Capítulo CINCO

3.1K 217 73
                                    

Yoora

Entreabrí los ojos con dificultad.

El sol opacado parcialmente por las oscuras nubes, iluminaba mi dormitorio.
Rodé sobré mi ancha cama mientras me estiraba y me envolvía entre mis sábanas blancas.

Eché un vistazo a la calle a través de la ventana empapada por las gotas de lluvia.
Las calles estaban mojadas.

Hacía bastante frío.

Me embelesaban los días lluviosos, en los que uno se tenía que vestir cálidamente y andar bajo un paraguas por las calles de Seúl.

Salí de mi cama. Calcé mis pantuflas que se encontraban justo enfrente  y me dirigí al baño.

Tras una larga ducha caliente y aplicarme todas mis lociones faciales, salí hacia mi vestidor donde estaba colgado mi aburrido uniforme. El cual me vestí junto a mis botas timberland totalmente negras mate.

Lo tenía demasiado claro.  Mi amor por los zapatos se había convertido en una obsesión hacia ellos.

Me senté en la pequeña silla del tocador y mirando en el espejo, me maquillé.
Rímel, colorete y cacao. Un maquillaje bastante simple.

No desayuné. Tenía previsto comprarme unos bollos de crema de la panadería que me pillaba de camino al instituto.

Salí al balcón  sigilosamente, entrando en la habitación de Yoongi.
Estaba durmiendo.
Al igual que cada mañana Yoongi dormía formando una bolita, con las rodillas prácticamente rozando su barbilla.
Tenía el torso desnudo y llevaba puesto unos shorts grises.
Era demasiado delgado y pálido.
Lo envidiaba.

Me acerqué a él y con ambas manos lo sacudí bruscamente.

—Bella durmiente, WAKE UP.

Yoongi frunció el ceño y con los ojos cerrados aún, me agarró de los mofletes estrujándolos con intención de hacerme daño.

—Fuera.—me soltó.

—Vamos, tenemos clase dentro de poco y si no fuera por mí llegarías tarde siempre.

—Uno.

—Hace frío, tienes que vestirte bien.—seguí hablando.

—Dos.

—Date prisa. Te tienes que duchar.—jalé de su brazo haciéndole sentarse sobre la cama de inmediato.

—Tres.—cogió su teléfono que había tenido bajo su almohada, y marcó una serie de números. Acto seguido, se lo llevó a su oreja esperando a que le respondan.

—¿Qué haces?

—¿Hola?, ¿policía?. Verá... hay alguien aquí que está invadiendo mi...—le arrebaté el móvil de su mano. Colgué.

—¿Estás loco?.

—Llevas haciendo esto dos malditas semanas. ¿Qué es lo que te pasa?.

—Solo...

—¿Solo qué?. Eres una latosa, Yoora. Me haces perder los estribos. Eres demasiado ingenua. Odio que hables mucho, que creas que todo es bonito y que cualquier cosa te haga feliz.  Odio tu maldita personalidad.
El hecho de ser vecinos no nos convierte en mejores amigos ni nada por el estilo.
Solo nos conocemos desde hace tres semanas, las cuales has hecho de ellas un infierno para mí.
¿Por qué no te quedas en tu casa y sigues yendo al colegio igual que lo hacías antes de que me mudara aquí?.

DIFFERENTS- MYG (BTS) Where stories live. Discover now