Mamá, Papá...¿Me olvidaron? [En Pausa]

🐼Capítulo 8🐼

Los primeros rayos de rol se filtraban entre las cortinas de la habitación que compartirían los jovenes sin recuerdos en común. Cada uno dormía en una esquina de la cama debido a que no habían más dispuestas en el hogar Nikiforov y Yuri se negaba a dejar dormir a Otabek en el sofá o el suelo.

Yurio ya estaba despierto hace una hora, aunque no quería moverse, el aroma algo particular que tenia a su alcance lo hacía sentir bien, calmado y sereno respecto a lo que sucedía. Por su parte, Otabek también habia estado despierto por unas cuantas horas antes que el Ruso, aunque sin ganas de despertar e irse de la cama, había algo que necesitaba aclarar.

—¿Yura?.— Preguntó con la voz algo rasposa, sorprendiendo al rubio, quien se estremeció y respondió con simple quejido.— ¿No te parece que este lugar tiene algo...muy familiar?.

—La verdad, es que si...— murmuró en confusión mientras se daba la vuelta, observando al despeinado y tan masculino Otabek, quién también lo observaba.— Según los viejos está era nuestra habitación en su hogar antes de mudarnos...

—Yura...Yo...—Llamó la voz baja y gruesa del Kazajo, la volvía locos los sentidos del ruso, quien se sonrojaba con cada respirar que escapaba de su cuerpo.

—¿Si, Beka?.—

—Podrías acercarte un poco.— Pidió amablemente el Kazajo, esperando por su respuesta, aunque no la hubo, Yurio ya estaba junto a él, demasiado cerca.

—¿Así esta bien?.— Otabek asintió y sin que ruso lo esperara, acaricio su cabello con dulzura, depositando un tierno beso en sus labios. Aunque rápidamente se separaron con un gran sonrojo en sus rostros.— ¿B-Beka?...

—Perdón...Perdón, porfavor no te asustes por la estupidez que acabó de hacer.— Suspiró avergonzado a la vez que rascaba su nuca, desviando su mirada hasta otro lugar que no fuera su compañero sobre la cama.

—No es eso, yo...— Río levemente por la forma en que el otro intentaba arreglar su "error".— ¿Porqué lo hiciste?, digo...eso fue muy sorpresivo...

—Soñe contigo.— Respondió enseguida viendo de reojo al rubio, quien se sonrojo hasta ya no dar más.— Supongo...Qué fue el recuerdo de uno de nuestros besos.

—Un recuerdo...—