Mamá, Papá...¿Me olvidaron? [En Pausa]

🐿Capítulo 14🐿

Sintió una fría brisa en su cuerpo, dándole una sensación de miedo, con cuidado comenzó a abrir sus pequeños ojos y lentamente estuvo adaptándose a su ambiente oscuro, trató y trató, pero no pudo ver nada a su alrededor, sólo oscuridad, comenzó a desesperarse. Trató de moverse pero no pudo hacerlo, bajo la mirada y jaló sus manos, estaban atadas al igual que sus pies.

Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos verdes mientras negaba con la cabeza, no quería estar ahí. Cerró sus ojos tratando de despertar de ese sueño, de calmar su miedo y la horrible sensación que viajaba por todo su cuerpo. El miedo nacía desde su corazón.
Estuvo así varios minutos, hasta lograr calmar su respiración y relajar sus músculos, pero entonces... La puerta se abrió. El chirrido que provocó le causó un escalofrío desde la nuca hasta su espalda baja, eran pisadas de diferentes personas, podía sentir cómo hablaban pero no lograba endenderlos, la habitación tenía algo que le hacía sentir perdido.

—Me aburre tener que venir a drogarle.— Se quejó una voz masculina.

—Es sólo un niño.— Suspiró la otra voz, entonces la luz fue encendida.— No deberíamos hacer esto...

—Chris, no podemos dejarle ir, le asesinaran de ser así.— Suspiró su pareja a la vez que tomaba una jeringa con un líquido lila.— Se parece a ese niño que Viktor adoptó hace un tiempo.

—Si, tienes razón.— Suspiró el otro mientras se acercaba al niño que lloraba mirándole.— Hey... No llores, no vinimos a hacerte daño.

—Quiero a mi mamá...— Sollozo el pequeño mirando al adulto entre lágrimas.— Quiero ir con mi mamá...

—Lo siento.— Murmuró Chris antes de tomar la jeringa que su pareja le tendía y se la inyectaba en el brazo al niño pequeño que gritaba de dolor, de desesperación y miedo antes de caer rendido.

—¿Estás segura de que va a funcionar?.— Cuestionó Otabek a la chica Morena frente a la pantalla de monitoreo que tenían en aquella casa.— Si algo le pasa a Yura...

—Nada pasará, te lo aseguro.— Mencionó con una sonrisa mientras tomaba el micrófono por el cual podría hablarle al rubio.— Yuri, cuándo llegues a la puerta dile a Jean que te rindes, que dejaste a Otabek, es la mejor manera de que puedas entrar. La esposa de Jean no debería estar, viajo a París.

<<Esta bien, confío en ti, pero realmente si algo pasa no vengan, tienen que encontrar a Lenya.

...

Después de hablar en el hospital, la pareja de jóvenes aceptó ir con Sara Crispino para poder encontrar a su hijo, habían llegado a un departamento bastante desarreglado y lleno de papeleo por todos lados, no era muy agradable a la vista de alguien organizado.

—¿Hace cuánto sigues a Jean?.— Preguntó asustado Yuri mientras tomaba uno de los papeles, mirándolo con curiosidad.

—Mucho tiempo, desde que me quito a mi única familia, no te recomiendo mirar esas hojas.— Río la chica mientras le quitaba aquel papel y seguía caminando dentro del lugar hasta una habitación donde tenía una pantalla de computador junto a otras tantas más pequeñas y una silla frente a ella desde donde se podían manejar.

— Esto parece una locura, completamente...— Murmuró Otabek mientras tomaba de la mano a Yuri.

—Lo es, pero es lo único que podemos hacer por ahora.— Suspiro la chica.— Yuri, el plan consiste en que vayas a casa de Jean, finjas que le quieres para entrar, le des el disco duro que te entregaré y le hagas ver que está en peligro. Eso es todo, tú luego debes ser quien le pida ayuda y lo haga quedar en deuda.

...

El corazón se le salía del pecho, sentía ganas de vomitar a causa de los nervios, estiró la mano para tocar el timbre mientras tragaba saliva. Iba a desmayarse si nada salia bien. Fue entonces que aquella voz respondió tras el timbre.

—¿Yuri?, ¿Que?...

Inspiró profundo y habló.

—Jean, tenemos que hablar... Porfavor déjame entrar.

Entonces la puerta se abrió sin más palabras, el rubio entró con una mirada nerviosa pero con paso seguro. Fue adentrándose cada vez más en la mansión, el patio era enorme, podía divisar la puerta de la gran casa a unos metros, sentía sus manos tembrar y su garganta cerrarse. Tenía que hacer que Jean los ayudará, tenía que recuperar a Jean, tenía que llegar a esa puerta.

Mientras tanto Jean, sorprendido aún frente a la pantalla del timbre, no había reaccionado por unos minutos. No podía creer que Yuri estuviera allí, que él hubiera ido allí. Luego de unos minutos se separó y se acercó a la puerta, oyendo unos leves y suaves golpes en está.

Yuri...

Abrió la puerta con cuidado, topandose con el rostro tímido del rubio, quién lo miraba con una súplica muy notoria, Jean lo dejo entrar con un leve gestó, una vez el rubio entró, cerró la puerta para seguirlo. Se ubicaron en la sala sin decir palabra alguna, hasta que el de cabello negro rompió el silencio.

—¿Qué... Haces aquí?.— Consulto.

—Vengo a...— Murmuró.— A pedir tú ayuda... A ayudarte...

—¿Que?.— Preguntó sorprendido el canadiense.

—Alguien quiere destruirte por atrás, Jean.— Murmuró sacando el disco duro de su bolsillo.— Aquí está la prueba, de esa chica, Vanessa.

—No me digas...— Enojado apretó los puños.

—Secuestro a mi hijo Jean.— Casi sollozo Yuri bajo la mirada preocupada del otro.

—Yuri...

Jean se levantó pero se detuvo en seco, un horrible gritó resonó sobre sus cabezas, en el segundo piso. Lugar en el que estaba su amada, su hija.

—¡ELEYN!.— Gritó el canadiense corriendo al segundo piso seguido del rubio, llegando hasta la habitación del final del pasillo, abrió la puerta desesperadamente y entró para toparse con una horrible sorpresa.— ¡ELEYN!

Uhhhh, ¿Que creen que pasó? :0 les dejaré en duda ;) Espero que les haya gustado.

Nos vemos ❤❤❤❤