005.

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No hay nada mejor que un viernes después de la universidad; excepto cuando es invierno y lo único que harás es encerrarte en la casa. Eso era si llegaba a tiempo, o viva.

Me sacudí una vez más dentro de mi abrigo viendo como el vaho salía de mi boca ante la acción. Me alcancé el gorrito de lana y lo bajé hasta mis orejas, tapando mis cejas de por medio.

- ¿Segura que no prefieres que te lleve yo? -preguntó por tercera vez Lily, con el entrecejo fruncido y la nariz rojiza.

Negué.
- Segura. Ve a casa tranquila -le sonreí, sintiendo como el frío hacía que los dientes me dolieran.

Ella me miró ladeando la cabeza, insegura. Pero, al final, sólo se acomodó la mochila de cuero en el hombro y me sonrió antes de despedirse.

Iba a matar a Taehyung. Sino fuera porque mis padres no confiaban lo suficiente en mí para darme mi propio auto, hace media hora estuviera envuelta en mis cobijas. Ni siquiera me acordaba por qué mi tío lo había puesto a él a recogerme, hubiese preferido mil veces que Seokjin pasara por mí, pero él sí tenía algo importante que hacer con su vida.

Solté un exasperado gruñido y alcancé mi celular del bolsillo de mi abrigo: tenía cuarenta y tres minutos de pie allí. A este paso, le iba a arrancar la cabeza.

- ¿Te quieres convertir en el próximo Jack Frost? -me sobresalté un poco cuando la voz de Jeongguk se hizo presente a mi lado. Suprimí las ganas que rodar los ojos y le di una suave sonrisa-. ¿Quieres que te lleve?

¿A caso tenía un letrero que decía "me han dejado plantada" en la frente o es que el mal genio se me nota a millas?

- No hace falta, gracias -me reí suavemente fijando mi vista en el parqueo, rogando internamente que mi castaño primo apareciera.

Él se quedó en silencio, pero por el rabillo del ojo pude observar que aún mantenía su mirada en mí. No era la primera vez que lo hacía, pero podría asegurar que sus ojos no causaban lo que los ojos de Yoongi causaban. Ni se acercaba.

Volví a mirarlo de golpe y él me sonrió. El chico tenía su encanto, cualquiera en mi lugar estaría temblando con la idea de tenerlo en frente, pero para mí, él sólo era un chico más.

- ¿Qué me miras? -le espeté y él elevó sus cejas con diversión antes de reír y dar un paso más cerca de mí.

- ¿Ves? Ya está empezando a surgir la frialdad -se mofó e hice una mueca ante sus palabras. Me remojé los labios y decidí mantener mi vista fijamente en la entrada, deseando con desespero la llegada del idiota de Taehyung. Pero cuando su hombro chocó con el mío, mi mirada volvió a centrarse en él-. Es el cumpleaños de tu padre mañana, ¿no?

Asentí levemente. - Mhm.

Él pasó su lengua por su labio superior y asintió en su lugar. - Supongo que te veré allá -medio sonrió y aunque sentí que había algún doble sentido en sus palabras, le resté importancia entrando mis manos en los bolsillos de la tela brusca.

Hubo un otro corto silencio entre nosotros y aún sentía su mirada sobre mí. ¿Había estado esperando una respuesta? Torcí la boca y subí mi mirada hacia la de él, al borde de reír cuando sus ojos se agrandaron y la desvió hacia otro lado.

- ¿Te gustaría salir alguna vez conmigo? -preguntó.

Mis cejas se elevaron entre sorpresa y diversión; ¿en serio me estaba preguntando aquello? Me mordí el labio inferior y él volvió a mirarme, pude ver la impaciencia en su mirada y aquello me pareció divertido.

Pero me pareció aún más divertido cuando el claxon del auto de Taehyung se escuchó frente a nosotros, impidiendo una respuesta.

Su rostro quedó inexpresivo y sonreí.

DIRTY | MIN YOON GI.Where stories live. Discover now