010.

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Los ojos de Yoongi fueron lo primero que vi en cuánto me desperté. Aunque me lo había imaginado varias veces, la manera en que sus pupilas escarbaban cada centímetro de mi rostro no me hacían sentir de la mejor manera.

Intenté esconder mi cara debajo de la almohada cuando dio un paso cerca, pero siseé cuando el dolor de la resaca me sacudió hasta el cerebro.

Sentí su peso hundir la cama y cerré los ojos con fuerza cuando retiró el cojín de mi cabeza haciendo que la luz del día alumbrara toda mi apariencia. Qué desgracia.

Abrí los ojos encontrándome otra vez con los suyos y fruncí el entrecejo cuando elevó la taza que llevaba en sus manos en mi dirección. Sólo me costó oler la dulce manzanilla para incorporarme y tomar el objeto para llevármelo a los labios y soplarlo.

- Tus padres no están en casa -murmuró y detuve mi acción para observarlo. Él se encogió de hombros-. Asuntos.

Me retuve de rodar los ojos y me enfoqué en el sabor de la bebida cerrando los ojos ante la tibia sensación bajando por mi laringe. Me relamí los labios y volví a llevarme el vaso a la boca para dar otro sorbo.

Abrí los ojos cuando sentí una camiseta caer sobre mis piernas y elevé los ojos hacia él dándome cuenta de que estaba semidesnuda. Una sonrisa estaba plasmada en su rostro y chasqueé la lengua dándole la taza, la cual puso en la mesita de noche, para pasarme la prenda por la cabeza.

El se arrastró más cerca de mí y me removí con incomodidad cuando su mano rozó mi rodilla. Se dejó caer de espaldas en el colchón y yo intenté evitar mirar el bulto que sobresaltaba en sus pantalones. Me mordí el labio.

- ¿Qué harás hoy? -preguntó y arqueé mi espalda cuando sentí su mano apretar mi cintura.

Me encogí de hombros sin mirarlo. No podía creer que estaba haciendo aquello; con la puerta de la habitación abierta y la idea de que Sooyoung podría entrar en cualquier momento. No sabía cómo podía provocarme teniendo otra mujer.

- Iré a ver a Taehyung -avisé.

El volvió a sentarse con rapidez y aunque no lo miré fijamente pude ver que mantenía el ceño bien fruncido.

- ¿Con resaca? -preguntó, asentí encogiéndome de hombros-. No.

Esta vez, mi ceño se frunció y lo miré sin abstenerme. - ¿Y tengo que hacer lo que tu digas? -le espeté y vi cómo los huesos de su mandíbula se tensaron.

- ¿Quien te ha dado permiso para hablarme así? -espetó por igual, pero aún así su voz seguía ronca. Solté una carcajada con sarcasmo.

- ¿Permiso? -repetí con diversión-. Te puedo hablar cómo se me de la maldita gana, Min-

Me vi interrumpida cuando su cuerpo cayó sobre el mío evitando algo tipo de movimiento en mis extremidades. Él usaba sus codos como soporte a los lados de mi cabeza y su rostro estaba a centímetros del mío. Mantenía sus labios en una línea apretada y cuando frunció el ceño pude entender que estaba enojado.

- ¿Quieres provocarme? -siseó y aunque abrí la boca para dar una respuesta, cuando se deslizó a sí mismo sobre mí frotando su pantalón contra mi ropa interior, me quedé sin habla-. Está bien.

- Yoon...

Repitió una vez más sus movimientos y por inercia mis manos fueron hacia su espalda. Sentí su boca en mi barbilla cuando eché el cuello hacia atrás y jadeé cuando su lengua delineó mi mandíbula. La fuerza que estaba usando para frotarse contra mí aumentó y no pasaron ni varios segundos antes de empezar a sentir cómo el placer causaba temblor en mis piernas.

Ni siquiera me estaba tocando correctamente y yo estaba hecha un desastre.

Tomé su pelo cuando escuché cómo empezó a gruñir por lo bajo y sus ojos se encontraron con los míos justo en el momento en que se detuvo. Un ligero sudor recorría sus patillas y sus jadeos aún seguían presentes en unísono con los míos.

Pero fue cuando escuché un par de pasos en el pasillo que me di cuenta de que yo no lo quería así.

Yo lo necesitaba completo.

- ¿Yoongi? ¿Dónde estás?

Pero, ¿a caso era posible?

Me arrastré a mi misma fuera de la cama aún contra la poca libertad que él me había dado para hacerlo.

Él me miraba con esa mirada. Como si fuera una presa. Lo más patético es que así era y no me importaba en lo absoluto.

Su mano se elevó hacia mí mejilla y desvié la cara esperando algún tipo de un impacto. Pero sus dedos se escabulleron detrás de mi oreja y en cuanto él se acercó a mí con determinación, caí en cuenta de lo que quería hacer.

Sus labios rozaron los míos con lentitud. Sus dientes atraparon mi labio inferior por cortos segundos. Y cuando gruñí ante la sensación, nuestras bocas se mezclaron con fervor una sobre la otra. Me sentía temblar cada vez que su lengua rozaba la mía y sus dedos en mi pelo me mantenían más cerca de él sin dejarme retroceder.

- ¿Yoongi?

Su frente se apoyó con la mía y las yemas de sus dedos acariciaron mis pómulos haciéndome cerrar los ojos.

Otros par de pasos se escucharon fuera de la habitación.

- Daebum, ¿has visto a Yoongi?

Los labios del rubio volvieron a rozarse contra los míos y suspiré. ¿Por qué se sentía tan bien?

- Recién me he levantado -la voz de mi hermano se hizo presente, pero dentro de mí no había ningún tipo de miedo.

Las manos de aquél hombre abandonaron por fin mi rostro y se puso de pie. Me miró unos cortos segundos a los ojos: éstos brillaban, tal como una sonrisa adornaba su rostro. Yo no lo entendí, pero no pude evitar sonreír por igual.

Lo vi caminar hacia la puerta y me dejé caer de espaldas aún sintiendo sus huellas palpitando en mi piel. Me mordí el labio.

- ¡Oh, ahí estás! -la entusiasta voz de la pelirroja volvió a oírse aún después de que Yoongi cerrara la puerta detrás de él.

Esperé escuchar su respuesta, pero sólo escuché murmullos proveniente de ambos.

Y, entonces, recordé las cosas que aún no sabía. Las palabras de Taehyung, las acciones de Yoongi y la indiferencia de Sooyoung.

Algo andaba mal.












las dudas, las dudAAAA

mi mamá me dijo que no debía escribir erótica, que voy a corromper vírgenes y yo JAJAJAJAJA

ayudaaaaaa

subiré otro capítulo más

- ema.

DIRTY | MIN YOON GI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora