《15》

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Jungkook cocinaba con una sonrisa en la cara, porque a decir verdad... Taehyung no era bueno en la cocina. Además, le gustaba serle útil al mayor preparándole algo rico de comer. Llevaba haciéndolo ya hacía un par de días, después del colegio iba directamente al departamento del mayor como de costumbre y cocinaba para él, le gustaba los resultados, el taxista le halagaba y parecía contento con lo que le preparaba.

—¡Eso huele delicioso! —tomó un poco de arroz de la hoya arrocera y se lo metió a la boca sin ningún cuidado.

—¡No metas la mano! —el menor lo regañó.

—Lo siento, tengo mucha hambre —recostó el cuerpo en el mesón, disfrutando del aroma que inundaba toda la cocina.

A Taehyung le encantaba observar a Jungkook cocinar. El menor se veía tan concentrado y esmerado. Era tan adorable.

El azabache picaba unos tomates, estaba tan sumergido en lo que hacía que al sentir unas manos tomarle la cintura se sorprendió de manera exagerada, prácticamente lanzó el cuchillo a la mierda.

—¡Tae, provocarás un accidente! —se sostuvo del filo del mesón. Las manos del mayor se aferraban con fuerza a su cintura, abrazándola—. Idiota... ¿Qué haces? —utilizó el codo para atacar el estómago del castaño, sin embargo éste lo apegó aún más contra su cuerpo.

—¿No vas a continuar? —inquirió el castaño, apoyando la barbilla en el hombro del chico.

—¿Cómo voy a poder continuar si me tienes agarrado? —renegó.

Taehyung ignoró la pregunta. De pronto la comida pasó a segundo plano. Tenía algo mucho más interesante ante sus ojos y bajo su cuerpo. Taehyung acarició el paliducho cuello del menor con la punta de la nariz. Maldición, desprendía un olor tan dulce, ¿qué clase de jabón usaba? No pudo evitar plantar un beso en aquella zona tan pulcra. Al momento de topar la piel con sus labios... no podía creer lo suave que era.

Jungkook se estremeció y apretó los dientes para evitar gemir—: ¿Podrías parar? —jadeó ante otro beso en su sensible cuello—. ¡Ah! Ah... para ya... —parecía que iba a llorar, ése lugar en donde Taehyung repartía besos lo hacía sentir extraño, le hacía sentir cosas muy extrañas por todo el cuerpo.

Taehyung parecía estar sordo, continuaba besando en ese lugar tan sensible.

Jungkook iba a gritarle que se detuviera de una vez, pero al sentir una áspera lengua lamerle desde el hombro hasta la oreja, sus pensamientos se nublaron al igual que sus ojos.

—¡Mmh! —gimió. Gimió tan ahogado que sintió una terrible vergüenza de no poder evitar sonar tan lamentable.

—Mierda —gruñó Taehyung, rozando la erección que llevaba debajo de sus pantalones contra el trasero del menor. No pudo evitar frotarse contra el culo que tanto deseaba poder joder.

—Tae... hyung... —las lágrimas se instalaron por sus ojos, jamás había experimentado una cosa así, aquello se adentraba en su vientre como una corriente, un cosquilleo que le hacía sentir demasiado bien y le hacía desear más de aquel cosquilleo.

Jungkook recostó el estómago, completamente rendido, sobre el mesón, ya no le importaba ensuciarse con el tomate picado. Alzó el trasero por inercia, necesitando sentir aún más profundo aquella dureza que se golpeaba contra su entrada.

El menor comenzó a sudar y a jadear. No sabía si debía parar o seguir. ¿Y si Taehyung pensaba llegar más lejos?  ¿Cómo sería? Había cierta emoción en su alocado pecho, pero a la vez era algo desconocido y por eso estaba asustado.

El castaño tomó el trasero que se le ofrecía con ambas manos. Poco a poco deslizó el pantalón del uniforme hacia abajo, dejando a la vista el principio de las pequeñas nalgas de Jungkook.

—¡No! ¡Espera! —el pelinegro intentó subirse el pantalón nuevamente, pero Taehyung le sostuvo la mano.

—Sólo quiero verte —continuó deslizando.

—Pero... —se mordió el labio inferior, con la cara ardiendo como el infierno—. Me da vergüenza que me veas...

—También dejaré que me veas, no te preocupes —dijo con una sonrisa genuina, antes de dar un casto beso en la espalda baja del menor.

—Dios... —Jungkook se estremeció ante el contacto de los húmedos labios de Taehyung contra su piel y alejó la mano.

El castaño, lentamente, deslizó el pantalón hacia abajo por las pálidas piernas de Jungkook. Lo que primero vislumbró fueron un par de hermosas nalgas que no dudó en acariciar con ambas palmas. Eran deliciosas de sentir, tan suaves y carnosas.

—No te asustes —inquirió el taxista mientras se ponía de cunclillas, acercando el rostro y seguido besando una nalga del menor, quien se sobresaltó un poco emitiendo un jadeo de sorpresa.

Taehyung, aunque no lo demostrara, estaba luchando por controlarse. Su pene dolía intensamente, los pantalones eran molestos y tortuosos, necesitaba liberarse de una puta vez por todas. No podía pensar en otra cosa que no fuese entrar en el apretado agujero de Jungkook y cogerlo duro hasta hacerle perder la noción. Con ayuda de sus pulgares separó las esponjosas nalgas del azabache, jadeando de pura anticipación. En cuanto se topó con la bonita entrada de Jungkook su adolorida erección pareció crecer aún más, el agujero de Jungkook estaba realmente cerrado y apretado allí, eso le hacía excitarse aún más.

—Taehyung, ya basta... —el menor ocultó su entrada con una mano— Es vergonzoso... —se quejó.

—Está bien —a regañadientes se puso de pie—, dejaré que me veas ahora —y, sin pena alguna, se bajó el pantalón junto con el bóxer, mostrando su erecto miembro ante los curiosos ojos de Jungkook—. ¿Qué te parece? —se acercó al menor y lo giró sobre su propio eje hasta ambos quedar cara a cara. Le dio un beso superficial en los labios y le susurró sobre estos, mirándolo fijamente a los ojos—. ¿Has tocado el pene de otro hombre alguna vez?

Jungkook negó con la cabeza. Parecía perdido, o a lo mejor estaba procesando todo.

—Tómalo —indicó el mayor, pero el azabache estaba paralizado—. Vamos, no tengas miedo porque es grande —se mofó, moviendo los orbes hacia el miembro de Jungkook y luego hacia el suyo propio. La diferencia en tamaño era bastante notoria, pero lejos de ofender al más joven sólo le provocó una ligera risa—. ¿Qué es gracioso? —frunció el ceño, aunque no estaba molesto.

—Es la primera vez que se lo veo a  alguien más y es... no sé, ahora el mío parece gracioso.

Taehyung acariciaba las caderas de Jungkook, de arriba hacia abajo, deseando apegarlo a su cuerpo para sentirlo contra su miembro.

—Claro que no, el tuyo es muy bonito —Taehyung le dijo, con una sonrisa enternecida—. ¿Quieres sentir el mío? —Taehyung fingió no estar desesperado, esperando a que Jungkook esté listo para empezar a explorar el cuerpo del otro.

Jungkook sé relamió los labios, dejándolos brillantes y ensalivados. Por alguna razón, estaba deseando meter el pene de Taehyung dentro de su boca. Era grande y grueso, pero de seguro iba a caber.

Con un poco de inseguridad, tomó el falo de Taehyung y lo apretó suavemente. Jungkook estaba algo sorprendido de lo duro que se sentía, también estaba caliente y podía distinguir la presión sanguínea haciendo que palpite. Jungkook no hizo nada más después de tomarlo, su mano estaba congelada.

—Debes moverlo así —Taehyung tomó la mano de Jungkook por encima de ésta y la guió en un vaivén lento, de arriba hacia abajo. Finalmente estaba siendo estimulado. La espina dorsal de Taehyung tembló de puro gozo.

Aunque Taehyung no era el único que estaba disfrutando de la situación. Jungkook estaba muy excitado de repente. La punta de su pene brillaba por el presemen que salía de allí. Masturbar al mayor le estaba dando placer también, de alguna manera.

Taehyung se acercó a la enrojecida oreja de Jungkook, quien no dejaba de mover su mano, y le susurró con su voz grave e inestable—: ¿Quieres sentirme un poco más?

Jungkook asintió, sin realmente saber a qué se refería con sentir un poco más. ¿Qué "más" podía haber?














Ahí les dejo cochinos antojados jssjjsjs 🌚🫶 prox cap la semana que viene. Ya se acerca el final 🥹

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⏰ Last updated: Mar 03, 2023 ⏰

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