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Me levante de la cama y fui al lavabo. Me moje la cara y me mire al espejo, con miedo de ver el aspecto deplorable que debía tener. Instantáneamente confirme mis suposiciones por el tono oscuro que había bajo mis ojos, labios secos y cabello enmarañado. «Me veo genial» pensé con sarcasmo.

Apenas hace dos días que Jungkook esta en... ¿La cárcel? sinceramente ni siquiera se en donde diablos esta en estos momentos. El día en que la policía se lo llevo dije que lo visitaría en mas tarde, pero yo aun no asimilaba la causa de mi inasistencia. Tal vez fue la rabia, los celos, la decepción, o la alerta que tenia mi corazón para sentir mas temor.

Cuando estuve en la cocina me apure para preparar Un desayuno explosivo como solía decir Mark cuando tenia cuatro años. Precisamente hoy recuerdo todos esos momentos.

Deje sobre la mesa algunos emparedados, malteada de chocolate y unas tortillas con huevos. A lo mejor no es una magnifica combinación, pero me llene de orgullo al preparar algo mas que waffles y jugo.

Me di prisa para mirar por la escalera en el momento en que escuche ruidos. Mark estaba demasiado alto, llevaba una camisa a cuadros y pantalones negros ajustados, todo normal hasta que vi un aro enorme en una de sus orejas. Pero por ser un día especial lo dejaría pasar.

—Nuestra cocina desprende un magnifico olor y la mesa se ve esplendida con tan exquisitos platillos—dijo, yo reí por su ocurrencia

—¿Iras a la universidad o a una escuela de modales?

Se sentó rápido en la mesa y se lleno la boca de tortilla. Yo hice lo mismo, tomando una de las bebidas.

— No puedo tener modales con tortillas frente a mi. Lo siento.

—Entonces comételas todas. Te llevare en una hora y espero que tus cajas ya estén en el auto.

—Jungkook debió despedirse, no es justo.

Una diminuta detonación se escucho en mi interior. Mi cerebro se quedo pensando y mi boca esperando algo que decir.

—El tiene que visitar a su madre, ya ves que no esta muy bien de salud—pensé algo mas que decir para animarlo—Te prometo que te vera pronto.

Mark sonrió con amplitud dejándome ver sus dientes, aunque la imagen me duro poco cuando un emparedado se abrió espacio en su boca. Igual se veía lindo.

Inspire profundamente, y el tiempo paso tan rápido que ya estaba metido en el auto con la compañía de las cajas de cartón . Puse el auto en marcha segundos después de que Mark subiera y se ajustara el cinturón.

Mientras mas nos acercábamos a la zona, se veían cada vez mas personas, principalmente chicos jóvenes cargando mochilas enormes.

Aparque el auto en el estacionamiento. Al bajar, sacamos las cosas del auto y Mark se me quedo mirando con algo de pena.

— Puedo hacer el resto solo —dijo

—Si lo haces por tu propia cuenta, yo ya no tendré excusa para quedarme

— Ya no tienes porque quedarte

Lo mire triste. Su cabello se había despeinado un poco y sentí el afán de correr a su lado para arreglarlo. Pero me mantuve en mi lugar, mirando las cajas en el suelo y luego a mi hijo.

—Cuídate

Lo abrace y después subí al auto sin mirar hacia atrás.

Δ

Las sillas estaban congeladas, y por eso recordé la primera vez que estuve en este lugar. Todo lo veía gris y tenebroso, me sentía como una niñita a punto de tener una inyección, y aquella sensación era algo demasiado desagradable para mi.

TaeHyung estaba a mi lado. Llego a mi casa para decirme que Jungkook lo había llamado, y aunque de mi boca no había salido nada, Tae ya estaba al tanto de toda la situación gracias a la conversación por teléfono que yo aun desconocía en su totalidad.

—Hoy darán la fecha de su juicio, es normal que llamara tan de repente—me dice Tae

—¿Y por qué te llamo a ti? ¿Por que me traes a este lugar? No quiero verlo, no quiero.

—Jungkook no es capaz de mirarte. La ha jodido y lo sabe bien.

Acomode mi abrigo y mire la puerta. Nadie parecía querer venir.

—Aunque sea inocente... Sigue siendo culpable de irse con alguien mas.

—No lo entiendo —Tae se recostó en el asiento, frunciendo los labios y mirando al techo en busca de respuestas.

—Se fue con otra. No es tan complicado de imaginar... Un hombre, una mujer... —¿En que momento empecé a balbucear?

—Algo no me cuadra. Jungkook vendería el alma a Yoongi con tal de verte feliz. Ese cuento de que se fue en busca de senos grandes... no me lo trago tan fácil.

—Tae...

—Shito que estoy hablando

Guarde silencio y seguí escuchando. TaeHyung estaba diciendo cosas muy ciertas, pero por eso mismo quería que se callara de una buena vez, para que mi mente dejara de trabajar un poco.

—Estuve con el ese día. Bebimos, bailamos y todo estaba bien. ¿Por que terminaría en un hotel de quinta? ¿Por que se iría con una chica? O mejor aun ¿Por que la mataría? Es que estamos hablando de Jungkook, el chico que se esconde tras mi sofá cuando mi perro se le acerca. No tiene sentido.

Nada tenia sentido. Nada parecía llevarme a una respuesta, y a pesar de eso yo no demostré interés en conseguirle solución por mis propios medios.

Siempre crei que todo estaba claro.

ΔΔΔ

Padre Rebelde | KookminWhere stories live. Discover now