◇Capítulo 12◇

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Al llegar a su casa, se encontró con lo peor que le puede pasar a un ser humano. Una madre enojada.

-Bastián ¿Se puede saber porqué la directora me llamó diciendo que mi amable hijo le ha faltado el respeto a uno de sus docentes? - silencio absoluto, se podia escuchar a la vecina regando sus plantas mientras tarareaba un desafinado ritmo musical. El mundo estaba en contra suyo en ese instante - ¿Y bien? Te estoy esperando.

Solo agachó la cabeza en signo de derrota y humillación, prosiguió a disculparse - Perdón madre. No era mi intención. - su madre, tomándose eso como una ofensa terrible hacia ella, lo castigó con lo que más amaba. O bueno, una de las cosas que tanto ama.

-Te quedarás sin audífonos, ni parlantes, plumones o cualquiera de esas cosas que no te sirven en lo absoluto por tres semanas. Y por supuesto que tu celular también, solo en caso de emergencia te lo devolveré.

-¿Qué? Vieja, no puede quitarme lo único que amo en esta maldita casa.

-Sí que puedo. ¿Dónde has estado? La directora me dijo que te había mando de vuelta hacia la casa. Te estuve llamando y ni siquiera contestaste el celular.

-Mi celular se descargó, fuí a la casa del Sergio y eso es todo lo que debes saber, mamá. - la cordialidad le duró pocos minutos, igual que su paciencia - Me voy a mi habitación, a no ser que tambien me hayas quitado la cama. - su madre vaciló en contestarle algo, sin más solo le dió una indicación.

-Vé a tu habitación.

Bastián estaba harto, no le podían quitar lo que era esencial en su día a día, sin embargo solo se limitó a enviarle un mensaje a Sergio para que no se preocupara si no tenia noticias sobre él.

<<Me quitaron el celular. Ya sabes, madres y sus castigos>>

No esperó respuesta, su madre quién estaba en la puerta le estiró la mano para que le diera el celular. Bastián lo apagó y procedió a entregárselo, pero antes le dió una sutil advertencia a su progenitora.

-Ni se te ocurra tocar innecesariamente mis cosas.

Y con esa misma hostilidad, giró su cuerpo para darle la espalda a su madre.




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-Oye, mamá ¿Has visto a la gata?

-No ¿Por qué?

-Sólo pregunto.

Su teléfono vibró, lo tomó por acto de reflejo y vio un mensaje de Bastian.

<<Me quitaron el celular. Ya sabes, madres y sus castigos>>

El día había ido bastante bien, pero no todo podía ser perfecto.

Su celular vibró de nuevo. Una llamada.

-¿Hola?

-Se-sergio, - una voz entrecortada se escuchaba al otro lado de la linea - soy Ignacia. - silencio, decidió continuar él.

-Ignacia, ¿Qué pasa?

-A-Aura está en el hospital, está en estado crítico - rompió en llanto, eso lo supo a la perfección. Él por su parte, quedó un instante en shock, no se atrevió hablar.

-¿Qué?

-No sé, no sé como pasó. - estaba igual de afectada que él, o inclusive más - Y-Yo fuí a su casa porque su madre llamó a la mia, me preocupé y fui corriendo a su casa.- sollozó - Sergio, su habitación e-era un desastre, ella... Ella estaba ahí... Ella...

† Una Palabra †Where stories live. Discover now