011.

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Me sacudí la nieve de las botas contra el cemento de la entrada, gruñendo levemente ante mi poco éxito en mi objetivo; se había derretido y ahora tenía el calzado lleno de agua.

Toqué tres veces más el timbre del apartamento de mi primo, desesperándome cuando no recibí ninguna respuesta detrás de ésta.

Él sabía que la paciencia no era lo mío.

Opté por tocar la puerta con fuerza haciendo a la madera temblar contra mis nudillos. Casi pude escuchar cómo los vecinos de la planta baja se quejaban, pero yo sólo quería quitarme los zapatos.

- ¡Ya voy, ya voy! -lo escuché aullar desde adentro y solté un bufido mientras lo escucha correr hacia la puerta.

En cuanto lo hizo, lo empujé hacia un lado para acto seguido abandonar mis botas en la entrada y dar un quejido de asco cuando sentí la humedad del clima en mis pies.

Me giré hacia Taehyung y enseguida mi mueca de asco se profundizó cuando me di cuenta de que él estaba completamente desnudo. Mi ceño se frunció y llevé mis manos hacia mis ojos en cuanto me encontré a mi misma mirando su miembro más de lo debido.

Lo escuché reír sonoramente y gruñí.
- Ya no debería de sorprenderme -murmuré con la nariz arrugada.

Caminó hacia mí y me obligó a retirar la palma de mis ojos, pero antes de ver algo más los cerré.
- Como si no hubieras visto un pene antes -se mofó y pude escuchar cómo se deslizaba una prenda de vestir. Sólo en ese entonces, volví abrir los ojos, comprobando que se había puesto un par de bóxers.

- Tampoco es como si hubiera mucho que ver -intenté burlarme, haciendo na pequeña seña uniendo mis dedos pulgar e índice, mirando su perplejo rostro entre el pequeño espacio que dejé entre ambas yemas.

- Entonces, ¿para qué te tapas los ojos? -contraatacó y en cuanto la sonrisa desapareció en mi rostro, una más grande apareció en la de él.

Rodé los ojos entrando las manos en los bolsillos de mi chaqueta.
- Ese no es el punto.

Él soltó una carcajada que resonó en toda la sala y luego de terminar de ponerse una camiseta, caminó hacia mí envolviéndome en un apretado abrazo que me incomodó en cuanto las gotas que salían de su pelo de ducha se resbalaron por mi el lado izquierdo de mi pelo.

Lo separé de un empujón mientras intentaba evitar que el pelo se me ondulara de ese lado, pasándome los dedos por la zona.
- Me lo acabo de planchar -me quejé sintiendo cómo me empezaba a doler la nariz de todas las veces que la había arrugado aquél día.

El castaño bufó.
- Qué chillona eres.

Lo miré de reojo y una media sonrisa estaba plasmada en su cara. Posé mi mirada en él y le saqué la lengua antes de girarme hacia los muebles que adornaba perfectamente el espacio del living.

Me dejé caer en el primer mueble que chocó contra mi rodilla y pronto pude sentir a Taehyung imitarme, pero, a su vez, colocando su cabeza en mi regazo.

Recosté mi nuca en el respaldo del sillón color hueso y por instinto llevé mis manos hacia el pelo caramelo del chico observando cómo el cerraba los ojos.

La escena y el ambiente eran totalmente tranquilos. Todo a nuestro alrededor era callado, exceptuando unas vagas bocinas que apenas se podían percibir en la distancia. Sabía que cada vez que deseara tener un momento como aquél al único que podía recurrir era a Taehyung.

Eso, hasta que abría la boca.

- ¿Te has ligado a Jeongguk? -preguntó.

Inmediatamente mis ojos dieron un vuelco hacia arriba y golpeé su cabeza haciendo que se sentara a pasarse la mano por donde le había dolido, con una mueca de dolor. Cual no me importó en lo absoluto.

DIRTY | MIN YOON GI.Where stories live. Discover now