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Nicholas.

Sophie me miraba como si esperara un ataque.

—quiero que lo hagas tú— di unos pasos y me senté en el borde de la cama, deleitándome de su reacción.

—¿Qué? — titubeó.

—quiero que lo hagas tú, quiero que desnudes tu cuerpo y me lo enseñes— dicté.

Sophie llevó sus manos temblorosas a lo poco que quedaba de su ropa y se detuvo en el corsé que mantenía prisioneros sus pechos. Sus deseables y comestibles pechos.

—no puedo hacerlo— sus brazos cayeron flácidos a sus costados—no puedo, Nicholas, no... jamás me entregaré a ti.

—eso crees—me incorporé. Sophie retrocedió— tú vas a hacer lo que yo te diga que hagas, ¿Entiendes?

—no puedes obligarme a entregarme a ti.

—bien— agarré el lazo que reprimía sus pechos y lo solté. Estos se liberaron, rebotando y gritando por ser acariciados— pero serás mía, sin importar lo que quieras— la miré.

Mi esposa tenía las mejillas sonrosadas y la piel caliente.

—¿Por qué eres tan cruel y...?

Me incliné sobre ella, cubriendo su boca con la mía, en un claro intento por silenciarla. Sus manos intentaron cubrirse de mi vista, pero era tarde. Yo ya la había visto, ya conocía cada centímetro de esa sedosa piel que me gritaba por tocarla.

—No quiero que hables— le dije— te mantendrás callada y sin decir una sola palabra hasta que terminemos, ¿Me oíste?

—no puedes hacerme esto— Sophia se removió y se cubrió los pechos con los brazos— esto, ¡Mierda, no! Olvídalo. Olvídate lo del mes, olvídate de que me comporte como una buena esposa— decretó— no puedo seguir mintiéndome a mí misma— estiró uno de los brazos para arrebatarme el corsé de la mano pero lo puse fuera de su alcance.

A mi ella no iba a decirme ni de coña qué debía hacer.

—tú— casi sin medirlo, mi mano se enroscó en su cuello y la levanté del suelo— vas a hacer todo lo que yo te diga aunque sea que me beses los pies— su cara comenzó a tornarse roja por la presión de mis dedos— vas a hacerme caso, porque eres mi maldita esposa y te guste o no, estás atada a mí de por vida, Sophie— le gruñí— nuestro trato queda cancelado, tú no vas a irte jamás de mi lado.

—¿Qué? — ella chilló cuando la tiré sobre la cama— no puedes hacerme esto, no... tú y yo teníamos un trato.

—tú decidiste romperlo— alegué— y te he dicho que terminaras de quitarte la maldita ropa, mujer. No estoy de ánimo para que juegues— grazné— ya es tiempo de que sepas quien es tu esposo.

—basta, ¡Basta!

¿Acaso cree que voy a escucharla?

—no, Sophia, basta tú— saqué mis pantalones con una mano mientras que con la otra evitaba que la mujer escapara de mí— basta con esto de querer hacerte la rebelde, de querer que el mundo te escuche. Entiende de una puta vez que sin mí, de no ser mi esposa, tú no valdrías nada.

Sophie no dijo nada. Detuvo el forcejeo, pero no aflojé mi agarré sobre sus brazos, ni el de mis piernas alrededor de las suyas, porque la conocía y estaba casi seguro de que haría algo para escaparse.

La mente femenina era tan fácil.

—no vas a conseguir nada con esto, ¿Sabes? — dijo finalmente, cunado solté uno de sus brazos para acomodarnos mejor sobre la cama— solo harás que te odie más y que intente escapar con más fuerza.

¿Acaso ella no sabía que si intentaba irse yo no haría más que buscarla y traerla de regreso?

—tú inténtalo y veremos quién logra su objetivo, cariño— despectivamente la miré— y si no abres las piernas, va a ser un poco difícil que te deje en paz.

—no hagas esto.

—solo logras que mi verga se endurezca más con esto, Sophia. No hay anda que puedas hacer o decirme para que te deje.

Ella me miró. Casi apreció atravesarme con los ojos y por un segundo fruncí el ceño.

—no vas a lastimarme solo a mí, ¿Sabías? — chilló— estoy embarazada, maldito imbécil.

No flaqueé. Ella no lograría hacerme titubear.

—¿Ahora crees que tienes una mínima posibilidad de escapar de mí, mujer? Si es cierto que estás embarazada, embarazada de mí, no habrá forma alguna de que puedas deshacer nuestra unión— su rostro se desfiguró con cada palabra que salía de mi boca— acabas de hundirte a ti misma con esto, Sophia. Jaque mate.

$Fz

Ámame.Where stories live. Discover now