca, estaban asustados, Jean lo estaba ahora. La chica pidió a Mila que bajará el arma y evitará más problemas. Con paso firme se acercó al padre que consolaba a su hija y tomó su hombro, ya que se había levantado y continuaba mirando a la pareja que intentaba calmarse entre si.

Mamá, Papá...¿Me olvidaron? [En Pausa]Where stories live. Discover now