004.

14.4K 1.3K 389
                                    

Pestañeé repetidamente ante sus palabras, sentía que habían pasado minutos y aún seguía en estado de perplejidad, pero cuando mamá se acercó a mí y me acarició la cabeza volví a caer en la verdadera situación.

- ¿Por qué? -pregunté en un susurro y abriendo mis ojos, sólo para que ella me escuchara.

Ella se remojó los labios y miró hacia detrás sin sutileza. Aunque mi cuerpo me pedía que los observara, no hacía más que desviar la mirada ante sus ojos clavados en mí.

No podía estar pasando aquello. ¡No tenía sentido!

Miré a Taehyung cuando éste llegó a mi lado y pude ver en sus ojos, aún con su rostro camuflado en neutralidad, que estaba preguntándose lo mismo que yo.

- Es sólo un gesto de hospitalidad, cariño -respondió mamá volviendo su mirada a mí, pero por el tono de voz con el que lo había dicho, el cuál era evidentemente sospechoso, sabía que estaba ocultando algo.

- Pero...

Sentí la mano de mi primo tomar mi brazo causando mi propia interrupción y elevé la mirada hacia él leyendo en sus ojos, esta vez, que debía de mantenerme en silencio.

Di un suspiro resignado.
- Subiré a mi habitación -avisé, ignorando la manera en que la señora asintió con entusiasmo ante mis palabras.

Rodé los ojos una vez estuve de espaldas y di una última ojeada al equipaje arrugando la nariz antes de trotar escaleras arriba con mi primo siguiéndome.

- Mi más sentido pésame -se mofó una vez llegamos a mi habitación y cerró la habitación tras sí.

Le di un zape en la frente ocasionando una mueca de dolor en su cara.
- ¿Tiene sentido para ti? -pregunté viendo como subía un hombro mientras aún se frotaba la sien en respuesta.

Gruñí mientras proseguía a quitarme la bufanda dejándola sobre la cama, en la cual me senté para luego retirarme las botas de nieve. Sentí el peso de su cuerpo a mi lado y lo miré con frustración.

- Tiene como tres casas del tamaño de esta -me quejé y el castaño blanqueó los ojos negando ante mi acotación-. ¿Por qué aquí?

- Sabes que tus padres no lo harían si no fuera por una situación grave -dijo, frotando su dorso contra su celular para limpiarlo y luego entrar con la contraseña.

Fruncí el labio y desvíe mi mirada hacia el techo rosa pálido de mi habitación justo antes de dejarme caer de espaldas.

- Si tan solo no tuviera prometida... -lloriqueé pataleando ligeramente haciendo que el ceño de Taehyung se frunciera.

- Fuera monje, casado o soltero sabes muy bien lo que te he dicho -reprochó mirándome de reojo mientras elevaba sus cejas. Arrugué mi nariz y le saqué la lengua, él negó-. Además, no creo que con esa actitud de niña te vaya a hacer caso.

Me incorporé apoyando mi barbilla sobre su hombro. - Tú te comportas como un retrasado y aún así te follas a tres por semana.

Él rió entre un bufido y me enseñó la imagen de los pechos de una chica.
- Es encanto, no retraso.

Abrí los ojos a tope antes de darle un manotazo en el brazo para que lo retirara. Chasqueé la lengua para volver a tomar mi posición recostada sobre el colchón.

Me mordí el labio repasando los hechos: ¿qué demonios había sucedido que había acabado allí? Y aún más, estaría una semana entera bajo el mismo techo que aquél hombre. Lo único que impedía mis más mojadas fantasías era ése pequeño detalle que tenía un anillo de plata en su dedo anular con su esencia. Exhalé, vaya suerte.

DIRTY | MIN YOON GI.Where stories live. Discover now