Over Again. ~ Secuela de Loverboy - Nathan Sykes Fanfic. (versión español)

Capítulo 28. || "Metamorfosis."

A veces se podía decir que Nano de verdad se preocupaba por nosotros, pero sólo a veces. Afortunadamente, al parecer esta semana era uno de esos tiempos en donde estaba feliz.

Teníamos al menos una semana y media libre para descansar y hacer los últimos 2 conciertos de la gira, y, él, como sabía que necesitábamos descansar después de ya casi 3 meses sin parar, rentó estas cabañas vacacionales en Pigeon Forge, Tennessee, por algunos días, ya que el resto de la semana los chicos y yo habíamos planeado vernos con nuestras familias en Reino Unido.

Tom iba a estar con Kelsey y su familia al igual que Siva iba a pasársela con Nareesha; Max visitaría a su hermano y a su mamá, y bueno, Jay vendría con Ashley y conmigo a Gloucester para la graduación de Jess, ya que justamente el aniversario de bodas de los padres de Jay era esta semana y ellos habían decidido ir a Hawaii a celebrarlo.

En realidad, ya todos queríamos irnos y pasar tiempo con nuestras familias, pero después de enterarnos que Nano había hecho tal gesto por nosotros, decidimos aceptarlo.

—¿Y qué más además de cabañas y cascadas hay ahí? —Max preguntó cuando Nano nos dió la noticia. 

—En general, es un pueblo vacacional familiar, el cual está repleto de bares. —Nano respondió.

Max sonrió convencido. —Eso es todo lo que necesito.

Pero no estaba mal.

Después de llegar muy cansados del vuelo de Los Ángeles, una van nos llevó a las cabañas y todos nos quedamos estupefactos. No era cualquier cabaña, era la cabaña.

Estaba rodeada por todos estos árboles verdes llenos de vida y se podía notar que un camino de piedras cubría la pequeña colina que daba a la entrada. Estaba totalmente construida de madera, lo cual hacía que el Sol de la tarde reflejara contra su superficie pulida. Desde afuera se veía que era amplia y grande, del porche colgaban hamacas y plantas de varios tonos y colores. Sus ventanas y arquitectura eran al estilo alemán. Instantáneamente volteé a ver a Ashley porque sabía que era algo que ella iba a apreciar.

Ella se veía emocionada, en su cara y sobre todo en sus ojos se notaba la emoción.

La curiosidad no tardó en tentarnos para saber cómo era por dentro, y algo es cierto: tampoco decepcionaba para nada.

Como era de suponer, todo también estaba hecho de madera: los muebles, las paredes, los pisos, la cocina... Excepto que aún así, todo se veía moderno. La casa estaba dividida a primera vista por este puente que había en el primer piso, el cual era abierto y permitía que se viera las personas que por él pasaban. La sala estaba llena de muebles y una mesa con flores en el medio, claro, sin faltar un televisor. La cocina estaba llena de electrodomésticos de acero inoxidable, los gabinetes hechos de madera. Al final de la sala había una mesa larga como para celebrar ocaciones especiales, en una esquina había una mesa de ping-pong, y luego, al final, habían unas ventanas panorámicas que dejaban ver el porche de la cabaña, el cual daba a la espectacular vista de las montañas de Pigeon Forge.

Todos dejamos nuestro equipaje abajo y nos aventuramos por el resto de la casa.

Resulta que habían 3 pisos. El primero donde estaba la sala, el segundo donde estaban los dormitorios y el tercero consistía básicamente en una azotea. En el piso de los dormitorios habían varios cuartos. 5 cuartos y 3 baños, para especificar. Nada mal. Sobre todo porque nos dejaron la habitación más grande a mí y a Ashley. A la final todos terminamos subiendo y encontramos la azotea, que sin duda era mi parte favorita de la casa. Habían unas chimeneas y chimeneas para cocinar y también había como un círculo lleno de leña para comenzar una fogata, y lo mejor es que en una esquina había un jacuzzi, y vaya, sabía que lo usaríamos mucho, aunque no nos íbamos a quedar tanto tiempo aquí.