Daemon Petrov

Capítulo 10

—¡No! ¡No!—Gritó una voz sofocada— ¡Daemon, vuele abre los ojos!.
Seguía gritado aquella voz en mi mente.
Quería dejarme llevar por aquella paz que me arrastraba cada vez mas fuerte, pero aquella voz me transtornaba.

—¡Daemon no me hagas esto!—Volvió a sollozar aquella voz en lo profundo de mi mente. Y un dolor agudo se instaló en mi, venía por todas partes perturbando la calma que anhelaba.

—¡No, cállate!—Grité rogando que aquel dolor cesara.Quería ser arrastrado hacia la nada pero aquella extraña voz me detenía.

—¡Dijiste que nunca me dejarías! ¡Mentiste!—Volvió a sollozar desde lo profundo de mi mente.  El dolor se hacia mas intenso, desgarrandome. Impidiéndome la liberación absoluta de los tormentos que tenia.

¿Que era esto que me oprimía?.

Luchaba con todas mis fuerzas contra aquella voz, intentando empujarla hacia las profundidades de mi ser, intentando silenciarla pero no podía hacer nada ante la agonía que me consumía. ¡Déjame en paz!.

—Tú eres lo único que tengo— Aquel susurro roto terminó de enloquecerme, empujándome por un abismo de agonía y dolor ante los recuerdos vividos.

Tú eres lo único que tengo, tú eres lo único que tengo.

Lo único que tengo es Ámber.
Ámber, Ámber, Ámber.

Y desperté.
Fui consiente de aquellos ojos gris plata que me engullían mientras que el pecho me ardía y mi corazón se hacia añicos.

¿Que era este sentimiento que me embargaba? 

¿Ira? ¿Dolor? ¿Miedo?.

Me faltaba la respiración estaba totalmente desconcertado hasta que recorde que me había empujado a tal descontrol.

Y es que era ella, ella acaparaba todo mi mundo, toda mi atención. Me tenia calado hasta los huesos y tenia control absoluto de mi ser.
Solo Ámber era capaz de eso.
Y sin embargo lo arruiné, llegue tarde, le destruí la vida junto a su padre.

Pero aun así no estaba listo para dejarla ir.

—Nunca te alejes de mi— Fue un susurro apenas audible, roto,tembloroso, igual que mi mundo.

Ámber me miro sorprendida y un poco asustada, sin saber que contestarme.

Esa era la respuesta; no quería tener nada que ver conmigo. Mi Ámber siempre fue una pequeña chica tímida y vulnerable, podías hallar cualquier respuesta en sus ojos.

—Daemon..— Fue un gemido roto, triste. Apoyo su frente en la mía y hablo con mas claridad— Yo.. Soy un juguete roto Daemon— Se sonrojo mientras unas lágrimas escapaban de las comisuras de sus ojos —No... N-o me puedes querer.

Eso era el final, se estaba alejando de mi. Ya no me quería.
Mi mundo se tambaleó, todo me daba vueltas. Ya no sentía nada. No sentía el dolor, aquel dolor punzante que me llevaba a la agonía. Mi corazón se saltaba latidos, el vacío que sentía se hacia cada vez mas grande, amenazando con llevárselo todo de mi, la felicidad, el dolor. Todo de desvanecía ante un sentimiento aun peor, en el que ya no tienes nada por que sufrir o sonreír. Ese que sentimiento que te dice que ya no tienes nada por que vivir, ni siquiera por ti mismo.

Pero no lo iba a permitir.

Ámber es mía y siempre lo será.

Solo mía y de nadie más.

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Prepárense que el siguiente capitulo será super sad :C ajshdjashd

que piensan de Daemon, vamos psicoanalícenlo y díganme que creen que le pasa, a las nuevas lectoras, que tal les parece el capitulo?! que va a pasar en el siguiente? VOTEN Y COMENTEN!! bai