Capítulo 30

2.1K 220 183
                                    

Intenté correr para ayudarle. Charlie me agarró del brazo, deteniéndome.

—¡Déjame, tengo que salvarlo!—Grité empujándole—¡Tengo que hacerlo!

Corrí sin importarme nada, corrí exponiéndome. Mis piernas ardían, mi corazón latía desesperado.

—¡No, suéltame!—Gritó Ámber. Volteé instantáneamente al escucharla. Charlie la levantó con fuerza y corrió en dirección opuesta, llevándosela del lugar.

Nuestros enemigos huían, se dispersaron por la explosión.

El suelo estaba cubierto de sangre y cristales rotos, cuerpos despellejados por doquier, el aire desprendía un ligero aroma a pólvora y los disparos disminuían a cada minuto. Sabían quiénes estaban venciendo y decidían escapar.

Varios de mis hombres estaban junto a Andy, conmocionados, cubriéndole.

Le miré con dolor sientiendo  como mi corazón se rompía aún más. Su brazo estaba completamente quemado, su carne estaba expuesta. Su cara estaba pálida, moribunda.

Me arrodillé rápidamente en el suelo junto a él. Mi garganta ardía impidiéndome respirar,  presioné con fuerza la herida en su abdomen por dónde se escapaba su vida. Él no puede morir.

¡Maldición, no puede!

—Hola compañero—Mi voz salió en un susurró ahogado. No podía hablar. Él sonrió débilmente.—resiste ¡¿vale?! Te sacaremos de aquí 

Pasé mis manos por debajo de su espalda, intentando moverle. No le dejaría morir... Nadie más puede morir por mi culpa, maldición. Andy gimió con dolor al tocarle, no se movió, no se esforzó por levantarse.

—Daemon...—Jadeó con cansancio.

—¡Levántate Andy, no es la primera vez que estas herido! ¡No morirás hoy, no aquí!—Le interrumpí desesperado volviendo a levantarle. Pero no podía hacerlo sin hacerle daño. —¡Ayudeme, no se queden ahí!

Pero nadie se movió. Todos habían aceptado lo que yo me negaba ver.

—No me hagas esto...—Susurré con pesar. Me iba a dejar... Como todos lo hacían.

Aleksei, ya e-estoy muer-to— Sonrió con pesadez al decir mi nombre. Sentí como mi mundo caía al escucharle. No me había llamado así desde aquella tarde que me conoció. Que me ayudó a ser el hombre que hoy soy.—Cuida de A-aron

—Andy...—Sollocé abrazándole —No me hagas esto... Te salvaré, lo haré...—Pero ni siquiera yo me lo creía. Me miró con cariño, cual padre mirando a su hijo.

—Es una bu-buena muerte, Aleksei. M-moriré en los brazos de aquél quien quiero como un hijo—Un estremecimiento me recorrió al escuchar aquella palabra. Su voz se desvanecía a cada segundo que pasaba—y salvé a la n-novia de mi hijo...

—¡Basta!, por favor...—Sollocé sobre su cuerpo. Su brazo se alzó ligeramente, en un último abrazo.

—Finalmente veré a mi familia.  ..—Sus ojos se llenaron de esperanza mientras perdían cada vez más su luz.

—N-no me llores...—Exhaló su último aliento—Te veré en el infierno...

Su brazo perdió fuerzas mientras un grito de dolor desgarraba mi garganta. Le abracé con fuerza, enloquecido. Otra persona más que muere en mis brazos... otro dolor en mi corazón.

Daemon PetrovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora