34.

14.6K 857 224
                                    

Sentí como toda la sangre abandonaba mi cara y me quedaba pálida ante ella. Paré de respirar por algunos momentos, me era imposible creer lo que estaba viendo.

¿Danielle? ¿Ella era Danielle, la famosa Danielle? ¿Qué hacía aquí? ¿Qué quería? Y... ¿por qué a estas horas?

―Perdona ―ella llamó mi atención al ver que no reaccionaba―, ¿está él?

Unas risas de Liam y Katy procedentes del salón lo confirmaron sin que yo tuviera que hablar.

―Ya veo que sí.

Se quedó mirándome esperando a que hiciera algo, pero la verdad es que aún no salía del shock en el que estaba. ¿Qué hacía? ¿La dejaba entrar?

―¿Quién...? ―la voz de Liam comenzó preguntando a mis espaldas.

Sin saber como, noté sus pasos silenciosos acercarse hasta mí. Por el rabillo del ojo lo vi mirando hacia Danielle fijamente, pero aún así no mostraba ningún indicio de estar sorprendido. Y si lo estaba, lo sabía ocultar muy bien.

―Hola Liam ―dijo ella con una gran sonrisa.

―¿Qué haces aquí? ―preguntó él de forma clara y cortante.

Me sentía fuera de juego allí en medio. Obviamente esto no era una situación cómoda para ninguno, y a pesar de mis intentos por irme, Liam no me dejó. Con su brazo izquierdo rodeó mi cintura y me acercó posesivamente a él.

―Necesito hablar contigo, es importante ―los dos se mantenían firmemente la mirada―, y si es posible, me gustaría que fuera a solas.

―Creo que no tengo nada que hablar contigo, lo mejor será que te vayas.

Danielle cambió su peso de una pierna a otra, y mientras lo hacía, abrió aún más su abrigo para que Liam se diera cuenta de su estado. Sentí como el cuerpo de él pegado al mío se tensaba al ver que miraba su barriga. Era evidente que no se había percatado de eso antes.

Los dos nos giramos de golpe al oír un vaso estrellarse contra el suelo detrás nuestra. El chocolate humeante que contenía la taza que Karen sostenía, ahora se encontraba esturreado por el suelo junto a los trozos diminutos de cristales rotos. Ella estaba allí parada, observando con la misma cara de asombro a Danielle.

―Mamá ―susurró Liam apenado―, vuelve a la cocina, por favor.

―No ―habló con seguridad―. ¿A qué has venido? ―se dirigió con rabia a Danielle.

―Me alegro de verte también, Karen ―ironizó Danielle.

―A mí no me vengas con esas ―sorteando los cristales en el suelo, Karen pasó por delante nuestra y apuntó con un dedo amenazante a su rostro―. Si lo que quieres es amargarle de nuevo la vida a mi hijo, ya puedes estar largándote por donde mismo has venido.

Me sorprendió verla de ese modo. Ella que siempre era tan amable y sonriente, ahora se la veía realmente disgustada.

―Necesito hablar con tu hijo, y es una cuestión realmente importante ―se giró hasta Liam y preguntó―. ¿Puedo pasar?

Lo escuché suspirar con pesadez.

―Sí ―él apartó dificultosamente a su madre de la puerta, quien aún se mostraba reacia con la presencia de la ex novia de su hijo, y dejó que ella entrara―. Síguenos.

Liam agarró mi mano con fuerza y echó a caminar hacia el salón. Al llegar, Katy nos esperaba jugando aún con sus muñecas muy entretenida. Alzó a vista al notar movimiento y abrió sus ojitos de par en par al posar su vista en Danielle. Se levantó de un saltó muy atemorizada por lo que pude ver.

Te NecesitoWhere stories live. Discover now