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JIMIN POV

Me sentía desanimado, y no solo era el hecho de llevar mas de seis horas entre la oficina y los cafés negros. Si no que ahora tenia que lidiar en la tarde con el caso de Jungkook.

Ya se había declarado culpable ¿Qué mas quería la policía para dejarlo tras las rejas?

Dicen que quieren mi asistencia para ver información y tener una charla. ¿Por que acepte? Fácil, soy alguien demasiado serio y comprometido con mi trabajo, y no iba a dejar a alguien en prisión solo por algo tan personal. ¿Realmente era personal? Para mi lo era, y eso me molestaba.

- Jimin!

Básicamente estaba jugando con mi propio equilibrio en la silla, asi que cuando el grito de Hoseok apareció, caí como una tortilla en el suelo. ¡Carajo! Ese golpe solo aumentaría la migraña.

- ¿No sabes tocar la puerta?

-Lo hice, y llevo buen rato aquí de pie -dijo, irritado por mi falta de atención.

-Estoy algo estresado. Perdón.

Estresado era poco, pero eso no era necesario contárselo a Hoseok, y preferiblemente a nadie.

- ¿La causa de tu estrés tiene nombre y dientes de ladrillo?

Me miraba comprensivo, y aunque su pregunta sonaba diseñada para hacerme reír el seguía con la misma calma de siempre. Al instante siguiente pensé en que jamás me quedaría solo, no con amistades tan brillantes como este sujeto. Aquel pensamiento era el mejor motor para que mis palabras salieran a la luz, el cansancio, dolor, todo seria compartido con alguien mas.

-La verdad es que aun no me acostumbro a su traición. Baje la guardia con el y ahora estoy pagando el precio, solo quiero sacarlo del reclusorio para que se aparte de mi por voluntad propia.

-¡Tonterías!

Habría sido imaginación mía aquel grito, porque no me creía un comentario tan vago en una explicación que para mi era rotundamente valida.

- Sal de mi oficina

-No -dijo con una jodida sonrisa que me hacia apretar los dientes

-Ahora -repuse

Hoseok hizo como quien no ha escuchado nada de mi boca y se sentó en el escritorio. Si seguía hostigándome con su simple presencia no duraría un segundo para darle una buena patada y sacarlo de mi despacho.

-De acuerdo, me iré en un segundo. Pero deberías darte cuenta de que sabes que Jungkook oculta algo. No lo estoy defendiendo, pero me molesta que te quedes con una conclusión tan...tan...

- ¿Real? -dije

-Absurda

-No lo es. Estuviste en el juicio, lo viste, lo escuchaste todo. ¡Me ha golpeado!

Cuando todo se quedo en silencio, creí que había dejado a Hoseok sin argumentos para defenderse. Quería reírme, sonreírle sínicamente y decirle «te he vencido» pero el recordar aquel golpe que me propino y las palabras que su lengua soltaron... no me sentía orgulloso de decirlo.

Hoseok se levanto del escritorio y se fue. Sin responderme algo, aunque realmente sentí tranquilidad por no seguir la charla.

Respire hondo y me tumbe en el respaldo de la silla.
Ni yo mismo sabia de que lado estaba.

Me encontraba de pie en la sala gris. Últimamente le tome un odio indescriptible a ese color, y estar aquí me causaba ganas de arrancarme el cabello por la ansiedad.

Cuando cumplí diez minutos dando vueltas por el lugar, las puertas se abrieron. Jungkook entro escoltado por dos guardias y las manos apresadas por las cadenas de hierro, pero, algo que me pareció demasiado extraño fue que no llevara puesto el uniforme del reclusorio, ¿No había sido sentenciado ya? Se veía demasiado formal como para hacerse pasar por un preso.

Pero verlo de esa manera, tan vulnerable e indefenso, no era algo que me gustaría ver dos veces. Definitivamente no se merecía esto.
¡Que cosas dices! ¡No sientas lastima!

- El oficial Sehun los acompañara en un momento-dijo uno de los escoltas mientras liberaba a Jungkook de las esposas

Dios mío ¡Que momento mas incomodo! era oficial que era yo la persona con menos suerte en el planeta. Estábamos solos, y con un ultimo encuentro bastante repulsivo. Deseaba darle una bofetada en el rostro y salir de aquí lo mas pronto posible, pero, que poco profesional se vería de mi parte.

- Hola

-Hola -dije como respuesta. Y recuerdos llegaron a mi como mariposas, logrando sacarme una diminuta sonrisa.

Estaba demasiado serio, pero ¿por qué no lo estaría? Me había golpeado, había revelado un lado completamente opuesto al que solía conocer. No podía ser tan tonto como para creer que esa actitud de rebeldía desaparecería de la noche a la mañana.
Ni siquiera sabía cual era la máscara. Si el Kook que conocí, o el que dice asesinar a una chica.

-¿Por qué estás vestido así?-pregunte más por interés que por apagar la incomodidad

Me esta mirando perdido, como si le sorprendiera que le diera palabra.

- No lo se. Sehun se ha negado a darme el uniforme, y mi madre ha enviado un empleado para traerme algunas cosas.

Era demasiado extraño, pero me guarde cualquier comentario cuando Sehun apareció en la sala.

- No tengo mucho tiempo, así que empezare de una vez -se sentó en la silla junto a mi y recargo los pies en la mesa- Han llegado los análisis respecto a la causa de muerte de Rose.
¿Análisis? Se supone que todo eso ya estaba investigado. Había muerto por asfixia, Jungkook la había ahorcado.

Cuando mire frente a mi, supe que había alguien más nervioso que yo.

- Dígame señor Jeon... ¿Como mató a Roseanne? -pregunto Sehun con una sonrisa. Parecía el diablo a punto de llevarse un alma. ¡Que miedo daba!

- La asfixie con mis manos.

-¡Mientes! - el oficial dio un golpazo a la mesa y sonrío con más amplitud - Rose murió por sobredosis.

Sehun lanzo sobre la mesa metálica una carpeta, y como Jungkook no se movió para tomarla, yo lo hice.
La abrí demasiado desconfiado, y una oleada de conmoción llego a mi con tan solo ver la primer hoja.

Me sentía como un imbécil.
Jamás me preocupe por saber el rostro de la tal Roseanne Park, pero ahora lo hacia, y no pude evitar tirar la carpeta al suelo cuando note la situación.

Era la misma chica por la que Yoongi y yo nós separamos.

ΔΔΔ
Espero que hayan entendido, no fui buena con la redacción, lo siento.

Falta poco para el final 😜
Bye ♡

Padre Rebelde | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora