Final

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Mientras la cena, no pude evitar mirar frente a mi a las dos personas que formaban mi felicidad. Porque aquellos rayos de luz llegaron en el momento menos esperado, pero con tanto entusiasmo y fortaleza que me mantienen firme y con las fortalezas de continuar.

Mark cada vez se vuelve mas maduro. Y como padre, solo puedo preguntarme ¿En que parpadeo se ha crecido tanto? Se ha ido de casa para tener su propio futuro y alcanzar lo que tanto ha querido, y no puedo estar más agradecido por haberlo apoyado desde que era un niño que se asustaba de su propia sombra

- ¿Y como sigue tu madre?-Pregunta Mark con carne en la boca.

Pienso por un momento, y me decido a contarle todo lo que ha pasado en el corto tiempo que se ha ausentado. Para su bien, y el de mi consciencia.

-Jungkook no se ha ido por su madre. Estuvo en el reclusorio porque tu padre lo ha intimidado

Mark estaba a punto de echarse a reír, y eso solo logra desconcertarme.

-Lo sabia -dijo, dejando el plato a un lado y posando la cabeza sobre la palma de las manos- Jin me mantuvo al corriente, no lo culpes, fui yo quien ha insistido luego de ver que te comportabas extraño.

-No odies a Yoongi por esto- Jungkook dijo simple, pero el rencor que tenía se alteraba un tanto por escucharlo decir aquello

-No sabia que mi padre tenía participación en tu encarcelamiento. Y ahora que lo se, solo tengo algo de decepción por él. Es mi padre después de todo, odiarlo no es algo que quiera hacer-Concluyó Mark para luego levantarse de la mesa.

Jungkook me sonríe y toma mi cuerpo entre sus brazos para calmar la pesadez por la que acababa de pasar. Luego de que me calmase, me cargó hasta la sala tomando asiento conmigo encima. Tanta calma me hacia falta.

La puerta se ha escuchado, pero no como el típico golpeteo que avisa una visita, y eso ha hecho que me agarre más fuerte del cuerpo que esta frente a mi. El cerrojo de la puerta se ha roto, y Yoongi ha entrado con una pistola plateada entre las manos.

Va a matarnos.

Me he caído al suelo, pues Jungkook se ha puesto frente a mi en un intento de cubrirme lo más posible. En aquel instante solo pienso en Mark, y casi me causa un paro cardíaco al verlo salir de la cocina, justo atrás de Yoongi. El plato de frituras se le ha caído al piso con la escena que presencia.

Trato de calmarme, pues no se me hace posible que Yoongi atente contra la vida de su propio hijo. Pero me apena que Mark tenga que ver a su padre en un estado tan quebradizo y alterado.

-Acabaré contigo, rata. -Yoongi hablo-Lo haré igual que como hice con tu madre.

Mientras que aquellas palabras hacían eco en la cabeza de JungKook, Yoongi aprovecho para acercarse cada vez más hacia nosotros y dejando apenas unos tres metros de distancia. Perfecto para enterrar una bala en su cuerpo.

Mi corazón jamás latió tan deprisa.

-Baja el arma, lárgate de aquí ¡Mark esta aquí! -grite, pero el solo apreto con más fuerza el arma en sus manos.
- El acabo con este hogar. El me alejo de tí. -Sus ojos se tornaban de rojo y sus manos comenzaban a temblar levemente- Lo he drogado para que se fuera con ella, lo he hundido para que estuvieras de nuevo a mi lado.

En menos de lo que pensé, Mark corrió hacia nosotros para cubrir a JungKook con su cuerpo.
Estaba loco, todos aquí parecían estarlo.

-Papá, no hagas una locura

Yoongi dejo caer la primera gota de agua de sus ojos. El arma paso de apuntar hacia Mark para centrarce en el cráneo de quien la tenía en las manos.

-No me refería a eso-dijo Mark

-Lo prefieres a él, ustedes me han cambiado- Yoongi hablo, cerrando los ojos con fuerza y apretando la dentadura.

-Papá...Papi, baja el arma -La voz de Mark tartamudeando me quebró el corazón- Te quiero demasiado, eres mi padre. El único.

El rostro de Yoongi se relajó, y poco a poco el arma se separaba de su cabeza.
Jungkook me levanto del suelo y me mantuvo en sus brazos. Al igual que yo, estaba asustado. Lo sentía por él temblor que transmitía y la manera en que seguía viendo hacia al frente a pesar de que todo parecía calmarse.

- No soy bueno -dejó de nuevo la pistola en su cabeza.

-No lo hagas

Mark comenzó a acercarse hacia Yoongi, con las lágrimas cayendo sin parar y la mano extendida.

- ¿Cuando creciste tanto? -dijo Yoongi, mordiéndose el labio inferior. Todos notabamos la manera en que su mano se tambaleaba.

-Detente-Suplicó Mark

-Me gustaría quedarme, pero ya no tengo nada que hacer aquí -Yoongi nós miró, y juro que jamás me dolió tanto una mirada.

Para mi, eran las palabras finales. Porque reconocía que nadie en el mundo conocería tanto al hombre que se apuntaba con una pistola, como lo hacia yo.
En aquel momento supe que ya nada podía darle un cambio a la sitúacion.

Disparó.

La vida y la muerte son como dos caras de una misma moneda. No importa cuanto sepamos que estemos vivos, el saber que moriremos es algo inevitable.

-Eres un héroe para mi-dijo Mark a la caja de madera que se encontraba varios metros bajo tierra.

Se fue corriendo hacia el auto, y no hice nada para detenerlo. Pues entendía las emociones que tenía en este momento. Yoongi se había ido.

Para siempre

Cuando mire el alrededor, todos los presentes se estaban retirando del lugar, algunos dando sus condolencias y otros desapareciendo del lugar en completo silencio.
Cerca, se veía el cuerpo de JungKook venir hacia mi.

- Que problemas- dije cansado, mirando el cielo azul y relajando los hombros.

Jungkook se hizo a mi lado para comenzar a caminar hacia el auto.

-Estando juntos se resuelve todo.

Mientras íbamos por el camino de gravilla me puse a pensar, en todo, básicamente.
Desde siempre me ha resultado imposible pensar en un futuro concreto, porque lo bueno y lo malo se juntaran y eso no se puede evitar.
Un cementerio no es el mejor lugar para acabar esto, aunque talvez es la forma de decir que todo quedara enterrado, como un recuerdo añejo.

Perdí a alguien valioso, demente, pero valioso. Y para ser sincero, hasta ahora no he comprendido lo valiosa que llega a ser la vida.

Pero estaba por hacerlo.

FIN

ΔΔΔ

♡ Gracias por leer ♡

Padre Rebelde | KookminWhere stories live. Discover now