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Las cosas habían cambiando de manera drástica desde hace una semana. Ya no me preocupaba por llevar a Mark a la escuela, mucho menos por recogerlo, ahora todo ese trabajo lo hacia un taxi y uno que otro autobús.

Jungkook me recogía del trabajo y cada noche salíamos a un lugar diferente. Desde una discoteca alborotada hasta el restaurante más ostentoso de la ciudad, las salidas con él no paraban.
Y sin importar que, al final de la noche terminábamos en su casa.

El día en la oficina estaba siendo un completo caos.
Una de mis clientas quería enterrarle una grapa a su marido en la entrepierna, todo porque el hombre quería quedarse con la custodia de sus hijas.

«Malditos divorciados» Piensa mi cerebro mientras ve a la ex pareja salir de mi despacho. Pero otra vocecilla aparece en mi cabeza diciendo «Tu también estas divorciado» Y de paso haciéndome recordar cosas que parecían haberse olvidado.

¿Realmente se termino?

El resto del día atendí a cada persona que cruzaba la puerta. Algunos problemas y discusiones se presentaron, pero ninguno como la mujer y las grapas.

Llegada la hora de salida me despedí de Jin y Hoseok y salí del edificio. Jungkook estaba recostado en su auto mientras veía su teléfono, sin notar mi presencia.

Parecía un modelo que escapo de una revista de adolescentes, se veía tan fresco y atractivo que realmente me hacia dudar de si es real. Entonces a mi mente llegaron las palabras de TaeHyung «El tipo esta en cada revista que leo» Y solo me hacia pensar en su vida privada, pues de esta no sabia una mierda.

- Te ves bien -digo mientras subo al auto

- Pues a tí el uniforme no se te ve nada mal.

Cuando se sentó el lugar del conductor, acaricio mi muslo y me beso.

- Pase por Mark a su escuela, ya esta en casa sano y salvo. Me parece un chico genial... Aunque es bastante... ¿Frio?

- No tenias porque hacerlo, pero gracias

La vocecilla vuelve a invadir mi mente mientras brinca y grita a todo pulmón «Cásate conmigo» «Top 1 al mejor padrastro» y otras incoherencias más.

- Espero que lo entiendas, no te conoce muy bien... y se que debería ser yo quien vaya por él. Perdón.

- Trabajas demasiado, yo no tengo un horario tan estricto como el tuyo así que no es una molestia.

- No se nada de tu trabajo -desvío el tema

- Estoy dirigiendo la empresa de mi madre, cosméticos y esas cosas.

- Suena interesante. ¿tú madre se tomo un descanso? -la pregunta salió antes de pensarla, y yo rogaba mentalmente por que la respuesta no fuera la que tenía en mente.

- No, su salud esta algo delicada... Así que me haré cargo hasta que mejore. Después volveré a trabajar con los puntos de ventas.

Tuve el inmenso placer de relajarme en el asiento del copiloto luego de escuchar eso. Su madre no estaba muerta a como pensó mi subconsciente en un inicio.

La noche siguió su ritmo normal, y a las dos de la madrugada ya estaba cruzando las puertas de mi casa.

Hogar dulce hogar.

Subí escalón por escalón a paso lento por el cansancio, y de manera floja camine por el pasillo hasta llegar a mi habitación.
Cuando abrí la puerta me sorprendió lo que vi.

La vestidor tenía la puerta abierta, y al entrar vi como toda la ropa de Yoongi ya no estaba, encontrándome únicamente con los ganchos colgados y los cajones vacíos.
Ni sus zapatos, ni sus chaquetas... Nada.

La única prenda que seguía intacta era la chaqueta de cuero que le regale para navidad. Recuerdo que Mark lloriqueo esa noche porque quería una idéntica.

Sobre la cama, el anillo de compromiso reposaba sobre una hoja doblada a la mitad.
Suponiendo las palabras que dice y tratando de no llorar, comienzo a leer.

Te hice demasiado daño, pero ya no podemos seguir jugando al matrimonio perfecto.

Iré a visitarlos seguido, los quiero•

Doble de nuevo la hoja blanca mientras sostenía la chaqueta de cuero.

- ¿Esto es lo que querias?

- Hijo... No es momento par-

- A la mierda con eso. Ya no lo soporto más.

Mark salió corriendo de la habitación y yo lo perseguí hasta bajar las escaleras y quedar de pie en la sala. Estaba molesto, mi bebe estaba furioso conmigo, y llorando.

- Marki, tu padre y yo no estábamos bien.

- LO SE! Papá estuvo aquí, me lo dijo todo. Lo encontraste con otra. Me quedo claro eso maldita sea.

- Controla ese vocabulario- ordené

- Y tu controla tu vida. -me miró con odio- Toda la semana he desayunado solo, un taxista habla más conmigo que tu, olvidaste ir a verme a la presentación de música el otro día, y para tu puta información papá si fue a verme, le dije que tenías demasiado trabajo, pero en realidad tu y yo sabemos lo que estabas haciendo! ESTABAS ACOSTANDOTE CON EL VECINO!

No soporte más, y sin pensarlo dos veces le mande un golpe en la mejilla.
Mi mano ardía, pero las lágrimas de Mark y su cachete rojo me demostraron que a él le ardía más.

- Eres el peor padre del mundo.

Y sin decirme algo más doloroso, subió a su habitación y escuche el azote de la puerta.

La chaqueta de Yoongi seguía en mis manos, la abrace con toda mi fuerza mientras iba a las escaleras, pero sentí como mi anillo de compromiso era pisado por mis zapatos.

Llore, llore como no lo había desde hace años. Tirado en el suelo, abrazado a la prenda de cuero y viendo como el diamante de mi anillo brillaba más que toda mi vida, más que mi situación, más que yo.

En ese momento vi que ya no amaba a Yoongi, ya no sentía amor por el, pero el sentimiento de cariño aun seguía. Y dolía.

Saber que mi hijo me odiaba, era algo que me destruía por completo. Había cambiado tanto en tan poco tiempo, que jamás preste atención a lo más importante.

Olvide ser papá

ΔΔΔ

Padre Rebelde | KookminWhere stories live. Discover now