Serena, la vecina de un loco.

2.5K 165 141
                                    

Podía sentir su sangre paralizada, toda ella estaba paralizada, apretaba los párpados deseando que al abrirlos tuviera una imagen diferente.
Los sonidos, el crujir de las ramas rompiéndose y los gemidos de dolor, la obligaban a abrir los ojos, ella no quería, ella deseaba que fuera una pesadilla.
—¡Pancham!

—Pan...

—¡Tú puedes pequeño! ¡Levántate por favor!

Las lágrimas salían a mares de los ojos de la reina al contemplar la situación en la que estaba metido su tierno panda. El miedo y la impotencia, sentir que todo su ser abandonaba su cuerpo con cada gemido de dolor del panda y con cada gota derramada. Todo un verdadero terror. —¡Pancham!

—Cham... Pancham.

—Viniste aquí a buscar a alguien a quien nunca le importaste, patética.

—¡¡Ggroon!!—Y el enorme mega-Pokémon arremetió con todas sus fuerzas al pequeño panda contra el suelo, dejando un pequeño cráter con el cuerpo del panda dentro.

—¡PANCHAM!
No podía creer lo que veía, había visto muchas batallas Pokémon, pero nunca había visto una tan despiadada como esa, ¿era su culpa todo esto? tal vez. El ver a su primer pokémon atrapado, tendido en el suelo, sangrando, la llenaba de miedo y la impotencia la desesperaba, deseaba que todo parara o que fuera una simple pesadilla.

—Chamm.
El panda, con fuerzas de quien sabe dónde, se levantaba, ante la mirada de Serena que suplicaba por que no lo hiciera.
Mega-Aggron lo veía fijamente, veía el cuerpo rojo del panda, como se ponía débilmente de pie, una sonrisa maliciosa cubrió su rostro y se preparó para arremeter el golpe final.

—¡Pancham por favor! ¡rindete! —El grito lleno de dolor de la reina resonó en aquel lugar, las lágrimas se acaudalaban en su rostro y rogaba porque su panda se rindiera, que no se levantara más, no quería ver que la región que recordaba con tanto cariño se llevará a su amigo.

—Pann...¡Cham!

Y con el grito determinado del tipo lucha, el enorme Pokémon acero/roca lanzó un ataque más con todas sus fuerzas, aplastando al pokémon ante los ojos llorosos de su entrenadora.

—¡PANCHAM!

—Pan...¡Pangoroo!

Y justo en ese momento, Serena cayó al piso, abrió los ojos, todo había sido un sueño, una pesadilla, no, un mal recuerdo.

Se talló los ojos para poder ver bien, regresar a la realidad, al hacerlo, se encontró en el suelo de su sala -aparentemente​ se había quedado dormida en el sofá- y con los ojos de Sylveon viéndola fijamente. Ella la había despertado, o más bien tumbado del sofá.

Aunque le hubiera gustado reclamarle, no lo hizo, pero próximame lo haría, no era la primera vez que le hacia algo igual la tipo hada, por lo general había una razón, por lo general. Al oír un insistente llamado a la puerta comprobó que así era el caso, se levantó y se dirigió a atenderla, no sin antes revisar la hora.

12:37 de la madrugada, una hora extraña para llamar a la puerta, había que estar loco para hacer eso. Sus Pokémon le cubrirían las espaldas por si fuera necesario.

—¿Quién se atreve a tocar a las 12 de la noche? —Decía con irritación y abriendo la puerta, llevándose la "agradable" sorpresa de ser Ash quien llamaba —¿Qué quieres Ash?

—¡Bienvenida a Alola Serena!
Al decir esto Ash mostró una caja frente a ella.

Inmediatamente, sin más y sin dudarlo, le cerró la puerta con fuerza, ella tenía sueño y no iba a lidiar con ese loco.

El campeón es mi vecinoWhere stories live. Discover now