El campeón es mi vecino

Disfruta la vida bailando....

Esa noche, Serena no podía dormir, habían sido tantas cosas en un mismo día, primero se entera que vive en un vecindario al estilo pokewood, luego le destruyen su casa y se encuentra que el culpable fue su viejo amigo de la infancia, Ash.

Pero no termina ahí, resulta que él es su vecino, él es el campeón y para rematar, un hombre de familia.

¿Que estas haciendo aqui Serena?

Dentro de la habitación de huéspedes, ella se encontraba cambiando de posición muy seguido en la cama, sus pensamientos no la dejaban dormir.

Ash tiene familia, el hecho que este aquí puede provocar problemas, pero.... realmente los provocare?

En ese momento recordó como después de que Ash le dijera quien era la de la foto, ella pregunto por la chica, y recordó como el rostro del azabache cambiaba de su usual rostro positivo, a uno decaído y triste con cierta preocupación, recuerda ver como esos ojos cafés que brillan tanto perdian ese brillo y como esa sonrisa pasaba a ser una cosa inexistente.

Algo no cuadra, ¿Qué paso?¿debería averiguarlo o mejor me voy a dormir?
Dormir suena bien, debería hacerlo.

Si tan sólo mi cerebro se callara!
Callate ya y deja dormir!!

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-Buenos días Serena.
Mencionó Ash al ver bajar a Serena por las escaleras.

Ella se había despertado por que le había llegado un grandioso olor, al bajar se dio cuenta que provenía de la cocina, y al ver quien era el que preparaba eso se sorprendió.

-Ash Ketchum cocinado, nunca creí verlo con mis propios ojos.

-Jeje, gustas acompañarme a desayunar.

Ella asintió y ambos se sentaron a comer en la mesa, ella se sorprendió por lo delicioso que estaba.

-Mmm, esta delicioso! Me recuerda a la comida de Clemont.
¿Cuando aprendiste a cocinar así?

-fue gracias a Clemont........
El se calló un momento por lo que dijo y se puso nervioso.

-Que!? Has hablado con Clemont?

-E-en realidad, él ayudó un poco con un cuaderno de recetas que me dio antes de despedirnos... si eso... y luego una amiga me enseñó para que no muriera de hambre....je.

Ella no le creyó del todo, si bien tenía sospechas de que él hablaba con Clemont, el tono nervioso de Ash lo delató, ella aún después de todo este tiempo recordaba como se ponía su amigo cuando mentía, efectivamente eso pasaba, su descubrimiento le amargó un poco el desayuno.

Siguieron comiendo en un silencio un poco incómodo, al terminar le agradeció por el desayuno y salió al patio trasero.

Se sentó en una silla que había afuera mientras observaba a sus pokemon conviviendo con los de Ash.

El terreno del azabache era grande, muy grande y no era por menos, habían muchos pokemon en el patio.

Fijo su mirada en los pokemon de Kalos, los cuales parecían conversar alegremente con los suyos.

Verlos la hicieron pensar en la aventura que vivieron, pero también en el hecho de que durante todo este tiempo él la había evitado.

Greninja en la foto, consejos de cocina de Clemont, todo eso significaba que él no había dejado de lado Kalos, sino que sólo a ella.

Se sentía molesta, feliz, confundida, no encontraba como sentirse.
Feliz por volverlo a ver, confundida por su situación, y molesta porque la confirmación de su suposición.