07.Cansancio.

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El cansancio es inevitable.

Incluso si no es real físicamente.

Oh, Tord.

Su respiración pausada y mirada nublada son las pruebas de ello.

...

Sus uñas rasgaron levemente su cuero cabelludo, sintiendo su cabello corto como un obstáculo absurdo.

Las venas de sus muñecas chocaron con la tela rasposa de su uniforme. Dejó descansando un poco más su muñeca en su rodilla mientras seguía rascando su cabeza con fervor.

No le gustaba el corte que le dejaron, le encantaba llevar cabello largo y suelto en la nuca, pero siempre que trata de irse de los fastidiosos que quieren arruinar su vida encuentra otros.

Las fuerzas de volver a intentar ser quien era y recuperar lo que perdió abandonaron su cuerpo en forma de un pesado suspiro que soltó en su decaimiento.

Miró sin observar los zapatos militares que se le habían asignado.

Los altos mandos querían rechazarlo en los entrenamientos para el ejército alemán por no hablar, cosa que era la única cosa que agradecería. ¿Quién querría de soldado a un sujeto que no habla?, absolutamente nadie, pero desgraciadamente sabían que él entendía el idioma, por lo que sería como entrenar a alguien sin lengua.

No necesitaban que un soldado les respondiera, sino uno que acatara órdenes, por lo que igualmente lo aceptaron en el rápido entrenamiento. Tampoco es que le hayan preguntado el nombre.

Recibía unos cuantos mimos de parte de los superiores por "cumplir el perfil ario", como tener mejor comida que sus compañeros o no tanta exigencia en los entrenamientos, puras mierdas.

La guerra estaba en un clímax y los alemanes necesitaban más soldados, por lo que fueron a los métodos más rápidos, y esos eran hombres de la calle o huérfanos mayores de 14 y/o capacitados para la guerra.

Un chico sano de casi 15 rondando las calles, ¿qué mejor?

Le daba fuertes ganas de golpear a los sujetos que decidieron que su muerte sería en un campo de batalla, pero estaba demasiado cansado para eso, incluso para pelear por su voluntad.

Unas risas llegaron de detrás de la puerta de los camerinos, dónde se encontraba sentado en unas de las bancas lamentándose.

En la hora de almuerzo podía ir a ese lugar, que cortesía.

- Are you serius?

- Y-yes!

La puerta se abrió, dejando a la vista a dos sujetos mayores. Él nunca los había visto, tal vez de lejos o por el rabillo del ojo, pero no lo recordaría.

Raramente, uno tenía el pelo más largo de lo permitido. Tal vez tenga contactos de confianza con los altos mandos para que lo dejen con ese corte.

Otro tenía cejas gruesas y era un poco más bajo, parecía sorprendido de verlo en ese lugar.

- Amm, hi? – saludó el de cabello largo, para después ser golpeado en un costado con el codo por el otro.

- What are you doing?! – exclamó en un susurro el de cejas gruesas.

- What are YOU doing? – le respondió el de cabello largo, con otro susurro mientras mantenía una mano en el sector que fue golpeado.

Tord los miraba sin entender mucho la conversación. Ese idioma no era alemán.

Minner Foran [TomTord/TordTom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora