† Una Palabra †

◇ Capítulo 1 ◇

[Sergio]

Estaba sentado en mi puesto, miraba fijamente a Bastían que estaba al lado de la chica nueva, estaban hablando muy comodomante, después de que la chica nueva dijiera su nombre me retiré, no podia soportar su ambiente de amistad, con suerte tengo a Ignacia y a Aura no podía ser más amigos o amigas.

— Ash... Esto es tán frustrante – suspiré reincorporándome en mi asiento.

— ¿Otra vez hablando solo? – preguntó Aura la cual estába a un lado mio.

— ¿Uhm? Sí, claro – la miré y después miré a la silla, lo que significaba que podia sentarse al lado.

— ¿Celos? Sirius – como odio ese maldito apodo que me puso – Uhm, admito que los shippeo y deberían casarse, pero deberias ser un poco sigiloso cuando te den ataques de celos – captó la señal y por fín se sentó.

— No son "celos" como piensas y no me llames así – la miré molesto – Y sí, si sé que nos shippeas, no eres la única que lo dice, tú y tus amiguitas siempre van por la vida diciendo "SerTian tus reyes", "¿Cuándo se van a casar?" o "¡Mira! ¡Se abrazaron!.

— ¿Cómo sabes eso? – me miró impresionada.

— No deberían gritar cada vez que hacemos el mínimo contacto físico y tampoco deberían escribir histórias en Wattpad – su silencio me decia todo – "Y Sergio se introdujo dentro de él solo con una estocada" – agregué.

— ¿Cómo sabes sobre las historias de Wattpad? Se supone que era un secreto entre nosotras– fulminaba con la mirada a todo ser que se cruzaba en frente.

— ¿Secreto? Já, para la proxima deberían ser más cautelosas a la hora de promocionar sus historias – la miré – Y no publicarlo en las confesiones del colegio.

— ¿Quién fue? Sea quién sea no se saldrá fácilmente de esta – Aura ya estaba en su mundo – No creo que fuera Ignacia ¿Tal vez?... Habrá sido ¿Nicole? Desgraciada – se paró de golpe del asciento – Lo siento Sergio tengo cosas que arreglar.

— No la golpees muy fuerte, no quiero tener que sacarte de problemas otra vez – le dije.

— Me conoces muy bien Sergio, me conoces muy bien – dicho esto se fue.

Y otra vez me encontraba solo, dirigí la vista hacia donde deberia estar Bastian con... ¿Ema? Y no estaban, ninguno de los dos, me decepcioné un poco por no decir bastante de Bastian por cambiarme de tal forma por la chica nueva. Dirigí mi vista hacia los asientos vacíos donde estaban ellos, tal vez con un poco de suerte encontraba nuevamente a Bastian, pero nada, absolutamente nada, estába más vacío que mi corazón y eso si que es nada.

Mirando un punto fijo, me pregunté ¿Hasta dónde puede llegar mi aburrimiento? ¿Tan aburrido estába para quedarme viendo la pared en un punto exacto? No lo creo. Si bien soy un poco aburrido porque no hago nada interante en mi miserable vida, podria estar haciéndo otra cosa cuando estoy aburrido fuera del colegio como... ¿Jugar fútbol? ¿Salir con amigos? Cosas que normalmente hacen los chicos, por último hablar y sociabilizar más allá de mi zona de confort, ósea somos cuarenta y dos personas en el curso las cuales se reducen a tres los que serían; Bastian, Ignacia y Aura, sin contar los descerebrados con los que hablo a veces, pero no, me encuentro mirando un punto fijo en pared.

— ¿Qué haces? ¿Tan aburrido estas sín mí? ¿Ya me extrañas? – depronto se dignó aparecer Bastian.

— Ya quisieras ¿Donde está tu amiguita esa? ¿Ya te aburriste de ella a caso? – decia mientra sacaba unas galletas de mi mochila para posteriormente comermelas.

— Ya quisieras – contraatacó – La verdad es muy interesante y tiene gustos bien particulares, será buena amiga de Aura, lo cual es bueno.

— ¿Por qué lo dices? ¿También le gustan los chinos esos? ¿Los betiez? – me acomodé en mi asiento para tener una mejor vista de él.

— A parte, pero tambien lo digo por mí – solo me dediqué a mirarlo mientras se sentaba – Esta es la parte donde me preguntas ¿Por qué es bueno para tí? – decía con una voz chillona.

— ¿Por que es bueno para tí? – pregunté con la misma voz chillona.

— Porqué... Pronto será tú... ¿Nuera? No sé como llamarlo – ¿A que se refería con eso?.

— ¿A que te refieres con eso? Bastián – dejé de comer mis preciadas galletas.

— Lo que escuchaste. En simples palabras la consquistaré – espero que sea una broma.

— Debes estar bromeando ¿Verdad? – negó con la cabeza – ¿Enserio? Como te pudiste enamorar tan fácilmente de ella si nisiquiera la conoces ¿No será solo un polvo? De los que debes en cuando tienes.

— Se llama Ema, E-M-A, y no diría exactamente enamorar, yo diría que es atracción, pero con el tiempo se puede transformar en amor – bufé.

— No me interesa en lo más mínimo saber su nombre, a las chicas no les gustará que estes detras de su amiga nueva – seguí comiendo mis galletas.

— Y por eso... Tú me vas a ayudar – sabia que no debí dejar que se fumara lo de ayer.

— Ya perdiste la cabeza, no te ayudaré en nada – me miró.

— ¿No que somos amigos? Los amigos se ayudan, somos como hermanos – me abrazó – Por favor hermano, ayudame.

— No sé exactamente en que quieres que te ayude, pero no lo haré – Forcejeaba con el pero no daba resultado.

— Por favor – se apegaba más a mí.

— ¡Que no! Mierda, ya suéltame – el intento de separarme de el fracasó ya que ahora estabamos uno enfrente del otro.

Núnca había sentido como mi corazón latía de esa manera, no era tonto para no saber lo que era que lo provocaba, pero para mi esto es prácticamente imposible, no quiero terminar sufriendo por alguien que me ve como su hermano.
Esto es incorrecto, va encontra todo lo que he dicho durante años, va encontra de mi orientación sexual, esto esta mal.
Sólo voy a fingir que lo que siento en estos momentos nunca lo sentí, sólo haré "vista gorda" a mis impulsos, no quiero y no debo enamorame, ni siquiera debe atraerme mi mejor amigo, mi hermano.

No quiero.

No quiero enamorarme.